Festín del Real Madrid ante la Real pensando en el PSG

El Real Madrid, en una versión convincente, ganó a la Real Sociedad remontando un partido que pudo ser complicado y terminó siendo una reivindicación ofensiva de los blancos, que además mostraron mejor actitud defensiva, más piernas y mejor cabeza a días de jugar con el París Saint-Germain. Los blancos aprovechan el tropiezo del Sevilla y abren así brecha en la cabeza de la Liga, poniendo ya ocho puntos de distancia con los de Nervión.

Zarpazo de Oyarzabal

Comenzó el partido demasiado descosido y con muchos espacios para los estándares del Bernabéu. Un escenario franco para esta Real Sociedad que aceptó el intercambio de golpes con un once pesado arriba con Isak, Silva y Oyarzabal. Precisamente los dos primeros se asociaron en el minuto 8 en una jugada que terminó con Carvajal atropellando al canario dentro del área. El lateral cometía su segundo penalti en los últimos cuatro partidos, los mismos que había cometido en los 137 anteriores. Y con Oyarzabal en el campo, raramente no termina en gol txuri-urdin. Algo que ocurrió con suspense porque Courtois acertó la localización del disparo, que acompañó y casi toca. Se ponía el partido cuesta arriba para los de Ancelotti, que se están acostumbrando a enfrentar complicaciones en los últimos encuentros. 

La Real se incrustó delante de su área, cerrando los pasillos interiores y empujando a los carriles a un Real Madrid mandón. Los donostiarras tenían catálogo para proponer fútbol directo con contras fulgurantes o enfriar el partido con la pelota en los pies para darse una tregua. Los blancos trataban de llevar el partido al área visitante, pero la realidad es que no tenían presencia real en los dominios de Remiro. Casemiro se esforzaba por subir la presión para robar en territorio rival, pero ni Camavinga ni Modric se sumaban con llegadas en segunda línea al área. Y con ese déficit, Vinicius y Rodrygo caían a los costados para luego buscar a un Benzema siempre rodeado de rivales.  

Zapatazos

A la media hora de partido la ola blanca ya era tsunami. Carletto pedía a sus centrocampistas protagonismo en ataque y estos captaron el mensaje. Pudo llegar el empate en un centro tenso de Modric que Casemiro no pudo empujar a la red. Pero a los 40 minutos el croata sirvió al medio, donde apareció Camavinga que hizo caso a su entrenador, y probó suerte con un zapatazo que entró como una exhalación en la portería tras rozar a Illarramendi. En pleno frenesí Benzema anotaba el segundo un minuto después, pero el VAR advertía que estaba adelantado por unos centímetros. Y en la siguiente jugada Modric repetía la maniobra de Camavinga coronando la tormenta perfecta blanca en este final de primera parte. 

Salpimentó el once tras el descanso Imanol con la entrada de Rafinha y un vertical Djouahra por Silva y Pacheco. Conseguía frenar el asedio blanco, pero no generaba peligro. Gobernaban los de Ancelotti el duelo con placidez, por más que el italiano consumiese chicles por encima de sus posibilidades. Certificó el triunfo Benzema anotando otro gol de penalti, después de que le anulasen uno previamente por fuera de juego previo de Rodrygo, y lo selló Asensio con un pase magistral de Carvajal. Para entonces el choque era un monólogo.

El Madrid lograba una victoria reconfortante desempolvando su arsenal ofensivo con un buen partido de Benzema (dos goles anulados) y los brasileños en los extremos y la aportación goleadora del mediocampo. Todo con la vuelta ante el PSG en puertas, en un duelo que necesitará que todo los blancos miren a portería. Justo lo que hicieron ante la Real Sociedad.