BÉLGICA - RUSIA (3-0)

Lukaku guía a Bélgica con goles y mensaje a su amigo Eriksen

Lukaku celebra su gol a Rusia.

Lukaku celebra su gol a Rusia.

Marcos López

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Un gol con mensaje. Un gol que define a un delantero y retrata aún más a una persona. Marcó el tanto que tanto necesitaba Romelu Lukaku. Y no solo por él sino para su amigo y compañero en el Inter, Eriksen, a quien vio desplomarse minutos antes del debut de Bélgica. Anotó el delantero belga en una jugada llena de polémica porque la selección rusa protestó por lo que parecía un evidente fuera de juego, aunque el colegiado español Mateu Lahoz entendió que había voluntariedad previa en el despeje fallido del defensa.

Antes del gol dominaba el equipo de Robert Martínez. Después del gol, también. Hasta dos ocasiones desperdició para encontrar la tranquilidad del partido con el error de Dendoncker y luego la excelente parada de Shunin ante la aparición venenosa de Thorgan Hazard, el hermano de Eden, el madridista.

Luego, un espectacular choque entre Castagne y Kuzyaev acabó con los dos en el vestuarios. El belga con el pómulo inflamado de tal manera que cerró su ojo derecho, mientras el ruso, a quien vendaron la cabeza para intentar que siguiera en el césped, también se marchó lesionado. Entró entonces Meuniere en una noche con sobresaltos en el estadio de San Petersburgo que alteró el ánimo de la noche, ya alterada por las noticias preocupantes que llegaban desde Copenhague sobre Eriksen, el amigo de Lukaku.

Meunier sale y marca

Estaba el encuentro en un momento extraño cuando Rusia, inesperadamente débil en la defensa, regaló el segundo gol. Poco más de media hora y el partido muy cuesta arriba porque Shunin, el meta ruso, transformó una acción suya en una asistencia para que Meunier se convirtiera en un extraño goleador. Cazó una pelota en el área con naturalidad para firmar el segundo tanto y darle a la selección belga un plácido arranque. Más incluso de lo que podía haber imaginado. Incluso para el propio Robert Martínez.

Diseñó su tradicional línea de tres centrales para dominar el juego desde atrás hasta que el balón llegara a Lukaku, el punto y final de la selección belga. El nueve sobre el que se articuló todo el juego belga. Un delantero mucho más perfeccionado por la exigencia de Conte en el Inter donde han conquistado ambos el scudetto.

Apareció Eden Hazard en el tramo final del encuentro, ya con todo decidido

No tuvo problemas el equipo de Martínez para gobernar el partido a su antojo porque más allá de su excelente calidad ofensiva, y eso que no estaban en el once inicial ni Eden Hazard (apareció en el tramo final) ni De Bruyne, desprende un aroma defensivo muy trabajado. Hacen de la presión una necesidad y, además, tienen la solidaridad como uno de sus valores inalterables. Empezó realmente seria Bélgica, con ganas de anunciar que son candidatos a cualquier cosa. Por mucho que la frágil e inestable Rusia se lo pusiera excesivamente sencillo. Ni vieron a Lukaku al inicio. Ni tampoco al final

La ficha del Bélgica - Rusia (3-0)

BÉLGICA: Courtois; Alderweireld, Boyata, Vertonghen, Castagne; Dendoncker, Tielemans, T. Hazard; Mertens, Lukaku y Carrasco. Técnico: R. Martínez. Cambios: Meunier por Castagne (m. 27); E.Hazard por Mertens (m. 72); Vermaelen por Vertonghen (m. 76), Praet por Carrasco (m. 76)

RUSIA: Shunin; M. Fernandes, Semenov, Dzhikiya, Zhirkov, Ozdoev; Barinov, Zobnin, Golovin; Kuzyaev y Dzyuba. Técnico: S. Cherchesov. Cambios: Cheryshev por Kuzyaev (m. 30); Karavaev por Zhirkov (m. 43);Diveev por Barinov (m. 46); Muhin por Zobnin (m. 63); Miranchuk por Cheryshev (m. 63)

GOLES: 1-0 (m. 10), Lukaku; 2-0 (m. 34), Meunier; 3-0 (m. 88), Lukaku