El Madrid se venga del Sheriff y se jugará el liderato con el Inter

El Real Madrid estará en octavos de la Champions, tras sellar con victoria su partido ante el Sheriff en un plácido encuentro en la exótica Transnistria. Tres goles de Alaba, Kroos y Benzema sentenciaron el pase a la fase de cruces, aunque los blancos deben jugarse en el Bernabéu ante el Inter el liderato del grupo, partido en el que le vale el empate para pasar primeros. 

Advirtió Ancelotti en la previa que sería un partido "para cocinar a fuego lento". Y con esa disposición salió el Real Madrid al césped, apostando por la parsimonia brasileña que adquiría un once con Militao, Casemiro, Vinicius y Rodrygo. Los blancos digerían con paciencia el duelo ante un Sheriff agazapado que dejaba arriba solo a Traoré. A diferencia de otros partidos, los madridistas cargaban más por la derecha, con Modric saliendo a banda y Carvajal llegando mucho para concederle el pasillo interior a Rodrygo. Vinicius se lo tomaba con calma en la izquierda, donde Mendy también se animó con frecuencia.

Paciencia y posesión

Pudo adelantarse el Real Madrid en el minuto 9, pero Benzema arrancó de fuera de juego. Rodrygo fue el siguiente en probar la solvencia de Athanasiadis en el minuto 17. Los locales se empleaban a fondo en defensa, olvidando las labores ofensivas. Algo que permitía al Madrid dominar plácidamente la pelota y el choque, a diferencia del partido de ida en el Bernabéu. Sacudían el árbol los blancos hasta que en el minuto 29 una falta al borde del área local fue lanzada por Alaba. La pelota iba al palo del portero sin aparente peligro, pero un defensa la tocó en el camino y desvió el disparo, que terminó en las redes. Abierta la lata, Carletto pedía más cabeza y calma aún.

Carvajal tuvo el segundo en una volea en el tramo final de la primera parte y Benzema perdonó otra falta al borde del área cuando terminaba el primer asalto. Pero fue Kross quien selló el segundo en una jugada coral de primeras digna de una Filarmónica que concluyó el alemán abriendo el tobillo para golpear con el interior del pie y enroscar la pelota en la escuadra. Golazo para poner el colofón a una primera parte que salía según lo planeado.

Con el triunfo en el bolsillo, y con ello la clasificación para octavos, la única inquietud de Ancelotti era que el equipo no se desconectase como ha ocurrido en otros partidos de esta temporada. Pero esta vez la pelota seguía en los pies de los blancos, para tranquilidad del técnico italiano. Todas las dudas quedaron disipadas a los 55 minutos, cuando Benzema anotó el tercer gol ante la permisividad de la zaga local, que dejó controlar al francés y clavarla en la red. De ahí al final, poco más que destacar más allá de un disparo al palo de los locales y un carrusel de cambios que pusieron el colofón a la histórica visita del Real Madrid a la recóndita república de Transnistria.