El maratón de Barcelona
El atleta atrapado por la guerra
Birham Nebebew no podrá estar este domingo en el maratón de Barcelona ya que no consiguió desplazarse desde la región de Amhara hasta el aeropuerto de Adís Abeba por el conflicto bélico que azota a Etiopía.
Sergi López-Egea
Periodista
Periodista especializado en ciclismo desde 1990. Ha seguido regularmente el Tour como enviado especial desde 1991 al igual que la Vuelta, varias ediciones del Giro, la Volta y Mundiales de la especialidad. Autor de los libros 'Locos por el Tour' (con Carlos Arribas y Gabriel Pernau, RBA), 'Cumbres de leyenda' (con Carlos Arribas, RBA y reedición en Cultura Ciclista), 'Cuentos del Tour', 'Cuentos del pelotón', 'Cuentos del equipo Cofidis' y 'El Tourmalet', todos ellos de Cultura Ciclista.
Tenía el dorsal preparado y una habitación dispuesta en un hotel de Montjuïc, pero Birhan Nebebew no ha podido llegar a Barcelona, ni disputar este domingo el maratón donde acudía como una de las estrellas africanas que se han apuntado a la carrera.
Cuenta su mánager, Hussein Makke, que "el chico ha hecho todo lo posible para llegar a Barcelona". Sin embargo, ha quedado literalmente atrapado por la guerra. Y no ha sido el lícito y deportivo combate para demostrar quién es el más rápido en un pacífico maratón, sino por el conflicto bélico que azota Etiopía, su país, la guerra desatada en la región de Tigray, en la frontera con Eritrea, que ya ha causado más de dos millones de desplazados, ha aumentado la hambruna en el cuerno de África, ha provocado miles de muertos, la condena de la ONU y la polémica por el premio Nobel de la Paz que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, recibió en 2019.
Campos de entrenamiento
La mayoría de atletas etíopes que se acostumbran a desplazar para eventos internacionales, ya sean maratones, medio maratones o campeonatos en pista, viven en la capital del país, Adís Abeba. Allí disponen de campos de entrenamientos y más posibilidades para desplazarse al extranjero. Los kenianos, por ejemplo, entrenan de forma más dispersa en su país, con varios grupos establecidos.
Nebebew, en cambio, vive en la región de Amhara, vecina de Tigray, en medio de las hostilidades. Amhara es una zona rural con la mayoría de la población cristiana copta. Trató de llegar al aeropuerto de Adís Abeba para volar primero el jueves y luego el viernes. Por la tarde, al ver que era imposible pillar cualquier vuelo a Europa, tuvo que desistir. "Quería volar desde Adís Abeba pero se ha encontrado todas las carreteras bloqueadas ya que en su zona está ahora uno de los frentes del conflicto bélico", añade su mánager.
Nebebew tiene una marca personal de 2.06.52 horas, conseguida en 2019 en el maratón de Lisboa y era uno de los aspirantes a la victoria este domingo en Barcelona, con un pronóstico muy abierto entre los participantes africanos; de hecho, como suele ser tradicional, los únicos aspirantes al triunfo, tanto en hombres como en mujeres.
Los atletas africanos
Hasta Barcelona han llegado 12 atletas etíopes (siete hombres y cinco mujeres), 14 kenianos (12 y 2), dos marroquíes, dos ugandeses, dos eritreos y un representante de Bahrain. De ellos, cuatro han sido contratados como 'liebres' y el resto para disputar la victoria, en un maratón que regresa tras dos años y al que se han apuntado un total de 15.100 personas.
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