Arabia Saudí somete a Messi después de hacerle más rico

Multimedia: la porra mundialista de Emilio Pérez de Rozas y de la sección de Deportes

Qatar desde mi sofá 3

Qatar desde mi sofá 3 / Archivo

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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 Leo Messi firmó, el pasado mes de mayo, un contrato estratosférico (el diario ‘La Nación’ lo comparó al que firmó David Beckham para ser Embajador Cultural de Qatar durante 10 años por 200 millones de dólares) con el polémico MBS, Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí, para convertirse, en realidad ya lo es, en el Embajador Turístico de ese rico país, que le valió, cómo no, las críticas por prestarse al ‘sportswashing’, un término que popularizaron organismos como Amnistia Internacional para describir el uso del deporte por parte de algunos gobiernos para legitimar regímenes acusados por graves violaciones de los derechos humanos.

Messi viajó, en aquel mes de mayo, en compañía de su hermano Matías, para participar en diversas campañas de turismo, anuncios y demás, y su visita fue aprovechada por Ahmed al Jatid, ministro de Turismo de Arabia Saudí, para “comunicar que me complace anunciar a Leo Messi como embajador turístico saudí”. Uno de los anuncios de ‘Visitsaudí’ muestra a Messi en un yate en el mar Rojo con la leyenda “Leo Messi quiere que des rienda suelta a la búsqueda de tus emocions y descubras lo inimaginable”.

Messi (casi) no jugó

Es decir, Messi debutaba ayer frente a su principal cliente, frente al país que lo convirtió en casi, casi, milmillonario y los seguidores futbolísticos de Riad y otras ciudades de Arabia Saudí estuvieron viendo la sorprendente y merecida victoria de su selección mientras la televisión saudí intercalaba anuncios de la estrella argentina invitando al mundo a visitar Arabia Saudí.

En Buenos Aires, donde el colegio no existió hasta después de las nueve de la mañana (el partido se retransmitió a las siete de la mañana) y las entradas a las oficinas se retrasaron tanto como quisieron sus empleados, la población, toda forofa de la albiceleste, sufrió uno de los mayores desengaños de su vida, entre otras cosas porque Leo Messi, ‘pecho frío’ en su momento, no se presentó al partido y solo pudo conseguir su gol “gracias a la ayuda arbitral”, como reconoció uno de los comentaristas de una de las muchas radios (Radiofusión, Radio Mitre, Radio Rivadavia…) que estuve escuchando a lo largo de todo el partido.

Messi desencajado durante el partido entre Argentina y Arabia Saudita.

Messi desencajado durante el partido entre Argentina y Arabia Saudita. / DPPI/Sebastian El-Saqqa

Messi, que juega su quinto Mundial y lidera una selección que llevaba (hasta ayer) 36 partidos sin perder, cayó frente a Arabia Saudí, una de las selecciones, teóricamente, más débiles de esta Copa del Mundo. Su partido, cierto, como el de todos sus amigos y colegas, fue horrible y provocó el griterío de buena parte de los miles y miles de argentinos presentes en el estadio de Losail. “Juntamos plata tres años para venir a Qatar y juegan así, ¡que decepción!”, lamentaban seguidores procedente de Pergamino, ciudad al norte de Buenos Aires.

"Juntamos plata durante tres años para venir a Qatar y juegan así, ¡que decepción!", comentan unos seguidores argentinos en el estadio

“¡Un golpe Mundial!”, títuló el deportivo y divertivo diario ‘Olé’ argentino. “Todo el mundo espera que Leo Messi lo solucione todo”, escribió ‘La Nación’, “pero cada año que pasa,materialmente, su respuesta física es menor. Scaloni también sufrió las dudas del primerizo y su capitán no le rescató”.

Aficionados de Argentina ven el partido de fútbol  entre Argentina y Arabia Saudita en Buenos Aires.

Aficionados de Argentina ven el partido de fútbol entre Argentina y Arabia Saudita en Buenos Aires. / AFP/ LUIS ROBAYO

Argentina se paralizó este martes y el país entero tardó un par de horas en ponerse a andar. Cuentan que había colas a las seis de la mañana en las panaderías y que hasta en el colegio donde estudio el seleccionador Lionel Scaloni, en la localidad de Pujato (provincia de Santa Fe), los niños se citaron dos horas antes de la clase para ver el partido juntos. Todo eso para que, en el minuto 113 con 80 segundos, el último, el comentarista de Radiofusión, gritase, desconsolado “si a Argentina no se le cayó una idea durante todo el partió, durante 113 minutos, no creo que se le vaya a caer ahora, ni siquiera en el último segundo”.

Todo, absolutamente todo el consuelo de un país, se centró ayer en el hecho, incontestable, por otra parte, y así lo vociferaron en todas las radios, televisiones y publicaciones del país, de que España, campeona en Suráfrica, también perdió (0-1) contra Suiza en el partido de su debut. Hasta para los momentos más duros de la vida de Argentina, la Madre Patria sirve de consuelo. Eso sí, o debuta Messi, o vuelve Messi, o renace Messi, o ese dato servirá de poco. De nada.

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