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La selección nacional palestina sueña con el Mundial

Los jugadores, conocidos como los 'Leones de Canaan', confían en la ampliación de equipos de 32 a 48 en la próxima Copa del Mundo de 2026

Mundial de Qatar.

Mundial de Qatar. / Morocco's Ismail El Haddad and Palestinian Yaser Hamed contest the ball in an Arab Cup game in December 2021. FOTO Suhaib Salem/Reuters

Andrea López-Tomàs

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Existe en el mundo una selección de fútbol que casi nunca puede entrenar al completo. Convocar a todos sus jugadores en un mismo lugar se convierte en una misión imposible cuando tratan de prepararse para un campeonato. En realidad, las distancias que les separan son irrisorias pero es la burocracia lo que les supera. Aunque comparten el mismo origen bajo la bandera que representan, cada uno cuenta con un pasaporte distinto en función del lugar donde les ha tocado nacer. Nunca han jugado un Mundial, ni nada que se les parezca. Pero sus ojos están puestos en la Copa del Mundo del 2026. El pueblo árabe aupa a la selección nacional palestina hasta el sueño más grande. 

Durante los últimos meses, sus victorias han hecho de este sueño algo casi probable. Lograron clasificarse para la Copa Árabe de la FIFA 2021 en Qatar. Aunque no llegaron a quedar entre los elegidos para disputar el Mundial, alcanzaron la segunda ronda de las eliminatorias asiáticas de un total de tres etapas. El pasado verano se clasificaron para la Copa Asiática de 2023 de la Confederación Asiática de Fútbol, pospuesta hasta enero de 2024. Su apoteósica victoria 4-0 contra Filipinas fue la tercera consecutiva tras vencer a Mongolia y Yemen. 

De distintos lugares

Son entre 25 y 30 los palestinos normalmente convocados por su selección. Cada uno de ellos, en realidad, proviene de distintos puntos del globo. Por ejemplo, el portero Rami Hamadeh cuenta con ciudadanía israelí, ya que es uno de los 1,9 millones de palestinos que viven en el Estado hebreo. En cambio, el central Yaser Hamed nació en España de padre palestino y madre española. A pesar de tener la ciudadanía española y poder jugar con su selección si es convocado, prefiere hacerlo en la palestina. “Es increíble jugar para el equipo nacional de fútbol palestino porque estoy orgulloso de ser palestino; necesito usar mi voz para la selección palestina”, ha dicho en declaraciones a la CNN. 

“Es como si pudiera luchar por el país; esto es muy importante para mí”, ha confesado Hamed. Por su parte, el delantero Oday Dabbagh, oriundo de Jerusalén Este, es la gran promesa del equipo. Es el primer atleta palestino de cosecha propia en protagonizar una de las mejores ligas europeas, según la Asociación Palestina de Fútbol (APF). Juega para el FC Arouca de Portugal y será transferido al belga R. Charleroi SC en junio. Pero ingresar en el conjunto portugués no fue fácil. Al haber nacido en Jerusalén Este, no cuenta con un pasaporte ya que Israel no reconoce a los palestinos de la parte ocupada de la ciudad santa como israelís pero, a la vez, tampoco Portugal reconoce formalmente al Estado de Palestina. 

Los Leones de Canáan

La gran mayoría de los jugadores palestinos han nacido en otros países, principalmente en Chile y Estados Unidos, donde están las diásporas palestinas más importantes del mundo. La APF fue creada en 1952, pero no fue hasta 1998 cuando la FIFA la aceptó tras la creación de la Autoridad Nacional Palestina. Pero la relación entre la APF y la FIFA no ha sido muy buena. A lo largo de los años, la agrupación palestina ha presentado múltiples quejas a la organización internacional acusándola de incapaz de intervenir en el control de Israel sobre los deportes palestinos. La APF ha denunciado al Estado hebreo por poner trabas a los movimientos de los jugadores palestinos y se ha opuesto a la celebración de partidos de fútbol entre equipos israelís en los asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada. 

Conocidos como los ‘Leones de Canáan’ o los ‘Fedayín’ (guerrillero en árabe), entrenan, cuando pueden, bajo la batuta del tunecino Makram Daboub desde el 2021. “Nuestra base de entrenamiento está en Cisjordania y puedo ver los partidos aquí, pero no puedo ver ni entrenar a los jugadores en Gaza por las restricciones de movimiento ni ellos pueden venir aquí”, ha explicado Daboub a la CNN. Los habitantes de Gaza sufren el bloqueo terrestre, aéreo y marítimo impuesto por los ejércitos israelí y egipcio desde hace más de tres lustros

Sin libertad de movimiento

“La libertad de movimiento para entrenar o asistir a partidos es difícil y en nuestro caso tardamos casi un día para movernos a un lugar al que deberíamos tardar entre 20 o 30 minutos”, ha denunciado Daboub. Pese a las dificultades, a los obstáculos físicos, los jugadores de la selección nacional palestina sueñan con lanzar su mensaje al mundo a través del balón. Encuentran la inspiración en lo lejos que ha llegado Marruecos en el último Mundial, convirtiéndose en el primer equipo árabe y africano en alcanzar las semifinales. En cada etapa del campeonato, los leones del Atlas ondearon banderas palestinas.

Ahora, estos jugadores confían en las nuevas posibilidades que brinda la supuesta ampliación del número de equipos en la Copa del Mundo de 32 a 48. Los países asiáticos contarían con cuatro plazas adicionales para clasificar. El camino hacia el Mundial del 2026 empieza en unos meses, con la primera etapa de los clasificatorios continentales que tendrá lugar el 16 de noviembre, seguida dos fases más en los dos años siguientes. “Vamos a hacer lo que hizo Marruecos en la Copa del Mundo”, se atreve a pronosticar Daboub.

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