Darder: "He cambiado, antes era un sinvivir. Tanto fútbol no le hacía bien a mi cabeza"

-No han pasado ni tres meses del derbi del Camp Nou, el día del debut de Xavi (1-0). ¿Nota mucha diferencia entre aquel Barça y este? Ellos son mejor equipo ahora. Es evidente. Han tenido ese margen de tiempo para coger nuevos conceptos y la filosofía del entrenador, pero yo siempre digo lo mismo: dependemos más de nosotros que de ellos. Si estamos a nuestro nivel podemos ganar, que nadie lo dude. 

-En Cornellà se han mostrado muy competitivos ante rivales como el Madrid o la Real, pero también han sufrido duros tropiezos últimamente. ¿Esperan recuperar esa buena imagen el domingo? Vivimos en el presente inmediato, no se mira ni lo que has hecho hace tres semanas. Los resultados en casa han sido buenos, aunque las derrotas contra Elche y Betis condicionan un poco. El domingo espero un partido muy disputado. Ellos pueden ser más dominadores del balón, pero nosotros debemos dominar más las áreas, algo que nos está faltando ahora. Nos meten gol con nada y nos cuesta marcar. De ahí la mala racha.

-¿Le sorprende ver a los azulgranas tan lejos del liderato? Siempre que ves así a un equipo como el Barça, que suele ganar ligas o pelear por ellas, te sorprende. Su situación no era la mejor, pero han mejorado. No sé de dónde han sacado margen para tantos fichajes. Se han dejado dinero y han recuperado lesionados. Será difícil.  

"Lo hemos hablado en el vestuario: este debe ser el año, debe ser el momento. Es nuestro derbi, podemos hacerlo"

— Sergi Darder / Centrocampista del Espanyol

-¿Cómo se viven estos partidos después de haber pasado por Segunda? ¿Se saborean más? Muchas veces se dice que uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Es nuestro caso. En Segunda se echaban de menos estos encuentros. No le voy a engañar. Lo hemos hablado en el vestuario: este debe ser el año, debe ser el momento, es nuestro derbi. Somos conscientes de que podemos hacerlo, podemos ser los primeros en derrotar al Barça en Cornellà en la Liga. 

-¿Le molesta ese pesimismo que siempre vuelve entre la afición con los malos momentos? Puedo entender que haya gente pesimista por lo que pasó hace dos años, pero no nos podemos rendir. Somos un buen equipo, un buen club que está creciendo, creemos que podemos hacer cosas serias. Hay que dejar el pesimismo de lado. Es algo puntual, todos los equipos pasan por malas rachas, hasta el Madrid, que va primero. El año pasado en Segunda también estuvimos partidos sin ganar. Hay que ser fuertes, ser conscientes de que esto pasa. Después de una derrota llegué a escuchar la palabra ‘descenso’. No ayuda que se piense solo en lo de abajo. Ganando al Barça dejaríamos todos los fantasmas atrás. 

"Hay que olvidar el pesimismo. No ayuda que se piense solo en lo de abajo. Ganando al Barça dejaríamos todos los fantasmas atrás"

-Usted siempre ha sido ambicioso. ¿En qué punto se situaría ahora el darderismo? El darderismo es ganar todos los partidos y quedar lo más arriba posible. No es ganar ligas, jugar la Europa League o ser el 17º. Es pensar en vencer en todos los encuentros, empezando por el del Barça. Eso nos animaría a todos. 

-Su padre Kike cuenta que comía guisantes con solo un añito porque eran redondos y los asimilaba a la pelota. ¿Tanta pasión tenía por el fútbol desde niño? Siempre me han contado que cuando no quería verdura me ponían cosas redondas y entonces me la comía. Desde los 3 años el fútbol ha sido mi vida y lo será en el futuro, sea como entrenador, agente o como técnico de alevines.

-Pero el balón también le ha dado disgustos... He cambiado. Antes era un sinvivir, todos los días, a todas las horas. Fútbol, fútbol y fútbol. No sé cómo me aguantaba mi mujer. Desde que bajamos a Segunda y recibí ayuda lo dejé un poco de lado. Si antes veía cuatro partidos enteros al día ahora veo uno. Antes era desde que empezaba el día hasta que acababa: Primera, Segunda, Segunda B, Champions, lo que fuera. Me aconsejaron descansar un poco, ahora estoy más preparado, lo veo para disfrutar, antes era verlo para aprender, para mejorar, no descansaba. Tanto fútbol no le hacía bien a mi cabeza y en la élite la mente es fundamental. Confiar en ti mismo. Aguantar todo y más. 

"Ya no miro lo que se dice de mí. Lo pasé muy mal el año que bajamos. Yo era totalmente contrario a ir a un psicólogo, pero necesitaba ayuda. Busqué un especialista y sigo con él"

-Lleva casi una década de profesional entre el Málaga, el Lyón y el Espanyol. ¿Ha notado algún cambio radical en el entorno del futbolista en este periodo? Sí, la irrupción de las redes sociales. Han cambiado todo. Se valora más lo que diga una persona sentada en el sofá que un periodista con varios años de carrera. Las redes mandan más que la realidad de la vida. La gente no piensa que somos personas antes que futbolistas. Vivir con la crítica me parece justísimo o que la gente considere que Sergi es malísimo. De acuerdo, pero hay que tener cuidado con lo que se escribe. Cuanta menos atención prestes es mejor. Yo no miro lo que se dice de mí, antes sí lo hacía. Lo pasé muy mal durante el año que bajamos. No fue por bajar a Segunda, fue toda la temporada, jugar sin público, no estar al nivel, pensar 'he hecho una mierda de partido'… Toqué fondo. Yo era totalmente contrario a ir a un psicólogo, pensaba que no lo necesitaba, que era feliz, que tenía una familia, que lo tenía todo, pero me faltaba ayuda. Busqué un especialista y continúo con él. Ahora la carga es mucho menor, antes iba semanalmente o más de una vez por semana... No lo voy a dejar. Me ha venido muy bien.

-¿Le sorprenden las críticas al técnico Vicente Moreno? Nada me sorprende, pero me duelen. Yo estoy a muerte con él. Pilló un equipo hundido, lo subió a Primera y estamos en mitad de la tabla. Cumplió con todos sus objetivos. La crítica es el día a día, el presente más inmediato. Hay poca memoria.

"Estoy a muerte con Vicente. Pilló un equipo hundido, lo subió a Primera y cumplió todos los objetivos. Hay poca memoria"

-Se encuentra en plena madurez con 28 años y un rendimiento notable. ¿Ha pensado en la posibilidad de ser internacional en un año que acabará con Mundial? Ir a la selección depende de hacerlo muy bien en el Espanyol, pero es algo que no tengo en mi mente. Hay mucha competencia. Es complicado. El seleccionador lleva al que cree oportuno, sea del equipo que sea, eso sí lo tiene Luis Enrique. Raúl de Tomás fue porque tuvo un rendimiento espectacular. 

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