EL ADIÓS DEL TÉCNICO BLANCO

Florentino: "A Zidane debí despedirlo en diciembre"

Los presidentes y directivos de un montón de equipos de Primera se han pasado el campeonato oyendo despotricar al mandatario del Real Madrid contra su entrenador

El máximo dirigente blanco creía que la complicidad de 'Zizou' con las 'vacas sagradas', lideradas por Sergio Ramos, impedían la renovación del vestuario

El técnico francés del Real Madrid, Zinedine Zidane.

El técnico francés del Real Madrid, Zinedine Zidane. / JAVIER SORIANO

Emilio Pérez de Rozas

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Los presidentes, especialmente los más viscerales, no han tenido en cuenta, en este fútbol de pandemia, que en los desérticos estadios de esta Liga se oía todo. Y ‘todo’ no son solo los gritos de los entrenadores o jugadores suplentes, o las órdenes del portero en un córner. Todo es todo. También los lamentos, quejas y hasta los exabruptos de los directivos.

Y eso fue lo que le ocurrió, durante el mes de diciembre y enero pasados, a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, que tras no despedir al francés Zinedine Zidane tras la derrota europea (1 de diciembre) frente al Shakhtar Donetsk (2-0), estuvo arrepintiéndose de esa ‘no’ decisión durante el resto de la temporada. De ahí que, en muchos palcos, se oyese al mandatario blanco despotricar de ‘Zizou’ (pese a que ganaba).

Todos los consultados coinciden en que los mayores gritos y protestas en los partidos victoriosos que siguieron a la amenaza de despido de Zidane tras el Shakhtar (por ejemplo, 0-1 en el Sánchez Pizjuán, 2-0 europeo ante el Borussia Moenchengladbach y victoria contundente 2-0 en el derbi ante el Atlético), se los llevó el técnico francés, hasta el extremo de que el presidente Joaquín Buitrago y otros directivos del Elche, que compartían palco con Florentino Pérez, en el Martínez Valero la noche del 30 de diciembre pasado (1-1), le oyeron repetir más de dos y tres veces: “Me lo tenía que haber cargado en diciembre, no sé por qué no lo hice, pero ganó tres partidos seguidos y no pude”.

Necesitaban que se fuera

Tanto Florentino como José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, acaban de ver las puertas del cielo abiertas al saber que Zidane renunciaba, de nuevo, al año de contrato que le queda. “Yo el año que no trabajo, no lo cobro”. Según han reconocido a EL PERIÓDICO personas muy cercanas a la cúspide del Real Madrid, “Zinedine es una maravillosa persona, un grandísimo entrenador, un representante fantástico, la mejor imagen del Real Madrid y su portavoz ideal, pero, en estos momentos, no era el problema ni la solución que buscamos. Todo lo que tenemos que hacer en el vestuario de Valdebebas no se puede hacer con Zidane dentro, pues es amigo y cómplice de los jugadores”.

De lo que no hay duda es de que el Real Madrid, que está a punto de rebautizar el estadio Santiago Bernabéu como el ‘platillo volante’ del fútbol, está viviendo una de las peores crisis de su historia. Por vez primera en 11 años (2010), no ha ganado ningún título (0 de 4); no ha aportado futbolistas a la selección que va a la Eurocopa, peor, debe consolarse (mal consuelo) con ver que chicos surgido de ‘La Fábrica’ (Marcos Llorente, Diego Llorente, Pablo Sarabia y Álvaro Morata) vestirán la camiseta roja procedentes de otros clubs; y Florentino Pérez ha de renovar, como sea y al precio que sea, una plantilla en la que no sabe qué hacer con Sergio Ramos, Hazard, Bale, Marcelo, Lucas Vázquez y muchos otros futbolistas, ‘vacas sagradas’ del madridismo.

Ni que decir tiene que la misma maquinaria de la Casa Blanca que ilustra e inunda, cada mes, los medios de comunicación con videos espectaculares de cómo progresan las obras del ‘platillo volante’ de la Castellana y señalan también la desastrosa gestión deportiva de Zidane (y su preparador físico Gregory Dupont, al que culpan de las 63 lesiones que ha sufrido la plantilla este año, por 23 del Atlético, segundo en esta dolorosa clasificación), es la misma que ha lanzado a sus voceros periodísticos para culpar al VAR de la pérdida de la Liga.

Éstos, los voceros, repiten que de los 98 clubs de las ligas de España, Francia, Alemania, Inglaterra e Italia, el Real Madrid es el penúltimo club al que le han pitado menos penaltis a favor (3), superado solo por el Arminia Bielefeld. “Para que al Real Madrid le piten un penalti a favor tiene que dar ¡370 pases! en el área rival”, sentencian.

Millones despilfarrados

Es evidente que el Real Madrid está en la más absoluta de las ruinas deportivas (no hablamos de la edad de sus pilares: Courtois, Ramos, Kros, Modric y Benzema) por la desastrosa política de fichajes llevaba a cabo, personalmente, por Florentino Pérez, que, desde el 2017 hasta ahora, se ha gastado 573 millones de euros en 15 fichajes: Theo (24 millones), Ceballos (16,5), Vinicius (45), Courtois (35), Mariano (21), Odriozola (30), Brahim (17), Lunin (8, 5), Harzard (140), Jovic (63), Militao (50), Mendy (48), Rodrigo (45), Reinier (3) y Kubo (1). Cierto, en ventas, el conjunto blanco ha sacado, en ese mismo periodo de tiempo, más de 400 millones de euros.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, durante un acto

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, durante un acto / Irina R. H. / Europa Pres

El enfado de Florentino Pérez, al que muchos ven con menos ganas y pegada que hace algunos años (“hace un par de temporadas, Florentino hubiese liquidado el tema Zidane, Ramos, Bale o Hazard, en un plis plas”), se centra en muy diversas razones aunque, eso sí, en una nula autocrítica. Florentino recuerda que Zidane ha hecho 54 alineaciones en los últimos 54 partidos. Más aún: el Real Madrid lleva 174 partidos de Liga sin repetir alineación, desde las jornadas 8ª y 9ª del campeonato 2016-17. Por no hablar de la carencia de gol: el gran Benzema es el máximo goleador (3º en el Pichichi), con 23 dianas, pero es que el segundo máximo goleador del Real Madrid es…Casemiro, con 6.

Es posible que muchos madridistas encuentren a faltar el papel salvador de Cristiano Ronaldo y, sobre todo, la nula aportación de Hazard, pero también son muchos los que recuerdan que este deporte no es cosa (solo) de megaestrellas, pese a lo que piensa el presidente, ya que este año Leo Messi, CR7, Neymar Júnior, Kylian Mbappé y Erling Haaland, la flor y nata entre los candidatos al Balón de Oro, no han ganado ni sus ligas ni, por supuesto, están en la final de la Champions.

El despido de Lopetegui

“Si algo no soportaba Florentino Pérez de Zidane, que siempre supo que su presidente le criticaba públicamente en los campos, reuniones y palcos donde iba, es que protegía a los veteranos, a sus fieles, a su ‘guardia de corps’, creando un tapón para aquellos futbolistas, jóvenes y con proyección, que el mandatario cree que son el futuro del Real Madrid, sin darse cuenta que no son lo buenos que él cree que son o valga lo que pagó por ellos”, señala uno de los periodistas más expertos que sigue al Real Madrid desde hace más de dos décadas y que prefiere mantenerse en el anonimato. “La prueba está en cómo despidió a Julen Lopetegui porque no le ayudó a convertir a Vinicius en el nuevo Messi”, añade el informador.

Messi es otra obsesión del poderoso presidente del Real Madrid. Pero no por los goles o títulos que le ha arrebatado al conjunto merengue, sino por la incapacidad y frustración de Florentino para clonar a la estrella argentina en la plantilla del Real Madrid. Florentino Pérez quiere ser más que Santiago Bernabéu y, en ese sentido, cree que ya no le gana nadie en obras (la cúspide es el ‘’platillo volante’ de la Castellana), en ciudad deportiva, en títulos, en Champions, pero quiere dejar como gran legado un Messi blanco, otro Alfredo Di Stéfano. Y no lo encuentra. Y no le sale, por más que busca.

Florentino tiene la obsesión de escribir su relato, su legado a través de la aparición del Leo Messi blanco, de ahí las ganas en que estallen futbolistas jóvenes, equilibristas, filigraneros, fantasiosos como Rodrigo, Vinicius, Odegaard, Kubo…pero Messi solo hay uno. Es posible que, finalmente, no tenga más remedio, solución a este año de caos y cerocerismo, que contratar a Kylian Mbappé, su segundo as en la manga en su actual hoja de ruta, que arrancaba con la remodelación del estadio Santiago Bernabéu.

Despedida a la francesa

Si el Barça, inmerso en una deuda escalofriante, no lo tiene fácil, el Real Madrid, tampoco, pues sus ‘vacas sagradas’ han jugado ya sus 100 mejores partidos. Después del hartazgo de ‘Zizou’, que ha vuelto a demostrar su señorío al renunciar al año de contrato que le quedaba, puede que al gran capitán Sergio Ramos, que, dicen, colgó en el vestuario de Valdebebas la portada del diario ‘Marca’ donde se decía lo que iba a ganar Alaba (“y a nosotros nos están pidiendo que nos rebajemos la ficha”), acabe aceptando, acorralado, lesionado, con un futuro más que incierto, la renovación a la baja que le ofrece Florentino. Pero lo que le va a costar sangre, sudor y lágrimas, ya verán, será quitarle el poder al vestuario de Valdebebas, cosa que el presidente no soporta, pues ya se las tuvo con Hierro y Raúl y, ahora, debe soportar el mando de Ramos.

El ‘culebrón Zidane’ acaba como querían Florentino Pérez o José Ángel Sánchez, sin tener que despedirlo y sin palabras de agradecimiento del dirigente a la gestión del francés. Porque, contrariamente a lo que pensaban muchos, cuando ‘Zizou’ le decía a la prensa: “dejad de criticarme a mis espaldas y, si os atrevéis, decidme a la cara lo que pensáis de mí y mi gestión, lo que estaba reclamando era un gesto del club, bueno, del presidente que jamás llegó. Y Zidane se va sin recibir reconocimiento alguno por parte del Real Madrid. Tal vez por eso, ‘Zizou’ no quiso apurar su contrato y se despidió a la francesa.

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