Entrevista a Aitana Bonmatí: “Mi mejor fútbol aparece cuando no pienso porque me muestro tal y como soy”

Es una de las futbolistas destacadas de un equipo de ensueño. Formando tridente con Patri Guijarro y Alexia Putellas en la medular del Estadi Johan Cruyff, la ‘14’ no solo destaca por un fútbol alegre y desacomplejado, sino también por ser en sí misma una figura que representa a la perfección lo que es el Barça. En la vorágine de viajes y partidos ha sacado tiempo para escribir su libro, 'Aitana Bonmatí: totes unides fem força', donde repasa su trayectoria hasta alcanzar el triplete la temporada pasada. Mientras esto ocurre, Aitana, de 24 años, volverá el viernes al Camp Nou para disputar la ida de las semifinales de la Champions ante un Wolfsburgo que fue verdugo de las azulgranas hace dos temporadas.  

¿Esperaba hacer una temporada como la que están haciendo después del triplete del año pasado? De momento no podemos sacar muchas conclusiones porque quedan dos títulos por luchar. Hemos levantado Liga y Supercopa de España, pero todavía quedan trofeos importantes como son la Champions y la Copa de la Reina. Todo está saliendo a la perfección, ahora viene la parte buena y veremos a qué nivel estamos.

¿Cómo se ve la Champions en el Camp Nou ante el Wolfsburgo, último rival en eliminarles de la competición? Tiene que haber una revancha, pero no me centro mucho en eso. Somos un equipo muy diferente al de hace dos temporadas, más potentes y crecidas en fortaleza mental. Tenemos una confianza brutal porque hemos alcanzado cotas que nunca habíamos conseguido. El contexto es radicalmente distinto, así que me basaré en que ahora tenemos equipo para pasar la eliminatoria y tendremos que poner todas nuestras fuerzas para hacerlo porque será un rival muy duro.

¿Cómo valora su temporada a nivel individual? Empecé muy bien, pero después de la lesión que tuve en enero me ha costado volver porque a nivel de confianza estar parada no es fácil y más en un deporte tan exigente como es el fútbol. Hay momentos en los que no estás al cien por cien, pero no te tienes que culpar porque la actitud siempre está ahí. Ahora vuelvo a estar en uno de mis mejores momentos y es perfecto porque coincide con el tramo decisivo de temporada.

En el libro habla de que existe una línea muy fina entre éxito y fracaso y que no se permite a sí misma fallar. ¿Cómo gestiona esta exigencia? Tengo momentos. Antes lo llevaba todo del blanco al negro y me costaba mucho no aceptar cuando tenía momentos más bajos o errores. Ahora lo gestiono mucho mejor, pese a que hay momentos en los que tienes poca confianza, estás baja de ánimos y te cuesta tirar adelante. Soy una jugadora súper resiliente que nunca ha bajado los brazos, si bien es cierto que el hecho de ser tan autoexigente me puede jugar una mala pasada, pero pienso que gracias a este componente he llegado donde estoy ahora.

Entrevista con Aitana Bonmatí

Y en esta ‘búsqueda de los grises’… ¿Se considera mejor futbolista en el plano mental? Me queda mucho por aprender todavía. La psicología es una herramienta fundamental para todo el mundo, aunque no todos se lo pueden costear. Todos tenemos carencias psicológicas por como nos han educado, y no hablo de mis padres (ríe), sino en general cuando naces, lo que te enseñan en el colegio, las redes sociales o la televisión. Todo el mundo tiene falta de confianza en algunos momentos y también baja autoestima. No me considero rara por tener momentos así porque nadie es perfecto. Lo mejor de todo es que tengo muchas cosas todavía por mejorar y en eso estoy. Para mí es un orgullo poder seguir trabajando y lo hago con placer porque sé que me va bien y gracias a esto hoy soy más inteligente emocionalmente y sé gestionar mejor los momentos, tanto si son buenos como malos, sobre el campo. Me veo como una futbolista con carácter a la vez que personalidad y cuando las cosas van mal intento mostrarme tal como soy, intentando ayudar al equipo para poder tirar adelante como sea.

En su libro dice que “escribir sobre una misma es muy terapéutico porque te ayuda a sacar ciertas emociones”. ¿Todavía lo hace? ¿Cómo le ayuda? No es algo que haga cada día. He aprendido, con la ayuda de la psicología, que cuando tienes emociones dentro que te están desgastando o te hacen pasarlo mal, muchas veces está bien escribirlas en un papel y dejarlo ahí para no estar todo el día dándole vueltas. No es algo instantáneo, pero al dejarlo escrito acabas liberando a tu mente de este pensamiento. A mi me ha ido genial porque dejas de pensar. Si eso tiene interés más adelante lo puedo releer, pero cada momento es único y diferente y es un ejercicio que sirve más para sacar las emociones que nos quedan dentro y que nos pueden jugar una mala pasada. Lo escribes en papel y te lo quitas de encima.

Emociones negativas que contrastan con la alegría que suponía para usted el momento del patio cuando iba al colegio porque podía “simplemente jugar a fútbol”. ¿Tiene esa libertad en la élite, donde todo parece cada vez más estructurado? En el Barça trabajamos muy bien y es un gusto hacerlo con este cuerpo técnico y jugadoras porque preparamos cada partido de manera diferente, puesto que cada rival es único y no puedes jugar siempre igual. El ‘staff’ me da consignas tácticas y me ayudan a poder ser más efectiva dentro del campo, pero en el césped no dejas de ser tú y tienes momentos en que las cosas te salen solas. En los partidos tienes que fluir; lógicamente con un esquema de juego estudiado para saber donde puedes incidir para hacer daño, pero a partir de aquí liberarte y ser tú misma. Cuando disfrutas sobre el campo las cosas salen solas, pero cuando empiezas a pensar demasiado dejas de fluir. Mi mejor fútbol aparece cuando no pienso porque me muestro tal y como soy.

¿Cuánta libertad les deja el cuerpo técnico dentro de un encuentro? Dentro del plan de partido cada futbolista tiene sus características. Por ejemplo, no es lo mismo lo que puedo aportar yo que Caro (Graham Hansen), por decirte una. Ella encara habitualmente a su marca, pero no porque se lo digan o esté en el plan, sino porque es algo propio de ella. Nosotras seguimos una idea, pero cada una somos diferentes y aportamos aquello que mejor sabemos hacer.

Y en un plano de análisis personal, ¿podría hablar de su evolución desde que debutó con el primer equipo hasta hoy? Siempre me he considerado una jugadora inteligente. También ayuda el hecho de ser centrocampista en Can Barça porque tus tareas son saber interpretar y gestionar partidos. No soy la misma jugadora con 16 que con 24 ni tampoco seré igual cuando tenga 30. He evolucionado técnicamente, tácticamente y en el plano físico. Nunca dejas de mejorar y tienes muchas facetas para hacerlo. Me considero una futbolista mucho más madura y firme. Ahora puedo estar todo el partido corriendo, después coger el balón y mover al equipo o definir. Trabajar tanto me ha ayudado a ser mucho más completa, en especial en el plano físico.

Teniendo esto en cuenta ¿qué objetivos de mejora se plantea ahora? El camino es largo y todavía me quedan muchos años. Siempre hay aspectos a mejorar. Ahora soy una jugadora que piensa mucho en el equipo y peca demasiado del pase en situaciones donde podría buscar portería. Desde el banquillo me insisten mucho en que chute más rápido porque en situaciones claras de gol igual busco antes el pase porque no tengo ese ‘ADN portería’. Me considero una futbolista de equipo, que hace jugar (y marcar) a las demás porque siempre lo he vivido así. La realidad es que cuando tengo oportunidades me cuesta mucho definir y me gustaría ser más ofensiva teniendo en la cabeza portería. Me visto en multitud de ocasiones y pienso ‘por qué no tiras’. Mi aspecto a mejorar es la exigencia en la finalización.

Hable de sus padres, tan importantes en el proceso… ¿Qué papel tienen ahora? Me considero una persona bastante independiente y siempre ha sido así. No tengo hermanos, sí muchos primos, tíos… Y siempre he vivido en Sant Pere de Ribes. He ido muy a mi bola en el pueblo con mis amigos. Iba de arriba a abajo sola, algo que conservo de cuando era pequeña porque todavía me pasa. En esta ‘independencia’ sé que mis padres están ahí. Vivimos en el mismo pueblo, en casas diferentes, pero no los veo mucho. No me considero una persona familiar, pero ellos son muy importantes para mi y siempre están para ayudarme. Cuando necesito apoyo, ayuda o una opinión me paso por su casa y estoy un rato con ellos.

En el libro habla de que su madre tiene fibromialgia y fatiga crónica, pero no especifica qué ha supuesto eso para usted. ¿Cómo lo lleva? Hará unos diez años que tiene estas dos enfermedades que le impidieron continuar ejerciendo de profesora de lengua catalana y literatura. Ahora está bien, en un momento vital muy bonito, tranquila y contenta. Cuando empezó fue duro para ella porque supuso un cambio radical en su vida, tuvo que dejar de hacer muchas cosas, siendo muy activa, porque no te puedes desgastar tanto al tener dolor en el cuerpo todo el día. Tampoco podía acompañarme a los entrenos. Recuerdo que mi madre lo pasó muy mal esos años, pero al ser pequeña no me daba cuenta. Me hubiese gustado ayudar más en ese momento, pero como no lo hice entonces intento estar ahora. Sé que se esfuerza para disfrutar al máximo de la vida.

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