ARGENTINA - BOLIVIA (4-1)

Messi lidera a Argentina y alimenta los sueños de una final con Brasil en la Copa América

El combinado albiceleste se enfrentará a Ecuador en cuartos tras derrotar con claridad a Bolivia (4-1)

Los otros partidos de los cuartos de final serán Uruguay-Colombia, Perú-Paraguay y Brasil-Chile

La estrella del Barça se convierte en el futbolista con más internacionalidades de los argentinos, superando a Mascherano

Messi conduce el balón durante el Argentina-Bolivia.

Messi conduce el balón durante el Argentina-Bolivia. / EFE

Abel Gilbert

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Sin mayores complicaciones, Argentina derrotó 4-1 a Bolivia y terminó primera en el Grupo A de la Copa América que se disputa en Brasil. Leo Messi anotó dos goles, uno de penal y el otro con su sello indeleble de calidad. La selección celeste y blanca se medirá en los cuartos de final con Ecuador, el próximo sábado. Los otros partidos de esa fase son Uruguay-Colombia, Perú-Paraguay y Brasil-Chile.

"Hay cosas para mejorar, pero estamos satisfechos”, dijo el entrenador argentino Lionel Scaloni. Para el próximo desafío, el equipo necesita mejorar algunos aspectos. "En la Eurocopa se demostró que no se puede atacar y dominar durante los 90 minutos, porque de lo contrario se pueden recibir sorpresas". Quizá Scaloni pensó en Francia o en lo que le sucedió a España. Sabe que un país lo está observando y no puede dar un paso en falso. "Ecuador demostró ser un buen equipo joven y dinámico, que tiene buenos jugadores e irá a la guerra, como todos en esta Copa", advirtió.

Esta vez, la prensa aplaudió el trabajo del combinado nacional. Más allá de que se jugó frente al conjunto más débil del certamen, algunos detalles de funcionamiento ilusionan a los comentaristas e hinchas: la aparición de Papu Gómez, autor del primer gol, y, como casi siempre, el nivel del capitán. Messi anotó su segunda diana gracias a una gran asistencia del Kun Agüero. Desde afuera del área, el astro del Barcelona se la picó al portero Carlos Lampe, quien observó impotente cómo el balón se incrustaba en la red.

Leo estuvo cerca del hat trick, en más de una oportunidad. Al igual que lo sucedió días atrás con el chileno Claudio Bravo, Lampe evitó esa posibilidad. Así y todo, Messi no solo es el máximo artillero de la historia del seleccionado, con 75 goles. Frente a Bolivia superó la marca histórica de Javier Mascherano. Desde este lunes es el jugador que más veces vistió la camiseta argentina.

Messi dejó en el estadio Arena Pantanal, de Mato Grosso, algunas pinceladas inusuales de su liderazgo.  Se enojó con su amigo Aguero por no presionar la salida de los bolivianos y no pudo esconder su fastidio cuando el rival anotó su único gol por una desconexión en la defensa. También se lo vio conversar con Scaloni por la disposición táctica en esas circunstancias. Cuando Lautaro Martínez, quien había reemplazado a Agüero, puso el 4-1, el capitán recuperó la calma y la alegría.

El vencedor mostró un juego colaborativo y solidario. Hubo, incluso, tramos en los que sobresalió el toque y la creatividad. La gran pregunta que se hacen los medios de prensa es si Argentina podrá mantener el nivel frente a rivales más exigentes. Al menos sabe que solo se enfrentaría con Brasil, el favorito de la Copa, en la final.

La posibilidad de ganar el certamen y frente a los organizadores parece desmedida. Brasil es mucho más fuerte y competitivo. Pero el "clásico" sudamericano siempre abre la puerta a lo imprevisto. Además, Argentina tiene a Messi, con un añadido que ciertos medios festejan: ahora canta el himno argentino con vehemencia. Claro que, para que el sueño cobre consistencia, primero hay que derrotar a los ecuatorianos y luego al ganador de Uruguay-Colombia.

Campos de juego desastrosos

Scaloni volvió a quejarse del pésimo estado de los campos de juego. No ha sido el único. Neymar también expresó su malestar por las mismas razones. "¿Dónde será el próximo juego de la Selección?", preguntó a sus millones de seguidores en Instagram, e incluyó dos fotos: un potrero que no tiene ni un milímetro de pasto y Wembley, el mítico estadio inglés, con un césped impecable.

El crack del PSG no hizo más que funcionar como portavoz irónico de su propia selección. "Si voy a hablar de que el campo está mal, voy a ser multado. Si voy a hablar de que (la organización) fue un desastre, voy a ser multado. No voy a hablar", había dicho días atrás el entrenador Tite.