El 'círculo vicioso' del Espanyol

Uno de los tópicos más habituales del fútbol es el que lo define como un juego que se decide por detalles, un deporte en el que los errores marcan tendencias y resultados. En el caso del Espanyol esa realidad está siendo demasiado cruel. El equipo perico encadena desgracias en forma de fallos inexplicables que han marcado este comienzo de Liga.

Solo han transcurrido seis jornadas, pero el cuadro blanquiazul se han instalado ya en la zona baja. Así encara un parón de selecciones que debe ayudar a ajustar mecanismos en busca de una reacción en octubre, un mes que se presenta con un calendario más benévolo, con tres partidos en casa (Valencia, Valladolid y Elche) y tres fuera (Cádiz, Osasuna y Mallorca) en los seis próximos compromisos. 

Tiovivo emocional

Dos semanas después de triunfar en San Mamés con el único éxito cosechado hasta ahora en la Liga (0-1), el Espanyol sigue inmerso en ese "tiovivo emocional" del que habló Diego Martínez en la víspera del choque en Donosti. El portero Álvaro Fernández y el mediocentro Vinicius Souza personalizaron en esta ocasión los errores que lastraron al cuadro blanquiazul.

"Hay que seguir remando. Está siendo duro, el déficit de puntos afecta a la confianza, hemos de ser muy fuertes mentalmente"

— Diego Martínez / Entrenador del Espanyol

Con 4 puntos de 18 posibles el bloque perico protagoniza un inicio muy discreto. Es cierto que siempre ha competido (el duelo ante el Rayo en casa fue el único tropiezo serio) y la actitud es positiva, pero falta continuidad. Y puntos. "Está claro que queremos subsanar los errores porque nos generan frustración. Hay que seguir mejorando. No podemos entrar en un círculo vicioso de desconfianza", avisó el entrenador del Espanyol tras la derrota ante la Real.

"No hay recetas mágicas"

La segunda visita al País Vasco de septiembre no fue tan afortunada como la de San Mamés. "Dimos la cara hasta el final y competimos, pero hay que corregir mucho", remarcó el gallego, siempre convincente en su discurso. "Estamos intentando que todos y cada uno de los jugadores alcancen su mejor versión, pero tenemos que seguir remando. Está siendo duro, el déficit de puntos afecta a la confianza, hemos de ser muy fuertes mentalmente, seguir y mejorar. No hay recetas mágicas".

Varios jugadores han aparecido ya en las fotografías de los goles. Desde Lecomte, el meta francés que empezó de titular el campeonato, hasta su relevo Álvaro, pasando por Cabrera, Sergi Gómez o Vini Souza. Ocurre en todos los equipos, pero cuando el pulso está equilibrado esos despistes resultan letales.

"Hacemos muchas cosas bien, pero hay errores que nos están condenando. Independientemente de eso, el equipo tiene alma, espíritu, carácter, ganas y ambición", reflexiona Diego Martínez, que también está probando diferentes variables tácticas. En el Reale Arena por ejemplo, optó por una defensa de tres centrales, con Sergi Gómez en el eje escoltado por Calero y Cabrera. 

Las dos áreas

Con 12 goles en contra en seis partidos es complicado sumar. El Espanyol necesita hacerse fuerte desde atrás y mejorar sus prestaciones especialmente en Cornellà, donde ha perdido los tres partidos (Rayo, Real Madrid y Sevilla). "No podemos conceder tanto en Primera. Hay que meterse eso en la cabeza", insiste el míster blanquiazul.

"El fútbol se decide en las dos áreas. En la nuestra tenemos que conseguir que pasen menos cosas y corregir los errores defensivos. En la contraria debemos ser más eficaces", resume Calero. El curso pasado también costó arrancar. A estas alturas el Espanyol de Vicente Moreno sumaba 6 puntos de 18, dos más que ahora, pero el único triunfo no llegó precisamente hasta la sexta jornada. 

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