LIGA FRANCESA

Pochettino-Messi, primer roce por un cambio que no gustó en Qatar

La sustitución del mejor jugador del mundo en el PSG-Lyon genera controversia en Francia y en la familia del presidente del PSG

La polémica refleja el inicio gris del astro argentino en su nuevo club y el escaso entendimiento de los galácticos parisinos

Messi realiza un gesto de incomprensión hacia Pochettino tras ser sustituido.

Messi realiza un gesto de incomprensión hacia Pochettino tras ser sustituido.

Enric Bonet

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El cambio de Lionel Messi en el PSG-Lyon (2-1) del domingo sigue trayendo cola en la capital francesa. Mauricio Pochettino se encuentra en el centro de las críticas tras la sustitución del astro argentino en el minuto 76, cuando su equipo estaba empatando tras un partido en que la acumulación de galácticos —Messi, Neymar, Mbappé y Di María jugaron desde el inicio— resultó poco fructífera. El cambio no solo cabreó a Messi, que puso cara de incredulidad y se negó a darle la mano a su entrenador, sino que también ha generado malestar entre las altas esferas cataríes del PSG.

Khalifa Bin Hamad Al Thani, familiar del presidente del equipo capitalino, bromeó con una posible destitución del entrenador del PSG. Publicó un mensaje en sus redes sociales en que aparecía una fotografía de Pochettino acompañado por una frase tan enigmática como contundente: “Londres es una ciudad hermosa, ya lo sabes”, en una referencia al pasado del argentino al frente del Tottenham.

Miembro de la familia real catarí, Al Thani ya había demostrado durante el verano su talento natural para dar la nota. Pero sus tuits también resultaron premonitorios al publicar una fotografía de Messi con la camiseta del equipo francés varios días de que se oficializara el fichaje o burlándose de la ofensiva del Madrid para fichar a Mbappé.

Su último mensaje puede interpretarse como una advertencia o como una broma. Tras haber iniciado la Ligue 1 con un pleno de victorias en seis partidos, la cabeza de Pochettino no peligra a corto plazo. “Debemos tomar decisiones para el bien del equipo”, se defendió el entrenador.

Un banquillo inestable

El diario L'Équipe indicó que la sustitución también estuvo motivada por un golpe que recibió en la zona inferior de la rodilla. Por este motivo, su compatriota argentino prefirió protegerlo ante una semana cargada de partidos: ante el Metz el miércoles, Montpellier el fin de semana y Manchester City el martes que viene.

No obstante, esta polémica refleja que no será una tarea nada fácil gestionar un vestuario con el mejor del mundo. Y aún más teniendo en cuenta la superpoblación de estrellas y egos en el PSG y la inestabilidad de su banquillo, del que salieron por la puerta de atrás entrenadores tan brillantes como el alemán Thomas Tuchel.

“Paredes y Rafinha tampoco se acostumbran a ver a Messi en el banco”, ironizó la cadena argentina TNT Sports en un mensaje que acompañaba una foto de los rostros sorprendidos de los compañeros argentino y brasileño del excapitán del Barça. El diario Olé también destacó la celebración más que discreta del crack después de que su equipo marcara el gol de la victoria en el tiempo añadido. El polémico cambio hizo correr ríos de tinta en los medios latinoamericanos, pero también españoles y franceses. 

Inicio gris del tridente

Más allá del cabreo de Messi, muy poco acostumbrado a que lo reemplacen, la sustitución genera controversia al ilustrar el difícil encaje del tridente Messi-Mbappé-Neymar. Por segundo partido consecutivo —ya tuvieron una participación gris en el 1-1 contra el Brujas en la Champions—, estos tres monstruos del balón no deslumbraron.

A pesar de mandar un fantástico lanzamiento de falta a la cruceta, el excrack azulgrana se fue diluyendo a medida que avanzaba el encuentro. Aún no se ha estrenado como goleador con la camiseta de su nuevo club. Neymar forzó un penalti, pero jugó con precipitación. Y Mbappé brilla más cuando no hay tantas estrellas que lo eclipsen. 

“Deficiente a tres contra el Brujas, el ataque parisino sufrió los mismos males con cuatro (incluido Di María) ante el Lyon”, reconocía L’Équipe. “Este equipo (de momento) no tiene una creatividad a la altura de sus individualidades”, añadía. Al PSG le falta fluidez ofensiva, pero también equilibrio en un equipo que fácilmente se parte en dos y las estrellas ofensivas no defienden.

Un mes después del inicio de la temporada, estos defectos resultan previsibles y hay margen para corregirlos. Pero los dolores de cabeza se acentúan para Pochettino cuando solo falta una semana para el duelo contra el Manchester City de Guardiola. El primer verdadero examen para los galácticos de París.