Nkono desvela la pócima mágica de Diego López a sus 40 años

Cada día en la Ciudad Deportiva Dani Jarque se repite la misma historia. Un tipo de 1,96 metros, gallego para más señas, llega el primero al gimnasio de la instalación. El mismo personaje abandona el último el campo del entrenamiento. El protagonista de esta rutina no es un desconocido. Se trata de Diego López, el portentoso portero del Espanyol que cumple 40 años este miércoles.

El histórico aniversario le llega en uno de los mejores momentos de su carrera. En Primera solo le supera por edad el bético Joaquín, el único cuarentón hasta la fecha, pero el gaditano ya es un habitual suplente. Diego (Paradela, Lugo) lo juega todo, es el portero con más paradas del campeonato (44) y siempre quiere más. Está hecho un chaval.

El sello de Tommy

Para hablar de porteros en el Espanyol no hay mayor leyenda que el gran Tommy Nkono. A sus 66 años sigue al pie del cañón con el primer equipo y coordina a los arqueros del fútbol base. El camerunés, que también estuvo bajo palos hasta los 40, conoce a la perfección a Superlópez. Lleva cinco años a su lado, desde la llegada del gallego en 2016, primero como cedido por el Milan y luego ya en propiedad.

Escuchando al africano se entiende perfectamente que la longevidad de Diego no es fruto de la casualidad. «Es muy intenso. Lo vive de otra manera, con la misma ilusión o más que los nuevos. Nos exige mucho porque nos obliga a estar metidos al 100% cada día. Nos hace mejores a todos, es una maravilla trabajar con él», cuenta Nkono en una charla con EL PERIÓDICO. 

Su longevidad se sustenta en una obsesión admirable por la alimentación, la preparación física y todos los detalles

Por sus manos han pasado montones de porteros, pero ninguno tan meticuloso como el lucense. «Es siempre el que tira del carro, el primero en entrar en el gimnasio y el último en salir del campo. A veces le digo: 'Diego, frena un poco, ya vale'. A su edad es mejor rebajar para llegar más fresco al partido, pero es difícil. Le encanta entrenar, le apasiona».

"Diego es siempre el primero en llegar y el último en irse. Es el mejor profesional que he conocido. Le encanta entrenar, le apasiona"

— Tommy Nkono / Exportero del Espanyol

En esa actitud se refleja el esfuerzo de un profesional que llegó tarde a la élite. Debutó en el primer equipo del Madrid con 24 años en un partido de Champions contra el Olympiakos. Ahora es lógico que quiera prolongar su carrera al máximo. «Es un ejemplo para todos. Si él se queda entrenando los más jóvenes están obligados a seguir también. Diego ha sufrido en su carrera y toda la exigencia que ha tenido la sabe transmitir», reflexiona Nkono.

"Es brutal cómo se cuida"

El africano destaca las cualidades del gallego. «Es muy completo. Sabe entender muy bien el fútbol. Me gusta charlar con él. Sabe siempre exactamente lo que ha pasado y lo comentamos. Procesa todo y luego intercambiamos ideas. De portero a portero». También se detiene en su alimentación, un aspecto que lleva a rajatabla. «Es una obsesión total para él. Es brutal cómo se cuida. Esa es su pócima mágica, su método. Es el mejor profesional que he conocido».

La pregunta obligada siempre es la misma. ¿Hasta cuándo jugará? Tommy responde echando la vista atrás. «Depende de su cabeza. Yo me retiré con 40 en Bolivia. Lo dejé porque un día me levanté y veía el campo de entrenamiento que estaba a dos kilómetros como si estuviera a 50. El cuerpo te da avisos, pero el motor es la mente. Si la cabeza te dice que no puedes te toca plegar», apunta la leyenda.

"Como un pulpo"

La misma cuestión persigue al actual meta perico, pero nunca se inmuta. «No me pongo fechas, metas ni objetivos a largo plazo. Intento disfrutar el momento». Y se rebela contra los que miran constantemente el DNI. «Es muy fácil decir desde fuera que uno ya no sirve, pero me siguen felicitando los rivales. Eso me reconforta», asegura el gallego.

Uno de los más contundentes en este sentido fue Marcelino, el técnico de un Athletic que topó con una actuación magistral de Diego. «Tuvimos un portero enfrente que parecían tres, era como un pulpo». Su intervención ante Berenguer en el último suspiro del partido es ya una de las paradas de la Liga.

Los rituales de Nadal

Volviendo al día a día, su entorno se detiene en sus rituales. «Lo vigila todo. Las protecciones de dedos, muñecas, tobillos, manos... Es un detallista total. Me recuerda a Rafa Nadal en sus protocolos y sus tics», cuenta un empleado del club, feliz por el gran rendimiento del portero.

"No me pongo fechas, objetivos ni metas a largo plazo. Solo intento disfrutar del momento. El fútbol es mi pasión"

— Diego López / Portero del Espanyol

«Es un currante extraordinario. Cuando lo fichamos con 35 pensamos que igual le quedaba un año y arreando, pero con 40 está casi mejor que con 30». Para Diego no hay excesivos secretos. Considera que la longevidad se cuece a fuego lento desde los inicios. «El fútbol es mi pasión y requiere una vida ordenada, unos hábitos muy saludables. No sirve de nada cuidarte a partir de los 35 cuando ya llevas mucha tralla».

El portero, que vive en la zona alta de Barcelona con su mujer y sus hijas, es siempre una voz respetada en el vestuario, con David López, Cabrera y Embarba como principales apoyos. Tiene el récord de imbatibilidad del club en Primera (586 minutos) y en Segunda (538). También superó a Di Stéfano como el más veterano en vestir la camiseta perica. 

El mayor susto

El descenso fue su peor momento con el Espanyol, junto a dos problemas físicos: el brutal golpe que sufrió en el campo del Levante en 2018 que le dejó inconsciente y el choque con Luis Suárez que le dañó la rodilla a finales de 2016. Atrás quedaron sus experiencias en el Milan, Sevilla, Villarreal y el Real Madrid. Allí vivió la agitación de la época de José Mourinho, que le situó por delante de Casillas. El meta perico guarda un grato recuerdo del luso. 

Superlópez fue solo una vez internacional en un amistoso ante Macedonia con Del Bosque en el banquillo en 2009. En Cornellà se ha ganado el cariño de todos los pericos, que le premian con cánticos de «¡Diego selección!». A sus 40 años, el gallego vive una juventud eterna.  

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