Real Madrid- Espanyol: Benzema sella la 35ª liga blanca

El Real Madrid se proclamó campeón de Liga en un partido plácido en el que el Espanyol asumió el rol de convidado de piedra. Los 'pericos', que buscaban sumar algún punto para certificar una permanencia que tiene oficiosamente atada, comparecieron en la fiesta madridista sin ninguna ambición. Empezó el asunto con el saque de honor de Rafa Nadal, cuya presencia eclipsó al festivo once que puso en el campo Ancelotti. La ovación cerrada que se llevó el de Manacor dejaba entrever que había ganas de fiesta en las abarrotadas gradas del Bernabéu.

El partido fue un fiel retrato de la temporada de los dos equipos. Al Madrid no le importó ser dominado, entregando la posesión al Espanyol y esperando su momento. Y cuando aparecieron las ocasiones, las aprovechó. De los cuatro disparos a puerta en la primera parte, dos acabaron en gol de Rodrygo y otro terminó en remate al palo de Mariano. Los de Vicente Moreno evidenciaron también sus miserias defensivas, con pérdidas de balón constantes saliendo de atrás, y una falta de agresividad frustrante. En la segunda mitad Asensio dio la puntilla a su exequipo y Benzema puso el colofón, como debía ser, a la goleada y sellaba el título de campeones de liga.

42 goles en 42 partidos

El Madrid conquista su 35ª Liga. Un título que se recordará por el liderato de Benzema (42 goles esta temporada, 26 en Liga), por la explosión de Vinicius y por la apuesta de Ancelotti al contar apenas con una quincena de futbolistas regularmente. Una Liga que ganó lejos del Bernabéu, donde consiguió más puntos incluso que en su feudo con remontadas inexplicables en partidos que tenía perdidos como el del Pizjuán ante el Sevilla. Nadie recuerda la marcha de Sergio Ramos, que perdió su órdago a Florentino Pérez y se marchó por la puerta de atrás, asumiendo su rol en el eje de la zaga Alaba. Hoy nadie se acerca del de Camas. Militao ha dado un paso adelante, como Rodrygo y Asensio. Y Modric se ha ganado, a sus 36 años, la renovación en un curso en el que Kroos y Casemiro no han rendido al nivel esperado.

El borrón liguero se produjo en el clásico del Bernabéu, en el que la baja de Benzema provoco que Ancelotti perdiese la cabeza con un harakiri táctico ante el Barcelona de Xavi (0-4), que hizo cima ese día para despeñarse después. Aquella derrota escoció, pero la Champions hizo olvidar ese molesto trance al madridismo. En el debe de la temporada aparece la dejadez de Bale, que se ha reído del club en su última temporada, la pasividad de Hazard y la indolencia de Jovic. Al Madrid le vendrán bien Rudiger (está atado), Mbappé (falta por firmar lo acordado), y algún mediocampista con el que se negocia.

El Madrid ganó la Liga con uno de los alirones más plácidos que se recuerda en los últimos años. A cinco jornadas, con 18 puntos de ventaja sobre el segundo el día que celebra el alirón y ante un Espanyol inerte. Ancelotti reúne así el repóker de grandes ligas y Marcelo suma su 24º título con el Madrid, superando a Gento. Ahora queda la Champions... y el Balón de Oro de Karim.