El retrato de los dos representantes españoles en los Paralímpicos de Pekín

Se llaman Pol Makuri y Vic. Ellos serán los dos únicos deportistas españoles que la semana que viene competirán en los Juegos Paralímpicos de Pekín. Atrás, historias de superación. En adelante, el sueño de conseguir una medalla, de que sus nombres figuren como héroes de la nieve; no detenerse y mirar siempre al frente.

Los Juegos Paralímpicos 2022 se inauguran este viernes en Pekín. Hasta el 13 de marzo, sin rusos ni bielorrusos castigados por la guerra de Ucrania, 600 deportistas de todo el mundo pelearán por las medallas paralímpicas en esquí alpino, snowboard, esquí de fondo, biatlón, curling y hockey hielo, las disciplinas del certamen. Y entre estos 600 paralímpicos estarán Pol y Vic; un catalán y un asturiano asentado en el Val d’Aran.

El lema de Pol

"Si luchas puedes perder, pero si no luchas ya has perdido". Es el lema de Pol Makuri Redolad nació hace 31 años en La Paz, porque allí vivían sus padres, los que buscaron una combinación entre un nombre catalán y otro boliviano para su hijo. Makuri fue un guerrillero de la leyenda boliviana. Al poco tiempo la familia se trasladó a Igualada.

Pol siempre quiso disfrutar del deporte y en sus inicios compitió con adolescentes sin discapacidad. Pero su vida cambió cuando observó la tenacidad de un esquiador nórdico con hemiparesia, una parálisis parcial que afecta a una extremidad de una misma parte del cuerpo. "Si él puede, yo puedo", pensó, y se lanzó a los escenarios del esquí de fondo paralímpico hasta que se le abrieron las puertas de Pekín 2022 donde competirá tanto en la modalidad de esprint como en la de clásico. "La parálisis -repite- para mi no a sido un desafío sino una aventura".

Víctor Manuel González tiene tras de sí más de 25 años dedicado a la nieve. Él es asturiano aunque se trasladó a Baqueira y en el Val d’Aran abrió hace muchos años una escuela de snowboard, que se llama 'Pura Vida School'. Su vida cambió el 22 de febrero de 2015.

Aquel día, mientras se deslizaba por la alta montaña con su tabla, sufrió una grave caída que le provocó la fractura de dos vértebras y una lesión con un 30% de invasión medular. El pronóstico no podía ser más preocupante: tetraplejia. Pero Vic se comprometió con todas sus fuerzas a renunciar a la silla de ruedas; un año de rehabilitación, un año en el hospital y 12 meses de lucha hasta que por fin se vio otra vez sobre una tabla de ‘snow’, primero con la imagen de los Juegos de Corea en el horizonte y ahora con los Paralímpicos de Pekín. Ha logrado dos medallas en pruebas de la Copa del Mundo. ·No lo intentes, hazlo", es la consigna que se marca a sus 51 años para estar en lo más alto en la cita de estos Juegos.

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