Diana Martín: "Después de un parto ves que tienes un cuerpo de atleta que no parece el tuyo"

Colgar las zapatillas y guardarlas en un armario es algo incomprensible para Diana Martín por mucho que haya decidido a los 41 años dejar la alta competición. Mientras atiende a este periodista ya se prepara para salir a trotar, con las mallas puestas y el calzado a punto. La cultura del deporte forma parte de su vida, de su marido, que también ha sido atleta, y es lo que inculca a sus dos hijas, a Judith y a Nadia. “Quiero que mis hijas vean que sus padres hacen deporte y que es tan necesario como estudiar, que el deporte forma parte de la vida”.

Diana Martín se despidió del deporte profesional el domingo pasado en el Campeonato de España de cros, pero al día siguiente ya estaba corriendo por Móstoles, donde ha crecido, donde se formó como atleta y donde ahora entrena a futuros corredores y corredoras. Y como a tantos otros deportistas el confinamiento de la primavera de 2020 supuso un cambio en su vida. Ella decidió quedar embarazada de su segunda hija. “Para una atleta profesional es muy complicado retomar los entrenamientos tras el parto. Ves que tienes un cuerpo que ya no parece el tuyo. Volver a adquirir la forma previa al embarazo conlleva muchísimo esfuerzo y sobre todo una gran disciplina, a lo que se añade el cansancio por la inactividad previa”.

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Y no solo eso. Hay disciplinas donde ya se han establecido unas bases para que las mujeres que se dedican profesionalmente al deporte no queden desamparadas durante el embarazo y los meses siguientes al parto. En atletismo todavía hay mucho por hacer. “Regresas a la competición y ves que has perdido los puntos y los requisitos para las becas. Tampoco puedes acelerar en la preparación porque te puedes lesionar Muy complicado. Además, tienes bebés y otras prioridades. Al menos, y siempre se lo agradeceré, mantuve el patrocinio de Adidas durante los embarazos. Pero no tiene nada que ver para una madre deportista reintegrarse al deporte como para un atleta que haya sido padre. Nada que ver”.  

La gran final

Diana Martín Giménez vivió su gran día como deportista en la final de los 3.000 obstáculos del Europeo de Zúrich de 2014. Se colgó la medalla de bronce, su mayor logró deportivo con dos presencias olímpicas, en Londres y en Río, en una etapa deportiva que combinó con carreras de 5.000, carreras urbanas y pruebas de cros, en las que siempre destacó como una gran especialista. “Todavía me emociono cuando veo repetida la carrera. Se la pongo a mis hijas y veo que igual hago segunda… pero siempre termino en tercera posición” bromea.

A principios de este siglo nació el 3.000 obstáculos femenino y muchas mujeres vieron en la prueba una oportunidad para dedicarse a una carrera que necesitaba especialistas en formación. Martín fue una de ellas, en una prueba en la que se debía combinar velocidad, con técnica, táctica y habilidad para superar los obstáculos. “Ahora ya es diferente. Atletas, como yo, con 21 años, no teníamos experiencia y comenzábamos de cero. Ahora es diferente porque ya hay niñas con 12 o 13 años que ya empiezan a probar con esta carrera y crecen con los obstáculos. Por eso, yo nunca fui una obstaculista perfecta, ya que tenía una técnica muy básica. Ahora las niñas aprenden y saben cómo desgastar la menor energía superando estos obstáculos”.

Ahora continuará con la formación de sus hijas, como entrenadora en el Desafío Running Móstoles y como secretaria general de la Federación Internacional de Pádel, aunque sea más por cuestiones profesionales que como experta con la raqueta y los trucos entre la pared y la red.

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