Barcelona recupera el empuje prepandemia para el medio maratón y el maratón

Barcelona ha recuperado el aliento en sus dos principales carreras de fondo. Después de dos años marcados por las consecuencias de la pandemia, el medio maratón y el maratón volverán a cifras de participación propias de las ediciones anteriores. El concejal de Deportes, David Escudé, y el director de las dos pruebas atléticas, Mauro Llorens, han mostrado esta mañana su satisfacción por la evolución de las inscripciones y la consolidación de las carreras, sobre todo el medio maratón, en el escalafón más alto de las carreras urbanas de fondo.

El 19 de febrero se disputará un medio maratón que cuenta ya con 17.000 inscritos, por lo que cabe pensar que la cifra final se acercará a los 20.000. Es el límite posible para una carrera que disfruta de la máxima etiqueta de la IAAF, la Gold Label, desde hace cinco años. Solo Barcelona cuenta con esta catalogación entre los medios maratones de España. Lo ha conseguido porque es una carrera muy rápida para los grandes especialistas. El pasado año, 5 de las 25 mejores marcas mundiales masculinas en los 21,097 kilómetros se consiguieron en el circuito barcelonés.

La saturación golpea a las carreras urbanas e impulsa las de montaña

El ganador de los dos años anteriores, el etíope Haftu Teklu, se presenta como el favorito para obtener su tercer triunfo consecutivo en el medio maratón, y atacar su récord de la prueba de 59.06 minutos. A su lado tendrá numerosos corredores que ya han bajado de la hora. No será menos relevante la participación de la carrera femenina, en la que el objetivo es batir el récord de la keniana Florence Kiplagat (1.05.09), que logró en las ediciones de 2014 y 2015 lograr la mejor marca mundial en Barcelona. Dos enormes campeonas etíopes como Genzebe Dibaba y Joyciline Jepkosgei serán las grandes amenazas para la marca de Kiplagat.

Dos ediciones en seis meses

Un mes después del medio maratón, como es costumbre, se celebrará el maratón en un contexto de normalidad. La pandemia obligó a que las ediciones de 2021 (noviembre) y 2022 (mayo) se celebrarán con solo seis meses de diferencia, lo que afectó a la participación, sobre todo extranjera por las restricciones del covid-19. Este año, la organización ya cuenta con unos 12.000 inscritos y aspira a a superar los 15.000, de nuevo con mayor participación foránea (55%) que estatal. En sus años de mayor apogeo, en las ediciones anteriores a la pandemia, llegó a superar la cifra de 20.000 inscritos.

Eran años en que los maratones de Valencia y Sevilla no habían alcanzado el nivel que tienen hoy. El primero por su capacidad económica (su presupuesto cuadriplica el de la capital catalana) y el segundo por un recorrido que está considerado el más rápido de España. La edición del 19 de marzo, que tendrá por primera vez la misma etiqueta Gold Label que el medio maratón y por lo tanto una mayor dotación de premios, aspira a convertir a Barcelona en uno de los 10 maratones más rápidos de Europa con un ganador que baje de las dos horas y cinco minutos. Para ello la dirección de la prueba introducirá unos retoques en el recorrido para reducir el desnivel y poder batir los récords del etíope Yihuniligne Adane (2.05.53) y de su compatriota Meseret Gebre Dekebo (2.23.11), ambos conseguidos el pasado año. El keniano Reuben Kiprop Kipyego (2.03.55) aparece como el favorito.