Se quedan sin Mundial

Gales-Ucrania: Bale y Mateu arruinan el sueño de Ucrania

Un zurdazo del madridista desviado por un ucraniano y un penalti claro a favor de los ucranianos no señalado por el árbitro español les deja fuera del Mundial. 

Bale celebra el gol del triunfo, que ha clasificado a Gales para el Mundial de Catar.

Bale celebra el gol del triunfo, que ha clasificado a Gales para el Mundial de Catar. / @Cymru

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Ucrania se quedó a las puertas del Mundial de Catar. Gales le derrotó por un solitario gol y los británicos jugarán la Copa del Mundo 64 años después, arruinando el sueño de los ucranianos, cuyo país sigue en guerra con Rusia. Ucrania mereció mucho más en un partido en el que tuvo muchas ocasiones y poca puntería. El partido se jugó bajó un intenso aguacero en Cardiff, lo que no fue obstáculo para que la afición galesa llenase las gradas y no dejase de cantar durante todo el partido, llevando en volandas a los suyos.

El duelo arrancó con Gales replegada buscando salir con balones largos hacia la tripleta que formaban Bale, Moore y Daniel James, en la que el madridista dirigía el ataque, el larguirucho del Bournemouth peleaba los pelotazos y el extremo del Leeds le ponía picante con su velocidad. Por detrás un Ramsey que está para poco.

Penalti escamoteado

Enfrente Ucrania manejó el partido con el balón en los pies. Zinchenko, como mediocentro, llevaba la batuta, con Yarmolenko y Yaremchuk arriba. Dispusieron de ocasiones, e incluso sufrieron un penalti claro en una jugada en la que Joe Allen pateó a Yarmolenko cuando este le había robado la cartera en el área. Pero increíblemente ni Mateu Lahoz ni el VAR lo señalaron. Para más desgracia, el gol de Gales llegó en un disparo de Bale al corazón del área, donde Yarmolenko desvió la pelota de cabeza a su portería descolocando a su portero. Al descanso ganaba Gales, pero el partido había sido dominado por los ucranianos, que tenían 45 minutos para voltear la situación y cumplir el sueño de su país.

Si en la primera mitad los visitantes dominaron, la segunda fue un asedio. Los de Petrakov cercaron el área del portero local, Hennessey, que fue creciendo con el paso de los minutos. El meta contó con la ayuda de Ben Davies, zaguero del Tottenham que se mostró inexpugnable. Las ocasiones se iban acumulando, pero ni Yarmolenko ni Yaremchuk tenían su día. Gales, por su parte, desplegó un par de contras peligrosas que terminaron con un disparo de James al palo y una parada complicadísima de Bushchan a disparo de Bale. Un testarazo de Dovbyk, un armario de 1,90, fue salvado milagrosamente por Hennessey, en la última bala de los ucranianos.

El pitido final desató la euforia en el bando galés, que pisará de nuevo una Copa del Mundo. Será su segunda participación, ya que en 1958 llegó a cuartos de final, donde la eliminó Brasil. Mientras los jugadores de Ucrania lloraban junto a sus aficionados su eliminación. Su selección quería utilizar el Mundial para ganar visibilidad y poder reivindicarse ante el mundo frente a una guerra que ya ha cumplido los cien días. n