Escándalo en el Rayo femenino

El Rayo mira a otro lado ante las demandas de cese del entrenador

El Rayo femenino, que empató con el Valencia esta miércoles en su Ciudad Deportiva, registró más presencia de medios de comunicación que de aficionados respaldando a las jugadoras. Mientras, Vallecas se llenaba para ver al equipo masculino en Copa ante el Mallorca.

Mensajes de la afición rayista contra el entrenador del Rayo femenino, Caros Santiso.

Mensajes de la afición rayista contra el entrenador del Rayo femenino, Caros Santiso. / @Carolalon1

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La situación en el Rayo Vallecano femenino se ha convertido en insostenible después de que se haya hecho público un audio de What's App de 2018 en el que su actual entrenador, Carlos Santiso afirmaba: "Nos falta hacer una pues como los de la Arandina tío. Nos falta ir y que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris, y cargárnosla ahí todos juntos". Lo de la Arandina terminó en condena por "agresión sexual", pero el presidente del club, Martín Presa, ha hecho oídos sordos a las palabras de su técnico y se ha limitado a señalar que no va a "entrar en polémicas ni hacer caso a ninguna presión mediática para echar al entrenador".

Más periodistas que aficionados

En la tarde de este miércoles el Rayo Vallecano femenino se midió al Valencia en su Ciudad Deportiva, partido en el que hubo más medios de comunicación que público en las gradas. Las protestas de los aficionados rayistas se limitaron a dos pancartas que rezaban: "La franja no se mancha, fuera machistas". "Santiso fomenta la violencia. Presa le protege". Lo más destacado fue la presencia en las gradas de Rita Maestre y Carolina Alonso, concejalas del Ayuntamiento de Madrid, donde son portavozas de Más Madrid y Unidas Podemos. Maestre exigía "que las chicas del Rayo tengan condiciones dignas y se les escuche. No quieren un entrenador que diga cosas como "nos falta hacer una como los de la Arandina". Carolina Alonso era más categórica: "Pedimos el cese fulminante de Carlos Santiso. Tolerancia cero con la cultura de la violación".

Por su parte, las jugadoras, que lograron un meritorio empate (1-1) ante las valencianistas en medio de este ambiente, se manifestaron con un comunicado en el que hacían público que "Reprobamos y rechazamos estas declaraciones por ser contrarias a la dignidad de las mujeres y que son de una gravedad que no es aceptable en ningún caso". Sin embargo, la vida sigue igual en el equipo femenino en el que Santiso apareció en el banquillo cuando se inició el partido, después de haberse mantenido lejos de las cámaras y los micrófonos en los prolegómenos.  

En manos del CSD y la RFEF

La presión ha aumentado con el paso de las horas y son varias las instituciones y organizaciones que estudian la forma para desalojar a Santiso del banquillo rayista. Así, el Departamento de Integridad de la Federación Española de Fútbol ―de la que depende la Primera Iberdrola― ha trasladado el caso a su Comité de Ética. El sindicato de fútbol femenino FUTPRO, ha anunciado que "trabajamos en medidas efectivas que impidan" que el Rayo Vallecano disponga de un entrenador con los precedentes de Santiso. Por su parte, Ángel Barrancos, vocal de accionistas minoritarios, que cuenta con el respaldo de la federación de peñas rayistas y el apoyo de la plataforma ADRV, anunciaron que este jueves mandarán un escrito al Consejo Superior de Deportes. Precisamente su presidente, José María Franco, ha tachado las palabras de Santiso de "nauseabundas, indignas y terroríficas".

Pero aunque jugadoras, aficionados e instituciones presionan para que se concrete la marcha de Santiso, que ha pedido "perdón por una broma desafortunada, machista, imperdonable y muy de mal gusto”, Presa mantiene al entrenador en el banquillo de un equipo femenino al que tiene abandonado desde hace meses sin médicos y con problemas en los alquileres de los pisos de las jugadores y el cobro de sus fichas. 

La vida sigue igual

Y justo en el momento en que finalizaba el partido femenino en medio de la más absoluta indiferencia, la afición rayista llenaba Vallecas para ver a los chicos que, ajenos al escándalo que viven sus compañeras del femenino, se medían en cuartos de final de la Copa del Rey ante el Mallorca. La vida sigue igual para las chicas del Rayo femenino. Presa mira hacia otro lado.