La numerosa colonia catalana del Elche, el rival del Barça en la Liga

"Un día, en el desayuno, vimos que éramos un montón de catalanes y nos pusimos a contarnos. Al final salimos seis. No nos habíamos dado cuenta de que éramos tantos", sonríe Carlos Clerc (Badalona, 1992). Es uno de los seis catalanes del Elche, rival del Barça este sábado en el Martínez Valero. Tras el adiós de Gerard Piqué y Héctor Bellerín, hay más catalanes en la primera plantilla del Elche (6), Clerc, Edgar Badia, Álex Collado, cedido por el Barça, Gerard Gumbau, Pol Lirola y Pere Milla, que en la del cuadro culé: Jordi Alba, Sergio Busquets, Èric García y Sergi Roberto. Parece que se marchará de Primera más pronto que tarde, porque está a 14 puntos de la salvación, pero, por ahora, sigue siendo el segundo club de LaLiga con más futbolistas catalanes: justo por delante del Girona (5) y solo por detrás del Espanyol (8).

"Hacíamos la broma de 'hostia, un catalán más'. A ver si al final seremos mayoría y mandaremos nosotros aquí", admite Clerc, lateral izquierdo. En el vestuario se llevaba el recuento de si había más catalanes o argentinos por la influencia del propietario, Christian Bragarnik. Añade que "son casualidades de la vida que a veces se dan en el mundo del fútbol y que hacen gracia, pero sí que es verdad que ser del mismo sitio, tener esta proximidad, cosas en común, ayuda a crear una afinidad y hace que todo sea más fácil. La convivencia, el día a día". También es más sencillo para sus parejas, "que al final viajan solas". Comparten el idioma, el catalán. Clerc creció en una casa castellanohablante, pero en el césped muchas veces utiliza el catalán con Gumbau, para alertarle si tiene un rival a su espalda. Los dos, sobre todo Gumbau, tienen pasado en el Girona, como Francisco Rodríguez y Pablo Machín, dos de los seis técnicos que se han sentado en el banquillo del Elche en esta temporada tan dura.

"Un día, en el desayuno, vimos que éramos un montón de catalanes y nos pusimos a contarnos. Al final salimos seis"

— CARLOS CLERC, jugador del Elche

 El Elche suma 13 puntos en 26 jornadas, con solo dos victorias y hasta 17 derrotas. El primer triunfo llegó hace dos meses: por 3-1 contra el Villarreal y con un 'hat-trick' de Milla, el autor del gol que en 2020 ascendió al Elche y condenó al Girona en el minuto 96 de la final del 'playoff'. "Era un año que se veía bonito y que se afrontaba con ilusión por ser el centenario, pero al final te pone en una mala dinámica de la que no sabes salir y te hace vivir una pesadilla que cuesta superar", suspira Clerc, formado en la cantera perica como Badia y Lirola. Con la salvación convertida en una utopía, el día a día pasa por "poner el foco en intentar ser mejor equipo y alejarse de la clasificación, porque sino es imposible intentar rendir y acabar la temporada como Dios manda. Mirarla es ponerse piedras en la mochila: no sirve para nada".

 En su caso sería el segundo descenso consecutivo, tras el del curso pasado con el Levante. "Cuando te toca dos veces seguidas es complicado, jodido", mastica. La pésima racha del Elche le ha convertido en el jugador de toda la historia de LaLiga, más de noventa años, que ha enlazado más partidos sin conocer la victoria: 39, ocho más que del segundo. Es una temporada entera más un partido. Fueron 25 con el Levante y 14 con el Elche. Fueron 15 empates y 24 derrotas. Del 10 de abril de 2021 al 4 de febrero de 2023. "Es negativo, pero con mis amigos hablábamos que encadenar 39 partidos sin ganar es llevar casi 50 partidos en Primera", matiza. Lleva 124 en total.

Los beneficios de la paternidad

Continúa Clerc: "En casa sufren porque nosotros sufrimos, lo pasamos mal. Ellos quieren que seamos felices y cuesta. Cuesta. Pero en mi caso el hecho de haber tenido un hijo este año ha sido un poco de luz dentro de la oscuridad. Porque llegar a casa y ver a tu hijo y compartir cualquier cosa con él te saca todo lo malo de la cabeza. En este sentido me ha ayudado mucho la familia, el niño. Te hace ver lo que es realmente importante en la vida. Te ayuda a relativizar y a ver lo bueno de la vida".

 "Hay que ser profesional, pero hay que poner unos límites. Porque la vida que tenemos fuera del fútbol es muy bonita y, a veces, las cosas que nos pasan dentro del fútbol pueden afectar negativamente en tu vida. Tienes que intentar mantener un equilibrio fuera del fútbol, cerrar la persiana cuando acaba tu día y llegas a casa para no dejar entrar nada del trabajo, te vaya bien o te vaya mal, vivir tu vida. Porque si no, si hipotecas tu felicidad en el fútbol, irás mal. Otro año quizás lo hubiera pasado peor, pero el hecho de tener un hijo te hace poner las cosas en la balanza y valorar las cosas", argumenta.

 Dice que no le está costando conciliar el sueño pese a la situación del Elche: "Mis padres siempre me han dicho que si duermes bien por la noche significa que has hecho todo lo que estaba en tus manos. Y que no hay nada más bonito que ir a dormir tranquilo". "Bueno, dormir bien es mi plan. Pero Luca tiene otro", sonríe Clerc.

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