Vinicius deslumbra, Jovic resucita y Benzema se lesiona en Anoeta

El día que el Barcelona y el Atlético perdieron en casa, el Real Madrid deslumbró en Anoeta, ante un buen equipo como la Real Sociedad, subido a lomos de un jugador exuberante que protagonizará el fútbol de la próxima década: Vinicius Júnior. El brasileño se echó el equipo encima tras la lesión de Benzema y contó la complicidad inesperada de un Jovic que se apuntó a la fiesta de carioca. El Real Madrid sale de Anoeta con diez puntos de ventaja sobre el Atlético y 16 sobre el Barcelona, ambos con un partido menos. La mano blanda de Ancelotti domina al espíritu de Simeone y a la flor de Xavi.

Benzema, víctima de Carletto

Insiste Ancelotti en no tocar lo que funciona y en no tocar la columna vertebral del equipo en sus rotaciones. Siete triunfos seguidos parecían razón de peso para mantenerlo, pero cuatro partidos en nueve días pesan en las piernas de cualquiera y las de Benzema dijeron basta. Al cuarto de hora Karim se arrodilló y pidió el cambio por unas molestias en los isquios. Se dispararon las alarmas porque el francés es el mascarón de proa ofensivo del Real Madrid y podría perderse el encuentro ante el Inter, con el liderato del grupo en juego, y el derbi ante el Atlético. Carletto tuvo que echar mano de Jovic, que le sacó de sus casillas en varias ocasiones durante la primera mitad por su desquiciante indolencia.

Más allá del detalle no menor de la pérdida de Benzema, el Real Madrid saltó a Anoeta con el traje de los partidos grandes. Un encuentro de ritmo alto ante un equipo audaz de esos que los snobs futbolísticos afirman que utiliza la "presión en bloque alto". Como diría los clásicos, muerden arriba. En este escenario Vinicius volvía a mostrar su crecimiento con otra exhibición de personalidad y Rodrygo, mucho más implicado y agresivo que Asensio, creaba problemas a Rico desde el inicio. A la media hora los visitantes llevaban cuatro disparos a puerta, por ninguno local. 

Pero en el último cuarto de hora Guevara y Zubimendi subieron la intensidad y la Real comenzó a gobernar el partido. Militao vigilaba estrechamente a Isak, pero Oyarzabal y Januzaj se movían a la espalda de Sorloth lejos del radar de Casemiro, quien coqueteó con la amarilla, que sería la quinta y le dejaría sin derbi, tras un par de tarascadas y varias protestas a Gil Manzano. Al descanso se llegaba con un entretenido empate con la Real teniendo más posesión y el Real más ocasiones. 

La reanudación comenzó como la primera mitad, con Vinicius manejando el partido a su antojo. Al minuto de juego, el brasileño inició la enésima diagonal, enlazó una pared con Jovic, que descargó bien, y Vini clavó su disparo en la red para adelantar a los blancos. El Real Madrid se entregaba a la exhibición del joven crack, que sumaba su décimo gol esta temporada.

Jovic resucita

Y entonces ocurrió algo sorprendente. La flor de Ancelotti, esa capacidad del italiano para reactivar jugadores perdidos, obró un milagro para el madridismo. En un córner Casemiro tocó un balón en el primer palo y Jovic persiguió la pelota hasta cabecear a la red el segundo gol visitante. El serbio sumaba una asistencia y un gol en un partido grande. Un futbolista que se daba por perdido y que Carletto ha recuperado justo el día de la lesión de Benzema.

El italiano salvaba la presencia de Casemiro en el derbi ante el Atlético sustituyéndole por Camavinga y los blancos metían el encuentro en formol para inactivar a una Real que no realizó ni un solo disparo entre los tres palos. Los de Ancelotti enlazan ocho victorias consecutivas y diez victorias en los últimos once partidos. Se acercan las Navidades más blancas en mucho tiempo.