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El Barça gana al galope en Sevilla

El Barça golea al Sevilla (0-3) en el Sánchez Pizjuán con tantos de Raphinha, Lewandowski y Éric García

Sevilla - Barcelona

Sevilla - Barcelona / EFE / Raúl Caro.

Marcos López

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Al galope ganó el Barça. Corre y corre el Barça de Xavi, sin necesitar la pausa que solía tener su ahora entrenador. No la necesita. ¿Para qué? Vive tranquilo con las poderosas manos de Ter Stegen, enorme parada la suya a Rakitic cuando los azulgranas aún no habían comparecido en el Sánchez Pizjuán, y después adquirió una velocidad vertiginosa para derrocar a un deprimido Sevilla. No empezó bien el Barça, pero terminó la primera parte perdonando hasta un 0-4. Y no, no es exageración alguna porque Koundé se equivocó en su cabezazo estaba solo en el área pequeña andaluza y Dembélé fue egoísta sin reparar en que si tienes a tu lado a Lewandowski lo correcto es siempre darle el balón y no pensar en que tú puedes definir mejor que el polaco. Es imposible.

Pero tiene tales demonios Xavi en el ataque que su Barça se emparenta, de momento, mucho más al de Luis Enrique que al de Guardiola. En ese tránsito en busca de su propia identidad, es un proyecto que se está construyendo sobre la marcha, el balón apenas se detiene en el centro del campo. Va y viene con tal celeridad que nadie puede despistarse. Ni siquiera para ir al lavabo. No paran de pasar cosas. Al inicio por la incomparecencia del Barça, que tardó en llegar, incapaz de detectar a Isco. Pero después, todo sucedía en el área de Bono. Llegaba en oleadas, guiado por el oscuro pero valioso trabajo de Gavi, que rebañaba todas las pelotas que caían a su alrededor. ¿Y luego? Luego, el tsunami, Basta ver el 0-1 cuando peor lo pasaba el equipo de Xavi, sin encontrar aún el hilo del partido. Robó Gavi, ¡quién si no!, se la dio a Busquets, este encontró a Dembélé, carrera de velocista del francés, y el ‘nueve’ firmó una definición dulce que topó con una acrobacia de Fernando, el jugador del Sevilla, pero el rebote cayó en la cabeza de Raphinha. Los tres delanteros invadiendo como bisontes el área de un superado Bono. 11 segundos de inicio a fin con intervención de cinco jugadores para silenciar el hermoso Sánchez Pizjuán donde el arrebato fue siempre azulgrana. 

Desorientado quedó el grupo de Lopetegui, incapaz de entender lo que sucedía. Cuando se dio cuenta, ya perdía 0-2. Apenas 16 segundos y tuvo como prólogo un saque de banda de Balde. Y, de nuevo, solo cinco jugadores ejercieron de actores de la jugada. Aunque Koundé, que se disfrazó de asistente desde la banda derecha ejerciendo de lateral, dejó un monumental pase, transformado después por Lewandowski en un verdadero tesoro. El desmarque entre lateral y central fue una delicia. El control con el pecho resultó una maravilla. Y la definición fue ‘lewandowskiana’. Un tratado de precisión y contundencia. Como el Barça de Xavi, equipo que no pregunta ni pide permiso. Llega, dispara y se va. Por todas las vías. Hasta en acciones a balón parado cuando un saque de esquina, realizado en corto, permitió a Raphinha, ese futbolista que tiene una fábrica de golosinas en su pierna izquierda. Ocho segundos tan solo para el 0-3, donde Koundé logró su segunda asistencia en la que había sido su vieja casa. Mejoró aún más el centro del brasileño para que Eric García saboreara la sensación de marcar su primer gol como profesional.

¿El Sevilla? Mejor, no preguntar. Y hasta Xavi, que temía una noche compleja y áspera en el Sánchez Pizjuán, vivía tranquilo mientras galopaban sus jugadores delante suyo. Él, contento como estaba por la goleada al Valladolid, no tocó nada en el once inicial. Apostó por los extremos (Raphinha y Dembélé), mantuvo a las vacas sagradas en el banquillo (Alba apareció al final, convertido ya en suplente habitual de Balde, y Piqué ni se quitó el chándal, algo que ha dejado de ser noticia) y no se movió del 4-3-3, su signo identitario. Hasta que otea la cumbre corre como si no existiera un mañana. Tiene prisa por volver a ser quien fue. Galopa sin fin en busca de atrapar al Madrid dejando un rastro de contundencia. Es más, se parece al Madrid. Con un excelente portero y un ‘nueve’ demoledor le basta a Xavi para levantar su obra, sin sufrir en Sevilla. Gesto, por lo tanto, de grandeza.

Sevilla 0 - Barça 3

Sevilla: Bono (5), Montiel (4), Gudelj (3), Nianzou (3), Acuña (4), Jordán (4), Fernando (4), Rakitic (4), Isco (6), Lamela (5), En-Nesyri (4).

Cambios: Carmona (4) por Gudelj (m. 46); Delaney (4) por Jordán (m. 46); Dolberg (4) por En-Nesyri (m. 56); Suso (4) por Montiel (m. 64); Papu Gómez (5) por Isco (m.70)

Entrenador: Julen Lopetegui (4)

Barça: Ter Stegen (8), Koundé (8), Araujo (7), Eric (7), Balde (7), Gavi (7), Busquets (6), Pedri (6), Raphinha (7), Lewandowski (8) y Dembélé (6).

Cambios: Sergi Roberto (6) por Eric García (m. 54); Alba (5) por Balde (m. 63); Ferran Torres (5) por Dembélé (m. 63); Frenkie de Jong (5) por Pedri (m. 63); Ansu Fati ( ) por Lewandowski (m. 74)

Entrenador: Xavi Hernández (8)

Goles: 0-1, Raphinha (m. 21); 0-2, Lewandowski (m 36); 0-3, Eric García (m. 50)

Árbitro: Mateu Lahoz (5), valenciano.

Tarjetas amarillas: Dembélé (m. 9); De la Fuente (m. 12); Balde (m. 28); Jordan (m. 33); Carmona (m. 66); Araujo (m. 75)

Estadio: Sánchez Pizjuán

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