El protagonista del Atlético

Griezmann: la infidelidad se paga

El astro francés afronta un inicio tortuoso en el Atlético tras dejar el Barça en el último día de mercado y regresar a su antigua casa. La afición no perdona su marcha al club azulgrana y ya le silbó esta semana ante el Oporto.

Antoine Griezmann, Atlético de Madrid - Oporto

Antoine Griezmann, Atlético de Madrid - Oporto / Kiko Huesca / EFE

Raúl Paniagua

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La noche del martes 31 de agosto es de aquellas que cuesta olvidar. El cierre del mercado vino acompañado de unas horas frenéticas que depararon movimientos extraordinarios. Entre ellos, sin duda, sobresalió el cambio de aires de Antoine Griezmann, sellado en la medianoche y anunciado casi con premeditación y alevosía. El astro francés volvía al Atlético tras dos temporadas discretas en el Barça, en las que no convenció a nadie. 

El pasado se evapora pronto y suele ser efímero en el fútbol. Los mejores momentos de Griezmann con la camiseta rojiblanca pesan menos que su marcha al club catalán, cerrada tras un culebrón que parecía no tener fin. Estuvo cerca de producirse en 2018, pero acabó sellándose un año después. Ahora se ha vivido el retorno, pero la infidelidad se paga, al menos de momento. Los aficionados rojiblancos no perdonan su huida. 

Las ratas de peluche

El miércoles tuvo lugar el primer episodio del reencuentro del delantero con su hinchada. El francés sustituyó a Joao Félix en el minuto 55 del gris duelo contra el Oporto y los silbidos del respetable superaron con creces a los escasísimos aplausos. La pitada fue abrumadora en un estadio con más 40.000 espectadores. Nadie habría dicho que ese jugador había sido el ídolo de los colchoneros, con 133 goles en 257 partidos entre 2014 y 2019.

"Griezmann es como una novia que te pone los cuernos y luego quiere volver. Hay que tener más dignidad", dice un hincha

El guion utilizado por Griezmann para consumar sus actos no ha sido nunca el más atinado. En 2018, justo antes del Mundial de Rusia, negó su salida al Barça con un «he decidido quedarme» difundido en un documental que se quedó sin sentido un año después, cuando el Barça pagó 120 millones por él. Algunos hinchas llegaron a depositar basura y ratas de peluche sobre la placa del jugador en las inmediaciones del nuevo estadio. La instalación sigue sin estar resplandeciente. El odio persiste.

"Fue una traición"

«Griezmann es como una novia que te pone los cuernos y luego quiere volver. Hay que tener más dignidad», bramaba el miércoles un seguidor del Atlético a las afueras del estadio. Junto al joven se agolpaban decenas de seguidores con el francés en el punto de mira. El triste juego del equipo, que sumó un punto de milagro ante el Oporto, tampoco ayudó en exceso. Es previsible que los pitos se conviertan en elogios cuando Griezmann exhiba su mejor versión. 

"Jugó con nuestros sentimientos. Antes era un ídolo, ahora es como cualquiera, ya no representa mucho"

— Eduardo Fernández / Presidente de la Unión de Peñas Rojiblancas

«Nos dolió su marcha y más la forma en la que lo hizo. Tenemos la sensación de haber sido engañados. Nos sentimos como se siente alguien que ha sufrido una infidelidad», reflexionó Eduardo Fernández, presidente de la Unión de Peñas Rojiblancas, en el diario L’Equipe.

«Todavía estábamos juntos y se fue a otra parte. Fue una traición, le culpamos de haber jugado con nuestros sentimientos. No fue fiel a nuestros colores. Antes era un ídolo, ahora es como cualquiera, ya no representa mucho», añade el colchonero, que abre un cierto margen para el perdón. «Estamos heridos, el tiempo tendrá que curar todo. Poco a poco las cosas volverán a la normalidad».

La defensa del Cholo

Sabía Griezmann que no lo tendría fácil para volver a ganarse el cariño de su afición. Aquella «bonita relación» que tuvo en el pasado, como él mismo recordó a su llegada a Madrid, debe afianzarse a base de buen juego y goles. La dupla de ataque junto a Luis Suárez pinta muy bien y siempre tendrá el apoyo de Diego Pablo Simeone. 

El astro vivirá este sábado otra reválida ante el Athletic. El indulto solo llegará con goles

«Griezmann tiene un desafío por delante en base a lo que ha ocurrido en el pasado», apuntó el técnico argentino, partidario de no perder demasiado tiempo en polémicas. «Están haciendo una película y un morbo de una situación que a nosotros solo nos genera la importancia de haber recuperado a un extraordinario futbolista y que lo podamos disfrutar».

Nuevo examen

A sus 30 años, Griezmann fue pitado en su último partido en el Camp Nou y en su retorno al Metropolitano. Se marchó del Barça con 35 goles y 17 asistencias en 102 partidos, cifras decentes pero frías teniendo en cuenta la sensación de intrascendencia que dejó entre los culés.

Ahora, le toca cautivar de nuevo a los hinchas del Atlético, que tiene una opción de compra obligatoria de 40 millones. El astro que se veía, incluso, «en la misma mesa que Messi y Cristiano» vivirá este sábado otro examen ante el Athletic. El indulto solo llegará con sus goles. 

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