Un Barça solvente se clasifica para la final de la Champions de balonmano

El Barça se ha clasificado para la final de la Champions tras imponerse al Kiel por 34 a 30. El conjunto azulgrana fue de menos a más en la semifinal europea y aspira a convertirse en el primer club en lograr dos campeonatos consecutivos desde que se implantó el formato de final four. El equipo, que ya tiene en su palmarés 10 títulos de esta competición, se enfrentará este domingo (18 h.) en la final al Kielce, que ganó por 34-37 al Vezsprem.

No se equivocó Ortega en la previa al decir que no había favoritos para esta final four. Prueba de ello fueron las dos semifinales, que se decidieron por marcadores ajustados en el Lanxess Arena. El Kiel no se permitió ceder en el primer tiempo, y el Barça resistió a la efectividad (de un 86% en la primera parte) y la solidez de su rival.

Pérez de Vargas, diferencial

La actuación de Gonzalo Pérez de Vargas fue diferencial, incluso paró dos penaltis, para mantener a los azulgranas en igualdad de condiciones en los primeros 10 minutos, en los que estuvieron más apagados que su rival, que asediaba continuamente la portería azulgrana. De hecho, aunque la diferencia siempre fue de un gol, el Barcelona no se puso por delante hasta el minuto 17, con el 9-10.

Aleix Gómez y Dika Mem demostraron por qué están entre los tres mejores goleadores de la Champions. El 20 azulgrana rozó la perfección en los primeros 30 minutos del encuentro. Ocho oportunidades de gol de las que marcó siete. En el primer tiempo reinó la igualdad en el marcador, no hubo nunca una diferencia mayor de dos goles, pero acabó decantándose para los azulgranas con un 18-19 con el pitido final.

Tras el descanso, el Barça dio un paso hacia adelante e impuso la superioridad que no logró en el primer tiempo, poniéndose cinco goles por encima durante casi todo el segundo tiempo. De nuevo, las actuaciones de Aleix Gómez y de Gonzalo fueron transcendentales para acceder a su tercera final consecutiva. En el minuto 34 de partido, una parada de guardameta con el pie impidió que el equipo que dirige el ex azulgrana Jicha les igualara, y a partir de ahí comenzó a despuntar el conjunto de Ortega. Igual de importante fue su acción a siete minutos del final de partido, donde el capitán volvió a ser diferencial. Paró una segunda pena máxima tras la expulsión de Ben Ali con un 26-32 en el marcador.

Venganza sellada

El Kiel no logró tener la efectividad de los primeros minutos y acumuló más de cinco minutos sin marcar en este segundo tiempo. Lejos quedó la insistencia mostrada en el primer tiempo, en la que hubo más de un gol por minuto. Y aunque logró recortar distancias y ponerse a tres dianas del Barça, no fue suficiente para eliminarle de la Champions. El Barça supo resistir esa última embestida y venció 34-30 a los campeones de 2020. Con esta victoria, el club azulgrana logra tener un balance positivo tras 29 enfrentamientos oficiales ante el Kiel: 15 victorias azulgrana, 12 alemanas. Además, se cobran su propia venganza tras perder la final de 2020 por 33-28.

El equipo jugará el domingo su décima final en los últimos 13 años. Tras haberse alzado con la Supercopa de España, la Supercopa de Catalunya, la Copa del Rey, la Liga Sacyr ASOBAL, y la Copa Sacyr ASOBAL, su objetivo es repetir el sextete de la pasada campaña. Además de ser los primeros en obtener dos Champions consecutivas, Ortega podría convertirse en el cuarto en lograr el trofeo como jugador y entrenador tras el ejemplo de Talant Dujshebaev, Filip Jicha y García Parrondo.