El Mundial de atletismo

Sifan Hassan, la auténtica pasión por competir

La holandesa, de origen etíope, triple medallista olímpica en Tokio, es una de las estrellas decidida a reinar en el campeonato de Eugene

Sifan Hassan

Sifan Hassan / Michael Kappeler / DPA

Gerardo Prieto

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Sabemos quien es Abebe Bikila, Florence Grifith o Usain Bolt, aunque nos cuesta un poco más asociarlos en nuestra memoria con Roma, Los Ángeles o Berlín, escenarios de sus éxitos. Cada gran competición atlética, sea Juegos o Mundiales, acaba ofreciendo una nómina de triunfadores entre los que siempre recordamos algún nombre propio por encima del resto. Sifan Hassan es uno de ellos, un icono reconocible de este deporte, pero quiere más en Eugene.

La competencia es un Mundial siempre es dura y sobresalir en el primero que se celebra en EEUU no va a ser fácil. Los cuerpos más preparados del planeta se citan en Oregón y nunca el atletismo tuvo un nivel técnico tan alto, ni el material de la pista fue tan rápido, ni las zapatillas tan ligeras y elásticas. A Bikila le recordamos corriendo descalzo en Roma, pero calzado cuatro años después en Tokio rebajó tres minutos su propio récord. Así es este deporte, mensurable y en progreso hasta la extenuación. Basta echar un vistazo a los últimos registros del Siglo XXI para darse cuenta de que, salvo contadas excepciones, las marcas del siglo pasado nos parecen ya demasiado obsoletas.

Alucinantes registros

Los alucinantes registros de Ryan Crouser, Sydney McLaughling, Karsten Warholm, Shelly-Ann Fraser-Pryce y sus relevistas jamaicanas, Yulimar Rojas, Allyson Félix, Jacob Ingebrigtsen, Mondo Duplantis y un largo etcétera, garantizan el éxito del evento desde la salida, aunque el gran aliciente de este festival del músculo es sobre todo la pura y simple competición, la medalla, el podio, el diploma, incluso la competencia con uno mismo por su mejor registro personal.

Si hay una atleta que ha superado lo inimaginable en el aspecto competitivo es Sifan Hassan. Quien lo diría cuando la holandesa de origen etíope apareció un buen dia en un centro de acogida próximo a Eindhoven, sola y sin papeles. Supuestamente tenía 7 años. Empezó jugando al basket y al voley pero, como ella misma suele comentar, era muy mala, aunque acababa los partidos tan fresca. Su paso al atletismo de largo aliento estaba cantado. Fue en el Mundial de Doha en 2019, con 26 años, cuando sorprendió al mundo atlético con sus victorias en 1.500 y 10.000 metros, un doblete a duras penas compatible, que ninguna mujer se había atrevido siquiera a considerar hasta ahora.

La remontada de Tokio

Su inédito éxito la animó a sumar otra distancia más, los 5.000 metros, en los Juegos de Tokio. Su desafío resultó demasiado radical. No logró el pleno pero estuvo cerca, dos oros (5.000 y 10.000) y un bronce en 1.500. Pero seguramente lo que los aficionados recuerdan es una remontada histórica en la semifinal de 1.500, cuando Hassan tropezó y cayó en la pista para, inmediatamente, levantarse, adelantar a 13 corredoras y acabar ganando la serie. Cómo no.

Desde entonces, la corredora nacida en Etiopía no ha vuelto a competir, excepto en una prueba menor la pasada semana en Portland, probablemente para probarse.

"Sifan no es una máquina y tras el esfuerzo de 2021 en Tokio necesitaba un largo descanso mental y físico", afirma Jos Hermens, su mentor y dueño de la empresa que gestiona las carreras deportivas de, entre otros, Eliud Kipchoge, Joshua Cheptegei o Letesenbet Gidey. ¨Aunque tuvo un parón en marzo por una lesión, si (Sifan) ha viajado a Eugene es porque está en forma¨, asegura el manager holandés.

Hassan pretende ser otra vez esa atleta infatigable y sorprendente que la distingue del resto, dispuesta a protagonizar otro desafío, este vez distinto al de Doha y Tokio. En Eugene estaba inscrita en 1500, 5.000 y 10.000, como en la capital japonesa, aunque su entrenador Tim Rowberry ya había adelantado que probablemente se descartara en una de ellas. Lo hizo ayer mismo, al no tomar la salida en la calificación de 1.500.

Gidey, su gran rival

Letesenbet Gidey es a priori la rival más fuerte de Sifan Hassan en la final de 10.000 (hoy sábado a las 21.20 hora peninsular), un duelo que puede decidir quien va a ser la sucesora de Tirunesh Dibaba, autora de un doblete histórico en 5.000 y 10.000 en Helsinki 2005.

La progresión de Gidey, de 23 años, viene siendo espectacular. Se hizo con el récord mundial de las 25 vueltas y casi supera la barrera de los 29 minutos (29.01.03) el año pasado, mejorando el tope mundial que la holandesa de adopción había logrado tan solo dos días antes. Remató la temporada rebajando la plusmarca universal de medio maratón en Valencia hasta 1.02.52 horas, un registro que incluso en categoría masculina está solo al alcance de una minoría.

Hassan, de 29 años y más experimentada, confía en su arma más poderosa, su capacidad de resistir cualquier cambio de ritmo y, sobre todo, lo que la distingue y la hace tan competitiva, su tremendo y demoledor rush final de carrera, prácticamente imbatible, como en su día lo fueron la mencionada Tirunesh Dibaba y la keniana Vivian Cheruiyot.

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