VALENCIA 1- MADRID 2

Vinicius y Benzema rescatan de nuevo al Madrid

La dupla blanca tumba, sobre la bocina y en apenas tres minutos, a un Valencia que soñó con dar la campanada pero que acabó pagando el esfuerzo de una hora de hiperintensidad

Bordalás sigue sin poder ganar a los blancos, que son ahora líderes en solitario

Benzema celebra su gol en Mestalla.

Benzema celebra su gol en Mestalla. / AFP

Roger Pascual

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Mestalla es una mala plaza para el Madrid, que tan solo había ganado hasta este domingo en una de sus últimas siete visitas. Y allí parecía que pudiera terminar la racha del cuadro blanco, que no perdía en Liga desde el 30 de enero. A cuatro minutos del final caía 1-0 pero Benzema y Vinicius, sus dos grandes recursos esta temporada, resolvieron en apenas tres minutos. El francés generó la jugada del empate que firmó el brasileño y este le devolvió el regalo a uno del final para que el Madrid sea líder en solitario.

Festival de lesiones

Las cosas no pintaban bien de inicio para a afición local, que se quedó sin sus dos mejores jugadores y símbolos. El capitán Gayà ni siquiera saltó al campo, lastrado por los isquios. Y Carlos Soler, que había marcado un hat-trick de penaltis en el duelo del año pasado, se tuvo que marchar antes del cuarto de hora después de lesionarse nada más empezar el encuentro. Por si no faltaban desgracias para los valencianistas Correia, que había aguantado el pulso con Vinicius hasta entonces, se marchaba siete minutos después por otro problema muscular. 

El partido, que había empezado a ritmo de speed metal, acusó tanta interrupción. Había más lesiones que ocasiones y antes de la media hora Carvajal también se marchaba al banquillo. El lateral madridista, martirizado por los problemas físicos, se iba para el vestuario mientras en Mestalla empezaban a hacer quinielas para ver quién sería el próximo en caer.

El que cayó fue Maxi en el área del Madrid, pero el árbitro no vio en el roce atisbo de penalti ni roja. El balón volvía a recobrar el ritmo endiablado aunque la mejor oportunidad llegó a balón parado. Wass sirvió un gran centro para que Paulista rematara solo en la frontal de la pequeña. Pero allí emergió la figura Courtois. El meta, que ya había estado pletórico el miércoles en Milán, volvió a mostrarse providencial. José Bordalás, que no había ganado nunca al Madrid, se removía en el banquillo pensando hasta cuándo duraría el mal fario.

Pese a ello.sus tropas volvieron a salir a la carga fieles a su plan de batalla desde el saque de centro se plantaron en cuatro toques ante Courtois, que repelió el tiro de Hugo Duro. Con la hiperintensidad que siempre exige Bordalás y espoleados por las 26.000 voces de su grada, la caballería ché no paraba de percutir. La presión alta local atascaba la salida blanca y provocaba continuas recuperaciones. En dos de ellas, Guedes mandó primero alto un disparo y un par de jugadas después servía un gran balón a Hugo Duro que tiraba blando y a las manos de Courtois.

El Madrid sabía (o esperaba) que su rival no aguantaría ese ritmo todo el partido y aguantó en las cuerdas esperando poder sacar sus dos puños: Benzema y Vinicius. Los principales generadores de peligro blancos apenas habían aparecido y era cuestión de tiempo que empezaran a intentar complicarle la vida a la zaga valencianista. Pero cuando más tocado parecía el Valencia un despiste de Lucas Vázquez fue preludio de un disparo cruzado de Hugo Duro que hacía estallar Mestalla.

Allí emergió Karim. Benzema se desperezó y puso a prueba con latigazos a Mamardashvili antes de tumbar en la lona y sobre la campana a un contrincante agotado por el esfuerzo: sirvió el primero a Vinicius (cuyo disparo chocó en Foulquier) antes de lograr el segundo con el hombro a centro del brasileño.