Los Juegos de Tokio

La nueva ola de la natación pide paso: Jacoby, McKeown, Dean

El mallorquin Hugo González acaba sexto en su primera final olímpica, los 100 espalda

Kaylee McKewon

Kaylee McKewon / Marko Djurica / Reuters

Luis Mendiola

Luis Mendiola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La australiana Ariarne Titmus abrió el camino venciendo a Katie Ledecky en los 400 libre y cuestionando el reinado de la estadounidense en estos Juegos y la piscina de Tokio se está rindiendo a la nueva ola de la natación mundial, con tres nuevos campeones colgándose el oro en sus primera aparición: la estadounidense Lydia Jacobs, de 17 años, la australiana Kaylee McKeown, de 20 años y el británico Thomas Dean, de 21.

Para el mallorquín Hugo González de Oliveira este martes fue un día que recordará porque, a sus 22 años, disputó su primera final olímpica: la de los 100 espalda, en la que quedó peleó por el podio y dejó excelentes sensaciones con su mejor marca personal (52.78), que deberá ratificar en su mejor prueba: los 200 estilos, en los que recientemente logró el título de campeón de Europa. “Me voy con buenas sensaciones después de mejorar mi tiempo en las series, en las semifinales y en la final”, apuntó.

Pero resultó aún más histórica para la natación rusa por el oro logrado por Evgeny Ryblov (51.98) y la plata de su compatriota Kliment Kolesnikov (52.00) para destronar al estadounidense Ryan Murphy, plusmarquista mundial de la distancia y oro en Río, que fue tercero (52.19). Es el primer título en línea para la natación rusa desde Atlanta-96.

También se visualizó el relevo en los 100 braza femenino, una prueba donde la estadounidense Lilly King parecía clara favorita como plusmarqusita mundial y defensora del título en Río, pero en la que se impuso su compatriota Lydia Jacoby, de 17 años, una debutante en el escenario olímpico. “Tenía aspiraciones de medallas, pero está claro que no esperaba la victoria”, admitió.

Dos veces covid

El británico Tom Dean, de 21 años, dominó la final de los 200 libre, por delante de su compatriota Duncan Scott, de 24 años, en un doblete que jamás había tenido la natación británica, y se coronó en unos Juegos para los que estuvo a punto de no clasificarse después de contraer dos veces el covid en los últimos 12 meses, la última en enero pasado, cuando las pruebas de selección eran en abril. “Cuando estaba confinado en mi apartamento, solo estar en los Juegos me parecía un objetivo a años luz y miradme ahora”, explicó.

En los 100 espalda femenino, una prueba donde el nivel ha llevado a batir el record olímpico cuatro veces en dos días, el triunfo fue para uno de los nuevos estandartes de la natación australiana, Kaylee McKeown, de 20 años con 57.47 segundos, a solo dos décima del récord mundial que ella posee. Su triunfo se suma al de su compatriota Ariarne Titmus en los 400, que hoy intentará ampliar en la final de los 200, para los que llega con la mejor marca de todas las participantes, mientras Ledecky lo hará con el tercer mejor tiempo, necesitada de dosificarse ya que hoy también tendrá la final del 1.500.

El estadounidense Caeleb Dressel y el australiano Kyle Chalmers abrieron en la tarde del martes uno de los duelos más esperados de estos Juegos, el que vivirán en los 100 libre, cuya final se disputará en la madrugada del jueves. Dressel, doble campeón del mundo de la distancia, acabó con la segunda mejor marca (47.73) de las series, por detrás del italiano Thomas Ceccon. Chalmers, campeón olímpico en Río, firmó 47.33.