Astou Ndour: el combate contra el racismo de la nueva campeona española de la WNBA

Cuando llegó a España con 14 años le gritaban "'negra de mierda' o 'mono'". Ahora, con 27 y con la camiseta de Chicago Sky, se ha convertido en la tercera española en ganar la mejor liga del mundo

Astou Ndour posa con el trofeo de campeona de la WNBA.

Astou Ndour posa con el trofeo de campeona de la WNBA. / INSTAGRAM / @astoundour45

Roger Pascual

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13 años después de aterrizar en Gran Canaria, Astou Ndour se ha convertido en la tercera española que conquista la WNBA. La pívot hispano-senegalesa se ha coronado con las Chicago Sky tras derrotar en el cuarto partido de la final a Phoenix Mercury (80-74). Ha añadido el anillo a su palmarés en el que brillan también un oro y un bronce europeos, la plata olímpica de Río y el bronce mundial conquistados con España. Algo que no podía ni soñar cuando llegó a Las Palmas en el 2008 siendo una niña de 14 años, 1,95 y apenas 58 kilos. 

"Parecía tan frágil que a uno se le partía el alma", decía su primer técnico en España, Domingo Díaz, en la carta abierta que junto a su esposa, la también entrenadora Begoña Santana, escribieron cuando aquella niña que acogieron en su hogar fue elegida MVP del Eurobásket 2019, en el que guió a España al oro. En los primeros partidos en suelo canario los aficionados rivales decían cosas que Astou no entendía y que había olvidado en un rincón oculto de su mente. Con la explosión del movimento antirracista Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd, desbloqueó lo ocurrido. "La gente me decía que si tenía pintura en mi piel o me llamaban mono. Pero como no sabía qué era y no le daba importancia. Pero ahora, reflexionando sobre lo que está pasando en el mundo, me di cuenta", revelaba en una entrevista a EL PERIÓDICO.

Astou Ndour: "Me decían si tenia pintura en mi piel o me llamaban mono"

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Había dejado en el desván de su memoria algunos recuerdos de su llegada a España hasta que lo verbalizó por primera vez el año pasado en una videoconferencia con las Dallas Wings, tercera franquicia de la WNBA tras su paso por San Antonio Stars y Chicago Sky. En marzo de este año volvió a poner rumbo a Chicago para contribuir a la conquista del título. En su segunda etapa con las Sky ha promediado 6,6 puntos y 4,8 rebotes por partido. En el último, pese a no anotar en los cinco minutos que estuvo en la pista, se convirtió en la tercera española en ganar la WNBA, tras Amaya Valdemoro y Anna Cruz.

Educación y deporte, armas contra el racismo

Astou, nacionalizada española hace una década y que ha vivido en Senegal, España, Turquía, Italia, Rusia y EEUU, creó en su país natal una ONG, Astou Ndour Sports-Études .Ndour, para tratar de ayudar a niños y niñas de 5 a 14 años. Ella, que jugaba en sandalias en Senegal porque no tenía zapatillas, ahora las ofrece a los más jóvenes para que se formen a través a través de la educación y el deporte, «las armas más poderosas para cambiar el mundo»."Si lo hacemos bien y unimos estas dos cosas, podemos derrotar con ellas el racismo. Los niños no nacen racistas. Creo que es la educación desde pequeños -comentaba a este diario-. Los racistas son personas ignorantes, no saben, primero somos humanos".

Es partidaria de no dejar volver a entrar en las pistas a los que provoque incidentes racistas y confía que las redes sociales, además de para poder cambiar conciencias, sirvan para detectar y castigar este tipo de actitudes tanto dentro como fuera de los estadios. "Antes no pasaba nada porque no se grababa. Ahora en 30 segundos todo el mundo lo ve. Así cuando vuelvan a hacerlo les pase factura. Desde que nací he visto el racismo y no sé cómo es posible que siga hoy en día", se preguntaba. Su deseo sería que las benjaminas de su fundación cuando lleguen a la edad adulta se encuentren un mundo en el que la pandemia del racismo haya sido erradicada. "Soy optimista. Ojalá que sea así, se pueda cambiar y puedan decir 'antes había pasado esto'. En el mundo nunca sabes lo que pasará y estamos en las manos de Dios".

Igual que aquella niña de 14 años no podía imagina que, media vida después, reinaría en EEUU y sería felicitada por Barack Obama. «Los sueños se logran con esfuerzo y trabajo. ¡Y no se alcanza ningún gran logro en dos días!», escribía Ndour antes de una histórica final en la que recibió un nuevo reconocimiento a su tenacidad. Un mensaje de trabajo y superación que también intenta trasladar a los jóvenes de la fundación para que, como ella, persigan sus sueños.

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