JUEGOS OLÍMPICOS
Raven Saunders, primera protesta reivindicativa en el podio de Tokio
La lanzadora de peso norteamericana hizo un signo con los brazos de una cruz que pretendía reflejar "la intersección en la que se encuentran todos los que están oprimidos"
El COI estudiará, antes de pronunciarse, todos los detalles relacionados con el gesto realizado en el podio de lanzamiento de peso por la atleta estadounidense Raven Saunders, medallista de plata, que cruzó los brazos sobre su cabeza en forma de X para indicar "la intersección en la que se encuentran todos los que están oprimidos".
Saunders realizó, de esta forma, el primer gesto reivindicativo en el podio de atletismo de los Juegos Olímpicos de Tokio, contraviniendo la normativa del COI, que para estos Juegos los autoriza siempre que no sea en competición o en la ceremonia de entrega de medallas.
Investigación en curso
La norteamericana, de raza negra y lesbiana, según ha declarado públicamente, afirmó que con su gesto, captado por todas las cámaras en el podio oficial, quería ""dar luz a toda la gente del mundo que lucha y que no tiene una plataforma para hablar por sí misma". Junto a ella subieron al podio la campeona, la china Gong Lijiao, y la medallista de bronce, la neozelandesa Valerie Adams.
"Necesitamos entender por completo lo que ha pasado y a partir de ahí, tomar una decisión. Estamos en contacto con el Comité Olímpico de Estados Unidos y también con World Athletics, y ahora estamos considerando los siguientes pasos que vamos a dar", afirmó el portavoz del COI, Maark Adams en rueda de prensa.
"Tratamos de respetar las posturas de todos los atletas, que son libres de expresarse en ruedas de prensa, en redes sociales y en la zona mixta. Lo investigaremos y estamos en contacto con World Athletics", añadió. Saunders ha padecido en el pasado algunos problemas de confianza, como declaró ella misma abiertamente.
Problemas mentales
Saunders cree que las nuevas generaciones están más abiertas a las diferencias. "Realmente creo que a mi generación realmente no le importa lo que es cada uno", dijo Saunders. “Al final del día, realmente no nos importa. Es un grito a toda mi gente negra. Es un grito a toda mi comunidad LGBTQ. Saludos a toda la gente que se ocupa de la salud mental. A la postre, entendemos que es más grande que nosotros y es más grande que los poderes fácticos. Entendemos que hay tantas personas que nos admiran, que buscan ver si decimos algo o si hablamos por ellos ".
Al igual que muchos otros atletas en Tokio 2020, sobre todo Simone Biles, la joven de 25 años dice que a veces ha luchado contra las presiones del deporte de élite. Saunders agregó que le ayudó comunicarse con su ex terapeuta. "Está bien ser fuerte", dijo. “Y está bien no ser fuerte el 100% del tiempo. Está bien poder necesitar gente".
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