Benzema se desmelena para dar al Madrid un plácido estreno

Un error en la salida del balón del Alavés desencadenó el tanto del Madrid. El centro nació en la banda izquierda buscando la llegada por la derecha de Lucas Vázquez convertido más en extremo que lateral para que Hazard se inventara un taconazo para asistir a Benzema. Y así, en un despiste del equipo de Calleja, se fabricó el triunfo blanco, sostenido después por la pizarra culminada por Nacho. Un saque de esquina en corto permitió al central darle lustre a la asistencia, en forma de envenenada centro, que llevaba el sello de Modric. Aunque la noche era de Benzema, cuyo idilio con el gol se mantiene vivo.

Arrancó el Alavés con energía ante el nuevo, pero viejo Madrid. Nuevo con Ancelotti, y su ya tradicional chicle, que gasta de tanto mascar, y viejo porque son prácticamente los mismos. Sin Ramos, sin Varane, pero con Alaba, aunque confinado al lateral zurdo por decisión de Carletto, quien apostó por un eje central de la zaga integrado por Militao y Nacho. Y con los galácticos de hace un tiempo (Bale está de vuelta y Hazard, al menos, no empieza el curso en la enfermería) escoltando en el ataque a Benzema. 

El error de Militao

Tras una primera parte sin eficacia, el Madrid salió con chispa y puntería en la segunda para rubricar su victoria

A Carletto, rozando ya la media hora de encuentro, se le vio ya los primeros síntomas de malestar. No chutaba su Madrid. O chutaba mal. Dos disparos fuera de Bale y otro de Hazard como pobre balance justificaban esos gestos llenos de disgusto de Ancelotti. El brío del Alavés se iba apagando al tiempo que cometía errores imperdonables en el pase, regalando faltas innecesarias en el borde del área.

Aunque el partido cambió con un furioso arranque de la segunda mitad en la que certificó el Madrid su victoria, por mucho que Militao, impreciso en una cesión, provocara el penalti de Courtois. En 14 minutos, el equipo blanco había rubricado un contundente 0-3 que le hacía tener la noche tranquila después de unos 45 primeros llenos de muchos disparos, pero coincidiendo ambos equipos en la falta de puntería.

Escoltado por Bale y Hazard, el francés volvió a demostrar que es el monarca absoluto madridista

Pero Benzema, con nuevos socios, no está para perder el tiempo como demostró en el inicio de la segunda mitad, mientras Ancelotti cambiaba a todo el ataque (Vinicius y Rodrygo por Hazard y Bale) para no perder el control. Todo se movía, excepto Karim. El Alavés, a través de las decisiones de Calleja, intentaba engancharse después de salir dormido del vestuario. El descanso le sentó mal al conjunto vasco. Y al francés le vino de cine, fiable como está siendo desde que es el monarca absoluto del Madrid tras la marcha de Cristiano Ronaldo a la Juventus porque los goles de Nacho y Vinicius sirvieron para completar el plácido estreno blanco.