Perdona, Kun, ¿quién es el gilipollas?

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Lo conozco desde hace tiempo. Es un ser exquisito, encantador, honesto, abierto, modesto, discreto. Una de esas personas, cierto, como hay cientos, miles, seguro, en toda Catalunya, en toda España, que se desviven por el deporte de base, por el fútbol modesto y, muy especialmente, por el club de sus amores.

No creo que Joan Forcadell, presidente de la Unió Esportiva de Sants, que pelea por salvarse del descenso en la Tercera RFEF, que dirige la entidad con mimo y, sobre todo, con amigos y vecinos, con amor, con tacto, con complicidad, merezca ser insultado por el Kun Agüero, que le llamó “gilipollas” y hasta lo mandó “a tomar por el culo”, simplemente porque se atrevió a cuestionar el papel de uno de sus futbolistas en el domingo celestial, glorioso, único de la fiesta suprema de la Kings League en el Camp Nou.

Desde luego, si aquí hay algún gilipollas, ya les digo yo que no es Forcadell, ni mucho menos Cristian Ubón, el futbolista que dejó solos a sus compañeros del Sants el día que se jugaban una de las pocas bazas que le restan para salvar la categoría, al preferir la fiesta, perdón, el fiestón, la concentración, la diversión, los cánticos, los himnos, los autógrafos, los twitch, la admiración de los youtubers, de los influencers, de las redes, el pálpito de miles de fans que el duro partido en Villafranca, donde sus compañeros cayeron derrotados (3-2), pese a remontar dos tanteos adversos.

El nuevo Pressing Catch

Al señor que el Kun Agüero, alguien que se cree que puede decirlo todo porque habita el mundo de las redes donde todo es posible y verbalizable, insultó al llamarle gilipollas, simplemente se le ocurrió decir que los ricos, los famosos, los populares, los nuevos dueños del mundo, de las redes, los inventores del nuevo show, más parecido al Pressing Catch, de Héctor del Mar, que al fútbol, se les ha ido la mano (del desprecio y la autosuficiencia) a la hora de reclutar a futbolistas modestos, a los que les pagan 75 euros por partido, cuando ellos pregonan que ganan millones, no sé si de euros, que también, pero sí de audiencia, que no deja de ser dinero en su mundo.

Los jugadores de El Barrio de Adri Contreras celebran la Kings League conseguida en el Camp Nou.

Los jugadores de El Barrio de Adri Contreras celebran la Kings League conseguida en el Camp Nou. / EL PERIÓDICO

Es verdad, ¡claro que es verdad!, que a nadie le han puesto una pistola en la sien para plantar al Sants, al FC Santboià o al Granollers. Es verdad que nadie es lo suficientemente profesional (bueno, nadie vive de eso) como para no sentir la tentación de ser protagonista de una historia mediática en las redes, en un mundo (casi) de ficción, pero no es menos cierto que el otro fútbol, el que defiende Forcadell, el que defiende Miguel López del CF Santboià, el que defiende Dani Rizaldos del Granollers, es el fútbol de siempre, el fútbol del que, ahora, se alimentan Piqué&Cia para triunfar y ganar millones.

“Yo llevo muchos años en esto como para que, ahora, lleguen cuatro cantamañanas y monten su negocio privado a costa de desmontar nuestros equipos, el trabajo de gente que vive en el alambre, que trata de cuadrar presupuestos imposibles, amando a su club de toda la vida, para que los creadores de este chiringuito cuenten con futbolistas, formados por nosotros, para generar millones de clics”, explica Miguel López, que, de la noche a la mañana, se quedó sin tres futbolistas y el preparador físico, que también se fue a jugar la Kings League, sin mediar palabra, ni decir adiós. “Repito, yo solo pido un poco de respeto y que no pisoteen, con su poderío, mediático y económico, la labor de los modestos”.

Dos porteros menos

Es posible, sí, que el Kun Agüero también considere que Dani Rizaldos, del Granollers, es otro gilipollas por defender la integridad de su entidad y pedir, aunque no le hagan ni caso, ni dos líneas de washap, a la Federación Catalana de Fútbol que intervenga para impedir esta manera tan curiosa que tienen los creadores de la Kings League de realizar sus fichajes, a base de glamour, selfies, fotos con Piqué y demás estrellas de las redes, a sus mejores futbolistas. Puede que el Kun piense lo que piensa Gerard Romero “que igual algún día uno de esos chicos llegan a Primera División gracias a la Kings League” (Catalunya Radio, el pasado lunes).

Y pronto ocurrirá lo mismo con el fútbol femenino y el canterano: llegan la Queens League y la Prince Cup

“Yo solo sé que, de la noche a la mañana, me desaparecieron cuatro futbolistas, entre ellos los dos porteros y, a partir de ese momento, vivimos de la desesperación, pues ponte a buscar, a mitad de temporada, un portero cuando ya no queda ninguno. Gracias que el Sabadell nos ha dejado un chavalito de 17 años estupendo”, explica Rizaldos.

“Se fueron de un día para otro, sí”, añade Rizaldos. “Nos están haciendo mucho daño, sí, pero, bueno, uno entiende que los chicos se vuelvan locos por la modernidad, aunque lamentamos que no tengan el cariño que se debe tener por tu club. Yo creo que los chicos juegan por la popularidad, por el show, por la repercusión en las redes, por salir en los twitch de los famosillos y los organizadores se llevan el dinero”.

El fútbol modesto catalán está inquieto (al parecer, la Federación Catalana, no), pues esto solo acaba de empezar. Ahora viene la misma movida en el fútbol femenino y en el canterano, la Queens League y la Prince Cup. Helicóptero incluido.

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