El Espanyol frena al Sevilla pero sigue sin ganar en 2022

El Espanyol ha sumado este domingo un punto en la visita del Sevilla (1-1). Un empate meritorio por el nivel del rival, que ve escaparse el liderato a seis puntos, pero algo agridulce teniendo en cuenta que los blanquiazules desaprovecharon la ocasión de ganar su primer partido en lo que va de año pese a jugar 20 minutos con un hombre más.

Rafa Mir marcó el 1-0 en la primera mitad y Darder, que ya marcó la semana pasada al Barça, igualó en la segunda mitad, antes de que Koundé soltara el brazo en un forcejeo con Puado y viera la roja que le impedirá disputar el derbi sevillano, igual que Ocampos, que vio la quinta amarilla.

"Parece que me repito respecto a la semana pasada. Teníamos delante a un grandísimo rival, de esos con los que a priori das por bueno sumar un punto, pero nos han marcado cuando mejor estábamos. El Sevilla es el equipo que mejor compite, porque además de talento parece imposible hacerles ocasiones", analizó el goleador perico, que lamentó no haber podido rematar la faena tras la expulsión de Koundé: "Como en el Pizjuán, nos ha faltado querer ganar con uno más. Cuando tienes superioridad numérica, hay que generar más", lamentó, aunque destacando que ve al equipo bien pese a llevar casi dos meses sin ganar: "Estamos en buen momento. Hemos tenido un calendario bastante jodido, los dos últimos contra rivales duros, en los que para ganar hay que hacerlo perfecto". El Sevilla lleva 11 jornadas invicto.

Perfecto habría sido que Bono no hubiera atajado el trallazo desde la frontal de Raúl de Tomás a los 24 minutos, o que su rechace lo hubiera voleado Vilhena entre los tres palos, con el portero ya batido. Pero se escapó esa ocasión y en cambio no falló Rafa Mir después, tras un jugadón hispalense. Robo de Fernando (espectacular futbolista), sensacional acción de Papu Gómez por la derecha (control con el pecho, recorte, cambio de pierna) y centro medido al segundo palo donde Cabrera no advirtió la llegada del delantero murciano (m. 36).

25.000 espectadores

Un palo para los casi 25.000 espectadores que se citaron en el RCDE Stadium (bastantes sevillistas) alentados por la buena imagen de su equipo ante el Barça la semana pasada. Hasta ese momento, el conjunto de Vicente Moreno no estaba siendo inferior al Sevilla. Ambos equipos plantearon el mismo partido, presionando la salida del balón rival, en busca de un error en la salida de balón para salir con velocidad, pero faltó precisión en el último pase, al menos hasta que apareció el Papu en el césped, después de que Martial cayera lesionado.

Fue un partido intenso, aunque sin muchas ocasiones. Yangel Herrera no encontró portería al rematar un centro de Óscar Gil antes del descanso, pero tras el intermedio Darder sí fue certero al cabecear, apareciendo por sorpresa entre Diego Carlos y Koundé, otro centro del lateral blanquiazul (m. 50).

Julen Lopetegui, que ya había planteado un once algo extraño, forzado por las bajas (Tecatito empezó de lateral derecho y acabó por la izquierda tras pasar por el centro del campo), optó por cambiar a defensa de tres en busca de una profundidad que tampoco acabó de encontrar. Herrera tuvo otra buena ocasión después de que De Tomás (que apareció por todo el campo, igual que contra el Barça) convirtiera un balón muerto en la banda en un ataque muy peligroso.

Rigurosa roja

En la siguiente jugada, el Sevilla pudo desnivelar nuevamente el marcador en un centro raso de Óliver Torres desde la derecha que cruzó todo el área pequeña, en cuyo vértice apareció Papu Gómez para, en posición muy forzada, rematar por encima del larguero. Cabrera se desquitó de su responsabilidad en el 0-1 achicando agua cada vez que el balón se acercaba al área, y la rigurosa expulsión de Koundé (que se zafó de Puado a manotazos tras ser agarrado por este) allanó el camino al Espanyol. Faltó, eso sí, ambición para ir a por los tres puntos, y Diego López incluso se lució en un mano a mano con En Nesyri que sacó con el pie, recordando vagamente a la acción entre Robben y Casillas en Johannesburgo, aunque en este caso la acción habría sido invalidado por fuera de juego.

El Espanyol no abandona su mala racha (seis jornadas sin ganar, desde el 31 de diciembre), pero se aferra a otro hecho, y es que ha salido invicto de sendos partidos contra el segundo y el cuarto clasificado de la Liga. Con 29 puntos en 25 jornadas y en la 14ª plaza, el descenso sigue lejos, a 9 puntos, aunque una temporada más se corre el peligro de disputar las 10 últimas jornadas sin ningún aliciente.