Tenis

Nadal se despide de las Finales ATP: "Mañana empieza la temporada 2023 para mí"

El astro balear cae ante Aliassime, dice adiós al torneo y encumbra a Alcaraz

El murciano se confirma como el número 1 más joven de la historia a final de año.

El tenista balear Rafa Nadal.

El tenista balear Rafa Nadal. / Reuters

Jaume Pujol-Galceran

Jaume Pujol-Galceran

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Cara y cruz. Mal día para Rafael Nadal y todo lo contrario para Carlos Alcaraz. A las 21.43 de este martes el tenista murciano supo que acabará el año como número 1 mundial, cuando Casper Ruud le arrebató el primer set a Taylor Fritz en un duro encuentro en las Nitto ATP Finals que acabó llevándose el noruego, primer semifinalista (6-3, 4-6, 7-6 (6)).

Nadal solamente tenía opciones de superar a Alcaraz si ganaba el título en Turín pero su derrota ante Felix Auger-Aliassime (6-4, 6-3) ya le había dejado con las mínimas aspiraciones. Solo una carambola, casi imposible, le mantenía matemáticamente vivo, hasta conocer el resultado del partido que enfrentaba al tenista noruego y el estadounidense, en el último partido de la jornada.

El 18º jugador

"Mañana empieza la temporada 2023 para mí", ya había adelantado Nadal, tras sufrir su segunda derrota en Turín horas antes de que Alcaraz supiera definitivamente que nadie le impedirá empezar el 2023 como número 1 mundial.

El joven tenista murciano, ausente en Turín por lesión, se convierte en el 18º jugador en conseguirlo desde que Ilie Nastase lo logró por primera vez en 1973. Y no solo eso. Desde este martes 15 de noviembre de 2022 es el más joven en conseguirlo, a los 19 años 6 meses y 16 días, superando al australiano Lleyton Hewitt que ostentaba el récord desde el 11 de noviembre de 2001, cuando lo consiguió con 20 años, 8 meses y 23 días.

Privilegiado club

Diez semanas y dos días después de haber ganado el Abierto de Estados Unidos, Alcaraz accede a un privilegiado club en el que, hasta ayer, el único socio español era Rafael Nadal, que ha sido número 1 en cinco ocasiones (2008, 2010, 2013, 2017 y 2019).

En solo dos años Alcaraz ha saltado del 141 mundial al número 1. Ni en sus sueños más felices figuraba, entonces, la proeza que ha acabado logrando en una temporada en la que ha conquistado cinco títulos (Río de Janeiro, Miami, Barcelona, Madrid y el US Open), con 57 victorias y solo 13 derrotas.

Nadal era el primero en alegrarse por el éxito de Alcaraz. "Se lo merece", había dicho a su llegada a Turín. El tenista balear no tenía ese objetivo principal en su mente. "Mi cuerpo, mi año, mi situación personal no me permiten luchar por este objetivo. Estos dos partidos del Masters han sido un desastre a nivel mental", decía.

Sin confianza

En el duelo ante Auger-Aliassime volvió a verse su falta de confianza. Su tenis fue de más a menos, después de un primer set en el que aguantó el pulso al discípulo de su tío Toni Nadal, presente en las gradas junto al equipo del canadiense.

Pero después de que se le escaparan cuatro ‘break points’, dos en el primer juego y dos más en el séptimo, Nadal dejó cedió su saque con un 40-0 a su favor. El número 2 cometió dos dobles faltas seguidas y dos errores no forzados para perder su saque (5-3). Una ventaja que Auger-Aliassime ya no dejaría escapar para ganar el primer set, hacer un nuevo ‘break’ al inicio del segundo (2-1) para lograr su primera victoria ante el tenista balear.

Después de su retirada en las semifinales de Wimbledon, Nadal solo había jugado seis partidos y no gana un partido desde que perdió en octavos de final del Abierto de Estados Unidos. Nunca, desde 2009, Nadal había cedido cuatro derrotas seguidas.

Asignatura pendiente

El Masters seguirá siendo su asignatura pendiente en su palmarés desde que se clasificó por primera vez en 2005. A sus 36 años, Nadal sabe que el tiempo en pista va a contrarreloj.

Este jueves aún jugará un último partido con Ruud. "Necesito acabar el año de una manera positiva, y no me refiero a ganar, ofreciendo una imagen que me ayude a continuar. No sé si voy a recuperar el nivel, pero voy a morir por ello. Sigo motivado. Por eso estoy aquí en el Masters y no se me ha olvidado jugar al tenis. La tranquilidad me la da ganar los tres partidos que he perdido estas tres semanas. Estoy triste, desilusionado, pero mañana será otro día", concluyó.