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RAYO VALLECANO - FC BARCELONA (1-0)

El Barça se derrota a sí mismo en Vallecas

El equipo de Koeman despliega un juego deprimente tras cometer un imperdonable error en el gol de Falcao

Falcao celebra su tanto ante el Barça

Falcao celebra su tanto ante el Barça

Marcos López

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Ni de penalti. Ni de penalti supo el Barça empatar un partido que había regalado previamente. Y así terminó como siempre, derrotado, incapaz de hallar soluciones hacia esa decadencia a la que no se adivina fin. Ni tampoco remedio alguno. Si no es el Atlético es el Madrid. Y si no es el Benfica es ahora hasta el Rayo quien lo tumba, sumergido el equipo de Koeman en la mediocridad dejando imágenes llenas de pena porque su juego es tan deprimente como desesperanzador, con Laporta cargándose de razones para tomar la decisión que tenía tomada desde el verano pasado. Pero no la pudo hacer, mientras los azulgranas iban desperdiciando ocasiones en el tiempo añadido (Kun, Luuk de Jong, Gavi...)

El post partido del Rayo - Barça: el Barça se derrota a sí mismo

El post partido del Rayo - Barça: el Barça se derrota a sí mismo. /

Tiene tan buen corazón y tan poco fútbol que el Barça se complica la vida. No hay partido en que no se desangre a sí mismo. Por lo que regala y, sobre todo, por lo que falla. Para empezar, llegó 10 minutos tarde a Vallecas. Diez minutos en los que el Rayo de Iraola lo sometió de tal manera que le quitó hasta la pelota. Sin el balón y sin la intensidad necesaria, el equipo de Koeman mutó hasta desfigurarse. Y esa reacción tímida que apuntó después a través de la figura de Nico, otro niño que no entiende de escenarios delicados. Tuvo la personalidad y energía que no se vieron en las ‘vacas sagradas’ en esa primera mitad marcada por el error de Busquets, unido a la lentitud defensiva simbolizada en esa carrera de Falcao, que le ganó con astucia e inteligencia a Piqué, ayudado porque ese disparo tocó en el poste derecho de Ter Stegen.

Ubicado a la derecha de Busquets fue el único que supo entender lo que demandaba el partido. Pedía y pedía la pelota rasgando al Rayo con conducciones atrevidas mientras Coutinho se cansaba de perder duelos individuales. ¿Iraola? A lo suyo, presión de Trejo y carrera de Falcao. Tan sencillo y tan simple. Gol en contra para el Barça en el segundo remate que recibía en la portería de Ter Stegen, otro drama defensivo. Ese tanto quebró la ya de por sí débil autoestima del equipo de Koeman. Al regalo defensivo, Busquets decidió pensar con la pelota en sus pies, se añadió el caos en ataque, simbolizado, de nuevo, en otro disparo de Dest a las nubes. Y, otra vez, situado como estaba en el área pequeña de la portería rayista, tal si quisiera repetir el tremendo error del clásico.

Nico, el mejor

Koeman, que apostó por un 4-3-3 flexible teniendo a Nico, soberbia prestación la suya, y Coutinho, invisible como de costumbre, escoltando a Busquets, no tuvo pegada. Al Kun no le suministraron balones algunos, quedando encerrado entre la ordenada y exigente defensa del Rayo. Se marchó el Barça perdiendo en el descanso sin saber si Dimitrievski llevaba guantes o se los había dejado por olvido en el vestuario. Tampoco los habría necesitado. Ni un solo tiro a puerta en 45 minutos del inocente y destartalado equipo de Koeman, cuyo futuro queda cada vez más condicionado. 

Al técnico se le agota el tiempo. Y a los cuatro capitanes (Busquets, Piqué, Sergi Roberto y Jordi Alba fueron titulares), también en esa decadencia sin fin que arrastra el Barça en los últimos años. Van cambiando los entrenadores (Valverde, Setién y, tal vez, pronto Koeman entre en esa selecta lista de desempleados culés) y el problema no se soluciona. 

Necesitó, todo hay que decirlo, una hora de partido para que el Kun disparara a puerta tras otra gran acción individual de Nico. El de siempre. Luego, el técnico desandó el plan inicial tras quitar a Sergi Roberto y colocar a Demir en el flanco derecho del ataque situando a Dest de lateral otra vez. El Rayo no necesitó hacer mucho más en la segunda parte porque ya tenía el tesoro de Falcao, un delantero que siempre le marca al Barcelona. Todo lo contrario que Memphis que no acertó ni de penalti. A él se lo hicieron. Y él lo falló. Lo tiró sin convicción permitiendo que Dimitrievski se recostara sobre su lado derecho para despejarlo. En esos minutos de caos hasta el técnico prescindió de Nico, el mejor y con mucha diferencia, para alinear a dos delanteros centros (Kun y Luuk de Jong) en un desesperado 4-4-2, donde acabó con Piqué ejerciendo hasta de tercer nueve.

Y Laporta, entretanto, en el palco del pequeño Vallecas meditando qué decisiones debe tomar. Si es que toma alguna. La sencilla ya la sabe, por mucho que ratificara a Koeman horas antes de la derrota en el Metropolitano ante el Atlético. Pero el Barça va de derrota en derrota (lleva así años) hacia la perdición. Si acaso no es esto la perdición. 

La ficha del Rayo Vallecano - Barça

RAYO VALLECANO: Dimitrievski (8); Balliu (5), Saveljich (7), Catena (6), Fran García (6); Valentín (6), Comesaña (7), Isi Palazón (6), Trejo (7), Álvaro García (6) y Falcao (8).

Cambios: Unai López (6) por Comesaña (m. 63); Ciss (s.c.) por Trejo (m. 76); Nteka (s.c.) por Falcao (m. 76); Mario Suárez (s.c.) por Valentín (m. 90) 

Técnico: Andoni Iraola (8). 

BARÇA: Ter Stegen (4), Sergi Roberto (4), Eric García (5), Piqué (4), Jordi Alba (4), Nico (7), Busquets (4), Coutinho (3), Dest (3), Kun Agüero (4) y Memphis (3).

Cambios: Demir (4) por Sergi Roberto (m. 59); Gavi (s.c.) por Coutinho (m. 74); Luuk de Jong (s.c.) por Nico (m. 83)

Técnico: Ronald Koeman (4). 

GOLES: 1-0, (m. 30), Falcao

ÁRBITRO: Mateu Lahoz (6), valenciano

TARJETAS AMARILLAS: Trejo (m. 23); Coutinho (m. 52): Piqué (m. 66); Saveljich (m. 82)

ESTADIO: Vallecas

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