LA LUCHA POR LA PRESIDENCIA

La guerra civil (y familiar) del Sevilla

José María del Nido trata este martes de recuperar la presidencia del club hispalense de la mano de un inversor americano sin que esté claro si contará con los apoyos necesarios

Pepe Castro, actual presidente y que cuenta con Del Nido júnior en su junta, afea las "bravuconadas" de su predecesor porque la entidad vive "el mejor momento de su historia"

José María del Nido y Pepe Castro.

José María del Nido y Pepe Castro. / Archivo

José María Expósito

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Deslealtades, traiciones, luchas por el poder, corrupción, enfrentamientos familiares y hasta una cucharadita de salsa rosa. Ingredientes propios de una telenovela pero que conforman la junta de accionistas que el Sevilla celebra este martes. José María del Nido intentará dar el golpe y recuperar la presidencia desbancando al que fue su vicepresidente, Pepe Castro, en cuya junta figura el hijo del propio Del Nido, con el apoyo de unos inversores americanos que aterrizaron en el club hispalense a través del propio Castro. ¿Alguien da más?

"El club está arruinado. La gestión es tan nefasta que hay que cortar las alas a este bucle", aseguró rotundo hace unos días Del Nido en la cadena Cope. Castro contratacó un día después: "Los sevillistas no quieren cambio. Los cambios se hacen cuando las cosas van mal y el club está en uno de los mejores momentos de su historia". "Todavía cabe una vuelta de tuerca al crecimiento del Sevilla y se la daremos", argumentó el aspirante, a lo que Castro volvió a objetar: "[Del Nido] Tiene ansias de poder y se une a un grupo americano al que solo le interesa el dinero, cuya intención es hacer una ampliación de capital y quedarse el Sevilla”.

"Vicepresidente fiel"

Del Nido presidió el club durante 12 años con Castro como "vicepresidente fiel", en palabras del propio Castro. Poco antes de su entrada en la cárcel por el ‘caso Minutas’ (irregularidades en los honorarios que cobró al Ayuntamiento de Marbella), el abogado tuvo que dejar el cargo en manos de Castro. Al mando de sus acciones puso a uno de sus seis hijos, José María del Nido Carrasco, quien, curiosamente se casó con la hija de un ilustre bético, Pepe Mel. Lo hizo vestida de rojo y en la calle Betis. Al enlace no acudió el padre del novio por estar en prisión, pero sí Castro. 

La boda entre José María del Nido Jr. e Iris Mel, en Sevilla.

La boda entre José María del Nido Jr. e Iris Mel, en Sevilla. / Archivo

A lo largo de todos estos años la pelea subterránea no ha cesado. Ni siquiera el pacto de estabilidad firmado en 2019 por los grandes accionistas, por el cual Del Nido debía recuperar la presidencia en el 2023, propició una tregua duradera. "Yo no quería ningún pacto porque lo conozco, porque sé que se salta todo tipo de pactos, hasta la ley", enfatizó Castro, que asegura que lo firmó convencido por Del Nido hijo. 

Del pacto a los tribunales

Efectivamente, el pacto duró apenas unos días. Y no porque padre e hijo se aliaran. "Dice el refranero popular que entre padre, hijo y hermano no metas la mano –explica Del Nido–. He tenido un desencuentro con mi hijo porque gestiona el club con Castro como si fueran sus acciones. Le he retirado la confianza y no representa a la familia Del Nido en el consejo de administración del Sevilla". 

Del Nido Benavente y Del Nido Carrasco se vieron las caras en un juzgado. El padre alegaba que el hijo se había "autonombrado" representante familiar "a perpetuidad" y el hijo aseguraba que los argumentos del padre para justificar su pérdida de confianza eran "fruto de su imaginación y pretextos inventados para cumplir el pacto". La justicia revocó los poderes concedidos al hijo, aunque no con carácter retroactivo, lo que complica aún más la situación.

Pepe Castro y José María del Nido Carrasco.

Pepe Castro y José María del Nido Carrasco. / Archivo

Y así se llega a la junta extraordinaria de este martes, a petición de Sevillistas Unidos 2020, el grupo que lidera Del Nido con el apoyo de 777 Partners. 'Los Americanos', como se les conoce en Sevilla. Un fondo con sede en Miami que llevó al Girondins a la administración concursal y que cuenta con un 7% de las acciones del Sevilla, donde llegó de la mano de Castro. El actual presidente trataba con esa alianza de contrarrestar la masiva compra de acciones que Del Nido había emprendido en 2018, pero ahora se le ha vuelto en contra.

Esa es una de las bazas de Del Nido (cuya pena de inhabilitación para cargos administrativos no finaliza hasta marzo) para que los accionistas indecisos apoyen la insurrección, pero por si acaso insiste en que el club no pasaría a manos extranjeras porque ha tenido ofertas "de muchos ceros" y las ha rechazado. "Pensar a estas alturas de la película que yo voy a vender el Sevilla… El proyecto lo van a liderar tres personas: yo, yo y yo", recalca, no sin aventurar que 'los Americanos' pueden "introducir al club en un mundo financiero que ni conocemos". 

En su mente está una remodelación integral del Sánchez Pizjuán y de la ciudad deportiva y una internacionalización de la imagen del club, lo que liga con su declarada simpatía por la Superliga, por más que a la vez alabe la labor de Javier Tebas, con quien compartió militancia en Fuerza Nueva.

"El sevillismo no es tonto"

La compra de 400 acciones (de 100.000) a Luis Galán, hasta entonces consejero del Sevilla afín a Castro, fue un triunfo moral para Del Nido a pocos días de la junta en la que quiere asaltar el sillón presidencial, aunque no parece posible, de momento.

"Creemos que tenemos acciones suficientes para vencer en esta junta, pero el movimiento accionarial es irreversible. Si no ganamos la junta seguiremos comprando acciones e iremos a otra a los tres meses", amenaza. "Son bravuconadas –responde Castro–. Cuando fue presidente lo hizo bien y hay que reconocérselo. Pero ahora intenta controlar el club y no es suyo, es de todos. El sevillismo no es tonto”.

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