El Girona se exhibe ante el Athletic para reforzar el punto del Bernabéu

A la octava llegó la vencida. El Girona volvió a ganar y lo hizo con una exhibición ante el Athletic, terminando así con una sequía de siete jornadas sin vencer (2-1). Ante más de 11.000 espectadores, se zampó a su rival durante muchos minutos y se puso por delante con goles de David López e Iván Martín, que reaparecía meses después de lesionarse. Pero también supo defender cuando Guruzeta recortó distancias a un cuarto de hora del final. Respiran un poco los jugadores de Míchel, que reforzaron el punto de hace una semana en el Bernabéu y alcanzan ya los 13 puntos en la clasificación.  

El chaparrón inicial duró, más o menos, una media hora larga. Tiempo para ver al mejor Girona de la temporada. Un equipo intenso y coherente, con hambre, decidido y ordenado. Neutralizó al Athletic y se decidió a pisar área, con las ocasiones que se fueron acumulando, pero sin la puntería necesaria para materializarlas.

Fue la única pega de una puesta en escena brillante, capaz de enganchar al espectador desde el primer minuto, con un control horroroso de Valery cuando subía solo hacia portería, hasta el minuto 33, cuando Miguel, después de sentar a un rival, probó suerte con un disparo que rebotó en un defensa y terminó a manos del portero. De por medio, incontables llegadas y un fútbol eléctrico del conjunto local.

Excelente cabezazo

Miguel no encontró portería en el minuto 6, mientras que en el 9 fue Toni Villa el que remató desviado tras una gran jugada coral. Valery lo intentó en el 12 y el balón no encontró la escuadra por poco, mientras que Unai Simón puso una buena mano ante el disparo de falta de Aleix Garcia. En el 19 fue Yangel el que se quedó con la miel en los labios. ¿Y el Athletic? No apareció hasta los compases finales del primer acto, cuando empezó a combinar un poco con cara y ojos. Hasta entonces, nada. 

El paso por los vestuarios multiplicó el hambre del Girona y sirvió para confirmar que Gazzaniga ha cogido la titularidad con ganas de quedársela. El segundo tiempo comenzó como el primero, pero esta vez sí acompañó la puntería. En el 66, a balón parado, cayó el primero. Aleix García sirvió una falta lateral al primer palo y David López envió el balón al fondo de la red con un excelente cabezazo.

Iván Martín puso el segundo por debajo de las piernas de Unai Simón en pleno delirio de Montilivi, aunque Guruzeta recortó distancias. Tocaba sufrir, nada había decidido. Pero el Girona defendió bien y saboreó un triunfo muy merecido.