La tripulante española

Paula Barceló, una navegante de SailGP, entre el mar y la medicina

El reglamento de la competición determina que siempre tiene que navegar una mujer en los catamaranes.

SailGP. foto 2

SailGP. foto 2 / SAILGP

Sergi López-Egea

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Los compañeros la recuerdan como cada mañana en Chicago, en la única regata de SailGP disputada en agua dulce, se iba a las 5 de la mañana a un Starbucks situado cerca del hotel del equipo español. Un café, buen wifi y el ordenador abierto le servían para preparar los exámenes de medicina. Estaba entonces acabando el cuarto curso. Y estudiar cuando te pasas como mínimo medio año fuera de casa no resulta fácil. "Me gustaría especializarme en traumatología y así poder seguir vinculada al deporte. También me gusta la oncología", cuenta en el hangar español Paula Barceló, una mallorquina que vive en Barcelona y que en los Juegos de Tokio se quedó a las puertas de la medalla en la clase 49er FX, al ocupar la cuarta plaza de la clasificación.

El reglamento de SailGP obliga a todos los equipos a alistar a una mujer en el catamarán. Cuando las condiciones del viento son idóneas para navegar el barco cuenta con ocho tripulantes. Sin embargo, si las ráfagas son nulas y casi no hay forma humana de mover el catamarán entonces, para aligerar peso, se quedan cuatro personas a bordo. Pero siempre tiene que haber una mujer en el cuarteto.

Barceló habitualmente se sitúa por detrás de Xammar. Ella es quien informa del tráfico, visualiza dónde van los rivales. Por decirlo de otra manera, suyos son los ojos del barco, quién va delante, quién va detrás. Y, ciertamente, muchas veces resulta complicado, si no es con la ayuda de los gráficos de la televisión, saber dónde van unos y otros.

La estratega del equipo

"Siempre me cae la culpa", bromea Barceló. "Históricamente eran los hombres quienes tripulaban este tipo de catamaranes por lo que es muy bueno que ahora se haya incorporado a la mujer. Pero ojalá un día no sea necesario dictar una norma en el reglamento para que hayan mujeres en los barcos". Cuando solo quedan cuatro tripulantes por la sinrazón de la falta de viento, entonces será Paula la que moverá los 'foils' del 'Victoria'. "La estratega siempre se sitúa detrás del piloto. Desde allí hay que vigilar la dirección del viento y sobre todo evitar el cruce con un barco rival".

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