Benzema rescata el triunfo ante un Espanyol que mereció más

El Real Madrid salvó en Cornellà el partido más complicado que ha jugado en lo que lleva de temporada ante un Espanyol épico que fue capaz de ponerle contra las cuerdas con su arrojo y su audacia. Dos goles de Benzema en el minuto 87 y en el descuento le dan el triunfo a los de Ancelotti, que firmaban unas merecidas tablas en un partido muy complicado.   

Saltaba el Madrid a Cornellà barruntando un duelo duro de masticar con el Espanyol agazapado cerrando pasillos interiores y saliendo rápido con un ariete imponente como Joselu que le ha marcado al Madrid siete goles. Por eso apostó Ancelotti por su zaga más física con Alaba en el carril y Rüdiger como pareja de Militao. Por delante Tchouameni ya ejerce en la medular y Valverde volvió a ser el multiplicador, doblando en ataque y defensa. 

Vinicius madruga

El Espanyol, pese a estar dominado, no bajó los brazos e hizo muy físico el partido con Vinicius Souza corrigiendo y Darder ordenando el tráfico. Los ‘pericos’ se subieron a las barbas del Madrid y a los 42 minutos Joselu logró el empate. El Madrid, con Modric y Benzema desactivados, perdonó dos ocasiones de Vinicius y los españolistas se reengancharon al partido. Se le indigestaba a los de Ancelotti el duelo, algo que contemplaba el italiano.

La segunda parte envalentonó al Espanyol cuando Diego Martínez mandó a los suyos a morder arriba. Olía sangre y decidió arriesgar, provocando los minutos más complicados para el Madrid. Ancelotti metió más músculo con Camavinga por Modric y verticalizó su propuesta con Rodrygo por Valverde. El Madrid descosió el partido, no quiso mantener un choque cerrado, y buscó el vértigo. Dos equipos en busca del triunfo en una divertida segunda parte. Lecomte y Courtois se ganaron el sueldo con sendas paradas a Benzema y Joselu.

El Espanyol consiguió neutralizar al Madrid a base de arriesgar con un hombre al hombre en la medular, dejando espacio a sus espaldas. Al Madrid le sentó bien la entrada de Camavinga, más maduro de los 19 años que indica su carnet. Cualquier detalle, cualquier jugada podía decidir el partido para cualquiera de los dos. La recta final del encuentro era un cruce de golpes en el que los ‘pericos’ se fajaron bien. Martínez metió más madera, con Melamed por un Javi Puado que salió vacío, mientras Ancelotti seguía esperando el desenlace favorable en una de las contras. El italiano cambió de quartterback, metiendo a Ceballos por Kroos, pero mantuvo la propuesta abierta de partido.

A diez minutos del final el empate era el resultado más justo para premiar la valentía y el esfuerzo de ambos. Pero ninguno lo firmaba, lo que cargaba de suspense el desenlace de otro encuentro en Cornellà que se le atragantaba al Madrid. Y entonces Rodrygo se descolgó a la izquierda y regaló una rosca que Benzema clavó en la red para romper las esperanzas locales. Luego el francés clavó una falta en la jugada que supuso la expulsión del portero local Lecomte. Mereció más el Espanyol, que no mereció tanto castigo. El Madrid creyó y no tiró la toalla