Brasil sufre más de la cuenta para vencer 1-0 a Chile y pasar las semifinales

Brasil sufrió más de lo esperado para vencer por un gol de diferencia a Chile y pasar a la semifinal de la Copa América que se disputa en su propio país. El lunes disputa su pase a la final con Perú, que derrotó a Paraguay en los penaltis por 4-3, luego de empatar en tres goles en un dramático tiempo reglamentario. La selección brasileña es amplia favorita a quedarse, como en 2019, con el certamen. Pero el equipo que conduce Tite no estuvo a la altura de las circunstancias en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro. Chile no le permitió desplegar su potencialidad y le jugó de igual a igual, como había ocurrido en el mundial 2014. Neymar, Roberto Firmino, Gabriel Jesús y Richarlison son nombres que, en su conjunto, meten miedo. Sin embargo, “la Roja" fue mucho más audaz desde que comenzó el partido, al punto de llevar mayor peligro a la portería defendida por Éderson. Contra lo que podría esperarse, los locales no se sintieron cómodos en el manejo del balón y les costó llegar hasta Claudio Bravo.

Los pentacampeones tuvieron sus mejores momentos cuando la pelota pasó por los botines de Neymar, en sus encuentros con Gabriel Jesús y Roberto Firnmino. No le alcanzó para quebrar el cerrojo de los chilenos. El primer tiempo concluyó sin goles y a Tite se le encendieron las alarmas. El entrenador decidió que Lucas Paquetá sustituya a Firmino. Con el correr de los minutos comprobó su acierto. Paquetá abrió el marcador después de una jugada combinada con Neymar. A pesar de la ventaja, los brasileños volvieron a sentirse en aprietos. Además, Jesús, el atacante del Manchester City, recibió la tarjeta roja por una patada en la cara de Mena. Contra todo lo esperado, la verde y amarilla sufrió para preservar el resultado. La victoria le costó más de lo que había esperado.

"Comenzamos muy bien el partido, luego hicimos un gol y después tuvimos que aguantar a Chile, que tiene un equipo muy cualificado, con grandes jugadores, de calidad", dijo Neymar. Al astro del PSG no le quedó dudas de que había disputado un "partido muy difícil”, no exento de momentos de aspereza entre los jugadores. "No se puede sonreír siempre en el campo, fue un partido de discusiones. Incluso con tus amigos acabas discutiendo algunas jugadas". El líder del seleccionado confía en que ante Perú la selección mejorará su rendimiento. De hecho, en 2019 la venció cómodamente en la final de la última Copa América.

Las quejas de Vidal

Arturo Vidal fue una de las figuras de Chile. El ex jugador del Barcelona se quedó con el sabor amargo de la derrota y encontró un responsable: el árbitro argentino Patricio Loustau. "Estoy triste por el resultado. Creo que merecíamos mucho más. Lo dije antes: en este partido se necesita un árbitro que tenga los pantalones, un árbitro que sea justo y no que quiera ser el payasito del partido", dijo. A su criterio, Lousteau no estuvo a la altura de las circunstancias. "Si hay un árbitro que no te deja jugar, que te para todo y se cree el dueño del espectáculo... Es muy difícil". A Vidal no le cabe ninguna duda de que si Chile juega como lo hizo frente a los favoritos del certamen se clasificará en las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2022. "Perdimos contra el candidato número uno".

La hazaña peruana

La selección de Perú se clasificó este viernes a las semifinales de la Copa América por cuarta vez en las últimas cinco ediciones al derrotar a los paraguayos en la definición por penales en el estadio de la ciudad brasileña de Goiania, y tras haber igualado 3-3 en tiempo reglamentario. Fu un partido jugado con los dientes apretados, lleno de ímpetu y con muchos momentos de buen fútbol. Los peruanos se quedaron con la clasificación gracias a un tiro certero del lateral Miguel Trauco después de que el portero peruano Pedro Gallese parara su lanzamiento al paraguayo Alberto Espínola.

El choque del lunes frente a los brasileños parece no asustar a los peruanos. "Nos da lo mismo", dijo una de las figuras del seleccionado, Gianluca Lapadula, confiado en que pensar en una victoria no es un sueño descabellado.