Joan Cardona, el bronce del 'pequeño' de la flota

La presión nunca ha sido un problema para Joan Cardona (Maó, 1998) puesto que desde pequeño, y no precisamente por su constitución física, siempre se ha enfrentando a navegantes mucho mayores que él: el más joven de la flota y el regatista que este martes ha acabado con su medalla de bronce en la categoría Finn con la sequía que arrastraba la vela española, una de las disciplinas que más metales ha dado a España en la historia de los Juegos, desde Londres 2012. En Río 2016 la flota española hizo aguas en cuanto a medallas.

La regularidad en las diez regatas previas a la Medal Race, donde se jugaban las medallas, ha sido el estímulo para que Cardona haya podido subir al podio de la clase Finn por detrás del británico Gilles Scott (oro) y el húngaro Zsonbor Berecz (plata). Prácticamente nunca bajó de la tercera plaza antes de la Medal Race, por lo que las opciones de medalla estaban claras. Y eso que, precisamente, en la regata decisiva fue donde más sufrió el menorquín para realizar una remontada espectacular que le hizo subir hasta la tercera plaza de la clasificación.

La 20ª medalla de la vela

“Vaya final que he hecho. Iba último y he podido gestionar la remontada tras una última muy buena popa. Esta medalla es para mi equipo, mi familia y para los que se han quedado en casa”, declaró Cardona tras llegar a tierra, feliz por haber dado a la vela española la 20ª medalla en la historia del olimpismo.

Y eso que, a partir de ahora, Cardona sabe que se le complicarán los Juegos. La clase Finn está considerada como la más lenta del programa olímpico, en el que figura desde los Juegos de Helsinki 1952. Prima más la técnica que la velocidad pero ya no se disputará en la próxima cita de París, dentro de tres años. Por ello, Cardona deberá buscar una nueva embarcación, posiblemente en la categoría Laser, aunque su fuerte constitución (1.85 metros y 101 kilos) puede ser un problema para él.

Pero este martes era el más feliz del equipo español; el más joven, el que siempre se ha enfrentado a contrincantes mucho mayores sin que haya sido un problema para él. Sin rebuscar mucho, Scott, el medallista de oro, mismo metal que consiguió en Río, tiene 36 años y Berecz, el subcampeón, ha cumplido 39.

El mar, algo habitual para un menorquín, siempre ha estado ligado a su vida deportiva. Desde pequeño salía a navegar en el velero de su padre y a los 7 años ya estaba apuntado a la clase Optimist, que enseguida se le quedó pequeña. Con 13 años disputó su primer campeonato del mundo y en 2017 acudió al primer Mundial de la categoría Finn para comenzar a destacar en la clase hasta proclamarse subcampeón del mundo en Oporto y ganar también un bronce en el último europeo.