Resaca del triunfo del Betis en Copa I Joaquín cierra el circulo virtuoso

El sábado por la mañana, horas antes de que se disputase la final de la Copa del Rey en La Cartuja de Sevilla, los infantiles de Los Frailes, la popular escuela de fútbol de El Puerto de Santa María en la que comenzó Joaquín Sánchez a dar patadas a un balón, se medían al colegio Guadalete, con la playa de Valdelagrana al fondo. En cada jugada destacada de los rojiblancos se escuchaba desde la grada el mismo grito de aliento: “Eso es niño, como Joaquín”. Nadie olvida que fue un ‘fraile’ más, sobre todo porque el extremo bético, que sigue siendo un referente en el fútbol modesto de su pueblo natal, se asoma de vez en cuando a ver jugar a los chavales lo que hace que se agrande su leyenda.

Un jugador único

Joaquín Sánchez cerró en La Cartuja un círculo virtuoso. El extremo que salió de los Frailes y jugó un Mundial en la recóndita Corea, alzó la tercera Copa de la historia del Betis. “Estaba predestinado. Joaqui ha nacido para levantar ese trofeo”, advertía Rafael Gordillo, leyenda bética al que no le cabía el gozo en el cuerpo. Joaquín puede presumir de ser el único jugador en los 115 años de la historia del club que ha conquistado dos títulos con la camiseta verdiblanca puesta: la Copa de 2005 y la de 2022. Y este último lo ha hecho a tres meses de cumplir los 41 años, lo que le convierte en una rara avis en el fútbol.

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‘El Niño’, como le bautizaron cuando llegó a la cantera de Heliópolis, ha jugado 493 encuentros oficiales, convirtiéndose así en el jugador que más veces ha defendido la camiseta verdiblanca. Obviamente es el futbolista con más partidos en Primera del Betis con 381 y el que más ha disputado en Copa, con 33. La historia de Joaquín y el fútbol es una historia de amor. “Esto que me está pasando es el premio al amor que siempre he tenido por el fútbol. Desde que volví al Betis soñé con jugar finales. Estoy orgulloso de ganar este título con el equipo que me vio nacer", advertía emocionado sobre el césped.

Hoy ‘El Niño’ se ha convertido en ‘El Abuelo’, como le llaman con guasa en el vestuario verdiblanco, y en los próximos días anunciará una renovación que ya está acordada con el Betis por otra temporada más. Una renovación más que justificada deportivamente porque es difícil encontrar un jugador de su edad con tanta ascendencia futbolística en su equipo como Joaquín en el Betis. Su entrenador, Mauricio Pellegrini, lo tiene claro: “Yo he dejado claro que soy favorable a la renovación porque nos aporta mucho futbolísticamente y a nivel de grupo”. El del Puerto sigue siendo un jugador desequilibrante cuando arranca sus slaloms desde la banda hacia adentro, o templo centros deliciosos que regala a sus delanteros.

Esa renovación significará que la vida mediática que aguarda a Joaquín cuando cuelgue las botas tendrá que esperar. Pablo Motos ya ha tratado de reclutarle como colaborador para ‘El Hormiguero’ y hay diversas cadenas televisivas que le han sondeado para presentar programas en los que explotar su divertido sentido del humor. Sin embargo, él, cada vez que le preguntan, siempre sale por peteneras y cuenta el chiste que le escuchó a su compadre Luis Lara un día. “Mire usted yo no puedo trabajar porque tengo un problema en la vista… No me veo trabajando”. Y se desternilla de risa. Así es Joaquín. Si Gordillo pasó a la historia del beticismo como ‘El rayo verde’, a Joaquín siempre le perseguirá esa muletilla del gran Manolo Mellado, histórico speaker del Villamarín: ‘Joaquín… la finta y el sprint”.