NATACIÓN

El waterpolo, la esperanza española en el primer Mundial sin Mireia Belmonte y Ona Carbonell

Las selecciones masculinas y femenina buscan el oro que se les escapó en las finales de 2019

Los estadounidenses Ledecky y Dressel, llamados a ser la reina y la rey del baile en Budapest

Miki Oca da instrucciones a sus jugadoras en la piscina del CAR de Sant Cugat.

Miki Oca da instrucciones a sus jugadoras en la piscina del CAR de Sant Cugat. / JORDI COTRINA

Roger Pascual

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El Mundial de Natación levanta el telón este sábado en Budapest. El waterpolo vuelve a ser la principal baza de la delegación española. Las selecciones de Miki Oca y de David Martín, vigentes subcampeones ambas, aspiran al oro. Habrá que si el equipo de sincronizada, pese a la ausencia de Ona Carbonell, aprovecha la ausencia de Rusia para colarse en el podio.

En la selección femenina de waterpolo, Oca ha apostado por dar entrada a varias campeonas del mundo júnior tras la retirada del equipo de las subcampeonas olímpicas en Tokio: Marta Bach, Elena Sánchez, Roser Tarragó y Clara Espar. Sí que sigue la hermana de esta última, Anni, que confía en que el cóctel de experiencia y juventud les brinde el segundo cetro mundial. "Visualizo el oro".

En la última cita mundialista los dos equipos de waterpolo se quedaron a las puertas de la gloria al caer en las finales. Martín, técnico del cuadro masculino, sentencia que el objetivo ahora es ser campeón del mundo. "Somos la única selección que ha estado entre los cuatro mejores en los últimos años y nos hemos ganado que se piense en España como favorita al título". Será el primer gran campeonato sin Dani López Pinedo, portero de referencia que se ha retirado hace unas semanas.

Mireia Belmonte, en Tokio.de

Mireia Belmonte, en Tokio. / Efe / Patrick B. Kraemer

Sin Mireia ni Ona

Budapest será también el primer Mundial sin Ona Carbonell, ganadora de 23 medallas mundialistas y que está embarazada. En su ausencia, la joven Iris Tió será la solista de la selección, que terminó séptima por equipos en los últimos Juegos.

Tampoco estará Mireia Belmonte, que tras su etapa con Fred Vergnoux ahora trabaja junto a Olaf Wildeboer con el horizonte de los Juegos de París-2024. Sin la badalonesa, que logró tres medallas en el Mundial de 2013 y otras tantas en el del 2107, todo indica que España tendrá que esperar a próximas citas para tener una nueva campeona en natación. La delegación es tan reducida como las esperanzas de medalla: en la piscina estarán Paula OteroJessica Vall, Carles CollSergio de Celis, Hugo González, Alberto Lozano, Ángela Martínez y Carlos Garach. Estos dos últimas también competirán en aguas abiertas junto a María de Valdés y Alberto Martínez. En saltos también estarán en Budapest Adrián Abadía, Alberto Arévalo y Nicolás García Boissier.

Katie Ledecky tras su victoria en el 800 

Katie Ledecky tras su victoria en el 800 de Tokio. / Marko Djurica / Reuters

Dressel vuelve tras la depresión

Los estadounidenses Caeleb Dressel y Katie Ledecky están llamados a ser los reyes del torneo, que estará marcados, además de por el veto a Rusia por la invasión de Ucrania, por las bajas de estrellas de la talla del británico Adam Peaty o las australianas Ariarne Titmus y Emma McKeon. Dressel se convirtió en el último Mundial, en Gwangju 2019, en el primer nadador en la historia en colgarse ocho medallas mundialistas (6 oros y 2 platas).

Ahora buscará el pleno de oros, después de que en Corea del Sur se le escaparan los de los relevos 4x100 estilos tanto en la categoría masculina como en la mixta. Las bajas del británico Peaty y la australiana McKeon, claves para en los triunfos de sus selecciones en estas dos pruebas en 2019, pueden acercar el sueño de Dressel. El prodigio, de 25 años, regresa a la alta competición después de confesar que entró en una depresión justo después de ganar cinco oros olímpicos en Tokio. "Terminaba de ganar cinco medallas de oro en el escenario más grande y solo pensaba en que debería haber nadado más rápido”, explicó sobre cómo la presión estuvo a punto de poner fin a su carrera.

Su compatriota Ledecky, sin la amenaza de Titmus, aspira al oro en cuatro pruebas (400, 800, 1.500 libre y 4x200) y convertirse en la primera que encadena cinco coronas mundiales seguidas en 800. Summer McIntosh, la canadiense de tan solo 16 años con la que competirá en 400, y la australiana Kaylee McKeown (tres oros y un bronce olímpicos en Tokio) intentarán robarle los focos.