Mundial Qatar 2022

Infantino resta importancia a las muertes de los trabajadores de los estadios de Qatar

El presidente de la FIFA relativiza los 6500 obreros fallecidos en la construcción de los estadios que albergarán el torneo el próximo mes de noviembre

Gianni Infantino resta importancia a las muertes de los obreros en Qatar

Gianni Infantino resta importancia a las muertes de los obreros en Qatar / AFP

El Periódico

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No son pocas las críticas que ha recibido la FIFA por dar luz verde a disputar el Mundial de 2022 en Qatar. Unos comentarios en contra que han ido 'in crescendo' desde que se conociese la sede de la próxima Copa del Mundo, al mismo ritmo que se iban anunciando la muerte de los obreros en la construcción de los estadios debido a la explotación a la que estaban sometidos, unido a unas condiciones climatológicas extremas. En este contexto, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha salido al paso de las críticas por los trabajadores muertos en las obras del Mundial de Qatar en una conferencia en el Instituto Milken de Los Ángeles (Estados Unidos) con unas declaraciones en las que directamente resta importancia a lo sucedido hablando de "dignidad y orgullo" para los obreros.

Fue en respuesta a la pregunta de la periodista Stephanie Ruhle, de MSNBC, sobre si la FIFA tenía previsto dar alguna compensación económica a las familias de los trabajadores fallecidos. "No olvidemos una cosa cuando hablamos de este tema, que es el trabajo, incluso el trabajo duro. Estados Unidos es un país de inmigración. Mis padres también emigraron de Italia a Suiza. Cuando le das trabajo a alguien, incluso en condiciones difíciles, le das dignidad y orgullo. No es caridad", dijo el presidente de la FIFA. "Es una cuestión de orgullo. Tienes que estar preparado para cambiar las condiciones de 1,5 millones de personas. Es algo que nos hace sentir orgullosos", añadió.

Según una investigación de 'The Guardian', más de 6500 trabajadores inmigrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka han fallecido en Qatar desde que el país fue nombrado organizador del Mundial hace 10 años. Eso es un ritmo de 12 muertes semanales sin tener en cuenta a los trabajadores procedentes de Filipinas y Kenia, que no se incluyen en las cifras, como tampoco las defunciones de los últimos meses de 2020.