Hundió al Rayo femenino

Rayo Vallecano I Martín Presa, el enemigo público nº 1 del barrio de Vallecas

El madrileño ha conseguido hundir al equipo femenino hasta lograr su descenso, tiene abandonado el estadio, cuyo ‘alquiler’ no paga a la Comunidad, y tiene a todos los vecinos en contra por sus cercanía a VOX.

Martín Presa, dueño del Rayo Vallecano

Martín Presa, dueño del Rayo Vallecano / @LaLiga

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Raúl Martín Presa es un tipo oscuro que aterrizó en Vallecas en mayo de 2011, con 36 años, recibiendo de los Ruiz-Mateos la propiedad del Rayo Vallecano de forma sospechosa: le cedían el 97,82% de las acciones por 961,66 euros, asumiendo además la deuda de casi 40 millones de euros del club. Muchos creyeron que era una marioneta de la familia. Poco se sabía de Presa. Se conocía que patentó ocho inventos relacionados con la publicidad y que era licenciado en Administración y Dirección de Empresas, especializado en Investigación y Técnicas de Mercado, por ICADE, y en Ciencias Actuariales y Financieras por la Universidad Carlos III de Madrid.

Llegó al Rayo precedido de su fama de mal gestor en sus empresas, relacionadas con la Impresión y las Artes Gráficas. Y confirmó las peores sospechas con el abandono del equipo femenino hasta lograr su descenso. Jugadoras que vivían en pisos a los que cortaban el agua y la luz, sin contratos, sin médico, casi sin comida... Su excapitana, Alicia Gómez, ponía voz a las quejas: “Presa lleva intentando hundir al equipo femenino desde que llegó y lo ha dejado morir”. La puntilla fue la apuesta por el técnico Carlos Santiso, quien jaleó una violación grupal años atrás: “Nos falta, sigo diciéndolo, hacer una como los de la Arandina (tres jugadores fueron acusados de agredir a una menor en 2017). Nos falta que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris y cargárnosla todos juntos”. Hasta el Gobierno tuvo que interceder en este episodio.  

Al abandono del femenino se suma el del estadio de Vallecas, que pertenece a la Comunidad de Madrid. El Rayo asume el mantenimiento, pero el estadio está destartalado, con problemas de iluminación, unos servicios en estado lamentable y una perpetua situación de obras. La exdirectora de Deportes de la Comunidad de Madrid, Coral Bistuer, denunciaba el impago del club de los 81.784,84 euros por su uso en 2021. Y los socios airean casos de abonos duplicados e irregularidades similares.

Hacer las Américas

En 2015 Presa quiso colonizar los Estados Unidos con el Rayo Oklahoma City. El proyecto nunca arrancó porque los socios yankees de Presa, Sold Out Strategies, se cansaron de él. Su popularidad, ya escasa en el barrio, sufrió un varapalo al aparecer en un documental afirmando: “Cuando era chaval iba a entrenar a las canchas de El Pozo (del Tío Raimundo). Tenías que saltar las jeringuillas. No podías ducharte si no querías coger el sida”. Vallecas se llenó de pintadas pidiendo su dimisión.

Lejos de ello, Presa desafió a los Bukaneros, peña rayista más popular, de ideología antifascista, al invitar al palco a Santiago Abascal y Rocío Monasterio, de Vox, a un partido con el Albacete del ucraniano Roman Zozulya, cuyo fichaje vetó la afición rayista por su simpatía por los movimientos neonazis.

 Aficionado a los ritmos caribeños, Presa regenta locales de este ambiente. Ha cumplido diez años en Vallecas con un inquietante balance: no da la cara, desafía a jugadores, aficionados y vecinos, incumple promesas, se esconde, incumple pagos.... Presa ha puesto de acuerdo a todo el barrio en su contra. Es, como dijo un vecino, "el enemigo público número 1 de Vallecas”.

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