Lucha por las medallas

España jugará por el bronce en el waterpolo

Derrota ante Serbia por 10-9 tras una reñida semifinal

Waterpolo España-Serbia Tokio 2020

Waterpolo España-Serbia Tokio 2020 / EFE / ENRIC FONTCUBERTA

S. L.-E.

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Las semifinales olímpicas se juegan en una liga diferente donde no cuentan las hazañas del pasado y donde vale como premio, aparte de la victoria, el tener asegurada, al menos, la medalla de plata. El equipo derrotado, en este caso España, sabe que tendrá la opción de pelear por el bronce y subir a la tercera plaza del podio. Pero la derrota, el domingo ante Hungría, condena a la insatisfacción de regresar de Tokio sin una medalla en la bolsa de deporte. Y esto es terrible, sobre todo, cuando se había hecho hasta ahora el torneo perfecto.

Que Serbia ganase a España (10-9) no solo entraba dentro de las posibilidades sino que era una opción muy probable ante un equipo balcánico que se crece, que se agarra al agua, que planta cara desde el esprint a nado para capturar el primer balón, y que no se rinde cuando a menos de un minuto ve que su rival español gana de un gol y tiene la final al alcance.

El poderío anterior

Pero tampoco habría sido una sorpresa que el conjunto de David Martín se plantase en la final. Ni mucho menos, puesto que los españoles habían mostrado todo su poderío en la piscina olímpica de Tokio con el reto, ahora ya imposible, de suceder a aquel equipo que en 1996 y en Atlanta se proclamó campeón con Manel Estiarte como líder de un grupo de ensueño que mejoró la plata lograda en Barcelona 92.

Sin embargo, y hasta Tokio, las medallas se habían resistido a pesar de estar siempre en la pelea por los diplomas. Por eso, ahora, llega la ocasión de conquistar un bronce con sabor dulce aunque salpicado por la dureza de un rival llamado Hungría, al que se evitó en los cuartos de final porque se sabía que podía apear a España de la senda de las medallas.

En la semifinal, el conjunto español nunca se entregó, siempre anduvo jugando a Serbia de tú a tú y en la mayoría de fases del encuentro por delante del marcador.

Inicio incierto

Y eso que el inicio fue muy incierto, quizá demasiado, con un equipo muy atascado en ataque que chocaba una y otra vez con la férrea defensa serbia. De nada servía la tarjeta de presentación exhibida por los jugadores de Martín que podían mostrar a sus rivales leyendo que habían caído derrotados en la fase de clasificación. De nada servía porque España acabó perdiendo por 2-0 para quedarse sin marcar en un cuarto por primera vez en Tokio.

Sin duda, había que ponerse las pilas y nadar con potencia con el balón entre las manos, aprovechar las ocasiones de superioridad numérica y ser mucho más ofensivos para dar la vuelta al marcador, para empatar primero y para firmar un magnífico parcial de 4-0, en un segundo cuarto que fue, sin duda, el periodo del partido en el que España estuvo mejor y más firme ante un contrincante que parecía ahogarse en la piscina.

El equipo femenino luchará por el oro

En el tercer cuarto España supo mantenerse a flote pero sin conseguir distanciarse de los serbios que siempre contrarrestaban cualquier dominio de sus rivales. Se llegó al último cuarto y, desgraciadamente para las aspiraciones españolas de asegurar una medalla, Serbia se mostró más entera para acabar ganando de un gol y alcanzar la final con la que soñaba España.

Una final que disputarán este sábado las jugadoras españolas, ante Estados Unidos (9.30 horas), con la tranquilidad de tener asegurada la medalla de plata pero con toda la energía para salir de la piscina cubiertas de oro.