EUROPEO DE FÚTBOL SALA

Rusia gana la batalla futbolística a Ucrania

El equipo ruso pasa a la final después de un duelo vibrante y ajustado pero sin conflictos extradeportivos

"No nos interesaba la política, solo la victoria", dice el brasileño Paulinho, que se estrena con Rusia en este torneo

El ruso Davydov vuela ante los ucranios Zvarych y Korsun.

El ruso Davydov vuela ante los ucranios Zvarych y Korsun. / UEFA

José María Expósito

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Rusia le ha ganado este viernes la batalla a Ucrania, pero solo la futbolística. El duelo que la UEFA llevaba casi una década intentando evitar se ha producido en las semifinales del Europeo de fútbol sala, en Amsterdam, sin más tensión que la propia de una cita así y de un marcador ajustado hasta el final (2-3). Rusia, campeona en 1999, sufrió el asedio ucranio en los últimos compases, pero espera ya en una final contra España o Portugal. Se volvió a demostrar que el deporte es capaz de estar por encima de la geopolítica.

Desde que el conflicto entre ambos países tomó un cariz realmente peligroso, en el verano de 2014 la UEFA optó por evitar que equipos y selecciones rusos y ucranios se enfrentaran entre sí (ya impidió que en Zenit de San Petersburgo y el Dnipro se enfrentaran en la fase previa de la Champions de fútbol). Pero esa precaución solo es posible mientras los equipos no avancen en los torneos. En el Europeo femenino de fútbol sala del 2019, por ejemplo, Rusia y Ucrania se enfrentaron irremediablemente en el partido por el bronce (con victoria rusa).

Compañeros, nacionalizados...

Pero lo había avanzado Ivan Chishkala, máximo goleador de Rusia en el torneo. La tensión que se vive entre los dos países no tenía un reflejo entre los jugadores de ambas selecciones: "Hablamos, nos vemos en el hotel, nos saludamos de manera absolutamente civilizada. No hay malentendidos", comentó el jugador del Benfica. El ucraniano Volodymyr Razuvanov es compañero del ruso Nando en el Dinamo de Samara, otro detalle que ayudaba a atemperar el duelo, como el hecho de que tres jugadores rusos sean brasileños nacionalizados.

"Es un sentimiento inexplicable. Es mi primer Europeo, mi primera convocatoria con la selección rusa y el sentimiento de clasificarse para la final es inexplicable", explicó uno de ellos, Paulinho, ajeno a todo lo referente al conflicto geopolítico entre entre Rusia y Ucrania: "A nosotros no nos llegan noticias, estábamos concentrado en este campeonato. No nos interesaba la política, solo la victoria, y gracias a Dios se consiguió con un sufrimiento muy grande y algún milagro ante una selección muy difícil".

Penalti fallado

Uno de los "milagros" a los que se refería Paulinho era el penalti parado por Putilov a Shoturma a poco más de un minuto del final, con 2-3 en el marcador. Afanasyev cometió un imprudente penalti que le pudo convertir en el tipo más odiado de su país, pero su guardameta le salvó. Jugando sin portero, Ucrania encerró a su rival en ese último minuto, pero Abakshyn falló una clara ocasión a 17 segundos del final y aún a 3 de la conclusión la pelota se paseó por delante del arco ruso sin que nadie acertara a empujarla.

El marcador ya no se movió, después de un partido en el que Rusia siempre fue por delante en el marcador (primero 0-2, luego 1-3 después de una volea de Niyazov que quizá sea el tanto del campeonato), pero en el que Ucrania nunca se rindió y tuvo opciones hasta el final. Rusia, que ha subido al podio en las últimas cuatro ediciones del Europeo, ya tiene asegurada la plata.