El caso de la capital catalana

Las mujeres salvan las inscripciones en las carreras populares de Barcelona

"No hay suficientes corredores para tantas pruebas populares por lo que se deben racionalizar", advierte David Escudé, concejal de Deportes del ayuntamiento de la capital catalana.

El 32% de los dorsales en la última Cursa de la Mercè fueron para corredoras, una cifra que aumentó al 36% en la Cursa de Bombers disputada el mes de octubre.

Cursa Bombers 2022

Cursa Bombers 2022 / JORDI COTRINA

Sergi López-Egea

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Solo la participación femenina aumenta en todas las carreras populares que se han organizado en Barcelona después de superarse las restricciones por culpa de la pandemia. En datos ofrecidos a este diario por el ayuntamiento de la capital catalana se verifica este crecimiento con un importante porcentaje de mujeres en todas las pruebas abiertas a ambos sexos. Así, en la Cursa de la Mercè celebrada en septiembre, el 32% de la inscripción fue femenina. El aumento llegó hasta el 36% en la Cursa de Bombers disputada el 23 de octubre.

El ayuntamiento considera que actualmente existe un excedente de carreras populares en Barcelona por lo que competición que desaparezca no se va a recuperar. “No hay suficientes corredores para tantas pruebas populares por lo que se deben racionalizar”, admite David Escudé, concejal de Deportes. Principalmente, en Barcelona se celebran dos tipos de carreras, las organizadas directamente por el ayuntamiento, aunque una empresa lleve la explotación, como es el caso del maratón, y las que impulsan los distritos o barrios de la ciudad, que casi siempre coinciden con la fiesta mayor del lugar.

"Al final, los vecinos se quejan"

Escudé considera que antes, cuando solo había principalmente cinco carreras en Barcelona (maratón, medio maratón, Bombers, Mercè y Nassos) estas pruebas populares daban beneficios. Ahora ya no es así. Ahora hay que repartir el pastel, “al margen del auge que están adquiriendo las carreras de montaña”. Este fin de semana, sin ir más lejos, se han organizado cinco pruebas populares en la capital catalana.

Además, se debe intentar que no sean siempre los mismos distritos los que concentren el mayor número de competiciones porque “al final los vecinos se quejan por los ruidos y las molestias, pese al esfuerzo de la Guardia Urbana en buscar alternativas de movilidad”, afirma Escudé.

La histórica Mitja de Granollers

“Antes los aficionados al ‘running’ corríamos las carreras de nuestra ciudad y la gran referencia catalana que era la Mitja de Granollers. Ahora muchos creen que si no van la Behobia-San Sebastián (que se disputa este domingo) ya no son nadie. Pero el programa de carreras es infinito en Barcelona, en Catalunya, en España, en Europa y en el resto del mundo”, añade Escudé quien aparte de concejal es un asiduo practicante de este deporte.

Los estudios municipales indican que, al margen del crecimiento de la participación femenina, Barcelona es una de las ciudades europeas donde más gente corre asiduamente por las calles, lo que sirve como indicativo de que no decae la pasión por el ‘running’. La voluntad, por lo tanto, es racionalizar las carreras populares, entre otras cosas porque resulta poco atractivo para los participantes correr lejos de las zonas más conocidas de una ciudad. “El ‘running’ fomenta el turismo deportivo. La gente que nos visita para correr el maratón viene con la familia y pasa unos días en la ciudad”.

“Si no regulamos las carreras populares nos cargaremos a la gallina de los huevos de oro. Los organizadores, además, no ganan tanto dinero porque hay que pagar las vallas, los avituallamientos, la propia seguridad de la prueba y, desgraciadamente, muy pocas disponen de buenos patrocinadores”, recalca Escudé.