El Barça se va a Colonia con la décima Copa ASOBAL seguida

Con otro título en las alforjas viaja el Barça al gran reto de la temporada. A Colonia, en busca de la esquiva y codiciada Champions, por más que el club tiene nueve, para cerrar el ciclo de Xavi Pascual al frente del superequipo que ha construido. La Copa ASOBAL es la última conquista en territorio español tras el triunfo sobre el Cantabria Sinfín (33-23), que presentó más batalla de lo esperada en el primer tiempo. Claudicó, claro, ante una apisonadora que ha encadenado 11 Ligas y 10 Copas consecutivas, por acotar el volumen de trofeos sumados.

El paseo de la semifinal (43-27 al Bada Huesca) no se repitió en la final. La superioridad del Barça sobre sus rivales españoles es tal que la noticia es, precisamente, que el equipo sufra. Por sufrir se entiende, a su nivel, que el equipo tardara tres minutos en marcar el primer gol y que solo ganara de cuatro (14-10) en el descanso. Sufrir fue, sobre todo, toparse con el portero del Cantabria, Ernesto Sánchez, un coloso que habría amargado la noche a un equipo convencional. Que no es el caso del Barça.

Sánchez y Möller lo paran todo

Sánchez firmó 13 paradas en el primer tiempo; entre ellas, dos penaltis. Llegó, por momentos, a acomplejar a los azulgranas. Por fortuna para el Barça, sobran tiradores y les sobran goles. La excepcional actuación de Sánchez eclipsó la de Kevin Möller, crucial por igual para que la final no tomara tintes preocupantes, ya que dejó al cuadro santanderino en 10 goles antes de que se desataran sus compañeros. Sucedió cuando Sánchez bajó los brazos y fue sustituido. Möller no dejó de parar.