Yangel Herrera encumbra al Espanyol tras el 'show' de Mateu Lahoz

El Espanyol ha logrado este domingo una meritoria victoria ante la Real Sociedad. Un gol de Yangel Herrera mediada la segunda mitad le ha dado los tres puntos al conjunto de Vicente Moreno, que ha batido a Remiro cuando peor lo estaba pasando en el partido y después de que Isak viera cómo se le anulaba un gol tras un despropósito de Mateu Lahoz.

Igual que en el derbi del Camp Nou, el Espanyol pareció salir a verlas venir ante un conjunto al que se presuponía superior. La primera media hora fue un monólogo 'txuri urdin', pero el cuarentón Diego López echó el candado a su portería, sobre todo en un trallazo de Le Normand desde la frontal al rechace de un córner defendido con tibieza (m. 27).

Pero cuando la Real, que el jueves vio truncada ante el Mónaco una racha de 17 partidos sin perder, bajó el ritmo el Espanyol vio el momento de hacer daño. Las incursiones de Pedrosa despertaron a los blanquiazules, que pudieron marcar en dos ocasiones a través de Puado. Primero el canterano se escabulló de dos defensas en la línea de fondo y ganó el ángulo necesario para poner a prueba los reflejos de Remiro con un zurdazo (m. 33). Más cerca aún estuvo con un punterazo al palo tras zafarse de Zubimendi y resolver rodeado por cuatro defensas desde la frontal (m. 39).

Partidazo de Januzaj

No lo logró en ese arreón y la Real tomó las riendas del partido definitivamente tras el descanso. Januzaj, que cambió de banda para jugar a pierna cambiada, fue un peligro constante por la derecha. Un disparo del belga se paseó por el área pequeña sin que nadie pudiera empujarlo y un centro chut suyo se fue al larguero.

El gol parecía cuestión de minutos, y llegó de forma rocambolesca. Un pase de Guevara en la frontal del área perica lo desvió Mateu Lahoz. El balón acabó en los pies del recién incorporado Isak, que hizo una pared con Januzaj, y al que las molestias en el tobillo no le impidieron definir ante Diego López (m. 65). Pero el colegiado valenciano, que de entrada había señalado que el juego debía continuar pese a su toque, cambió de opinión al ver que la acción acababa en gol y anuló la jugada para alegría de la grada y enfado de los jugadores vascos. La decisión final fue tan acertada como grande el desconcierto.

El enfado de Oyarzabal

"Podría decir muchas cosas, pero todavía no he entendido la jugada", aseguraba contrariado Oyarzabal nada más acabar el choque. "Él tampoco sabe lo que pita, le pregunto después seis veces y no me lo dice. No lo hemos entendido en el campo, y no nos da ninguna explicación lógica y coherente. Nos vamos enfadados y con mal cuerpo".

La decisión dejó tocada a la Real, que se vio sorprendida por un contragolpe de Raúl de Tomás por la izquierda. El 'pichichi' perico chutó y su tiro lo desvió Remiro, pero Yangel Herrera llegaba como un obús desde atrás para rematar con furia al fondo de la red, justo lo que se espera de un llegador como él, que se estrenó como goleador con la camiseta perica. Tuvo algo de fortuna, pues Diego Rico desvió lo justo el balón con el talón.

Hasta el final tocó sufrir, algo que pudo haber evitado Wu Lei. RDT dejó solo ante Remiro al delantero chino, pero se adelantó demasiado el balón y el portero se hizo con él antes de poder disparar. A los blanquiazules les tocó achicar agua, y celebraron como si fuera un gol un balón que Sergi Gómez le sacó de los pies a Oyarzabal en el área pequeña cuando ya iba a rematar un genial pase de, claro, Januzaj. La Real no perdía en la Liga desde la primera jornada, en el Camp Nou, y su segunda visita del año a Barcelona volvió a ser fatídica.