Entrevista con el técnico perico

Vicente Moreno: "La mente es lo más importante, gana y pierde partidos"

El entrenador del Espanyol explica en una entrevista con EL PERIÓDICO la transformación del equipo desde su llegada al deseado ascenso 10 meses después

El preparador blanquiazul rememora su trayectoria en los banquillos y explica sus inquietudes en una profesión que vive con la máxima implicación.

DEPORTES  CELEBRACION DEL ASCENSO A PRIMERA DEL RCD ESPANYOL FOTOGRAFIA DE CARLOS MIRA

DEPORTES CELEBRACION DEL ASCENSO A PRIMERA DEL RCD ESPANYOL FOTOGRAFIA DE CARLOS MIRA / Carlos Mira / RCDE

Raúl Paniagua

Raúl Paniagua

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Coincidió en la cantera del Valencia con Albelda, Farinós, Palop o Angulo, pero su carrera como jugador se desarrolló básicamente en el Xerez, en el que es un mito. En los banquillos, ha triunfado allí por donde ha pasado. El Nàstic y el Mallorca elevaron su nivel a sus órdenes. Ahora vive la felicidad en el Espanyol, al que ha devuelto a Primera con maestría. Vicente Moreno Peris (Massanassa, Valencia, 46 años) transmite tranquilidad y sentido común, justo lo que faltaba en un club convulso como el perico. Disfruta hablando de fútbol y vive con pasión su profesión.

Han pasado ya unos días desde el ascenso certificado en Zaragoza. ¿Cómo se siente después de ver la reacción de todos los pericos? Siento mucha felicidad, tengo una sensación de felicidad absoluta, de alivio. Es esa tranquilidad de ver al fin que hemos conseguido el objetivo. Hacer a tanta gente feliz es maravilloso. Lo mejor ha sido eso. Ver a tantos seguidores contentos y orgullosos de su equipo.

¿Ha hablado con Chen? ¿Qué le transmite el presidente? No he hablado aún con él. Me mandó un mensaje felicitándome. Durante la temporada sí hemos hablado varias veces. He sentido siempre su confianza, está muy en el día a día para estar tan lejos. Se le ve muy implicado, muy sabedor de todo lo que ocurre. No es fácil con la distancia y la diferencia horaria.

"Tengo una sensación de felicidad absoluta. Ver a tantos pericos orgullosos de su equipo es maravilloso"

Usted ya dijo en su presentación que venía al Espanyol para devolverlo a donde debía estar. ¿Han sido complicados estos 10 meses? Teníamos muy claro todo nada más firmar. Hablé con Rufete y el objetivo estaba definido y marcado. No hemos pensado mucho en ello, la clave era trabajar. Ha sido una temporada larga, la Segunda División da para mucho, pero hemos tenido una gran regularidad. También hubo algún traspié inesperado, pero es natural. Es verdad que sufrimos ciertos momentos de nerviosismo cuando no ganábamos un partido, pero lo salvamos bien, trabajando mucho y hablando poco, que es lo que hay que hacer. Desde Rufete al último futbolista, pasando por todos los empleados del club, se tenía claro el objetivo.

El técnico blanquiazul, este jueves en la ciudad deportiva del Espanyol.

El técnico blanquiazul, este jueves en la ciudad deportiva del Espanyol. / Carlos Mira / RCDE

¿Qué vestuario se encontró y cómo ha ido evolucionando? Lo primero que hay que decir es que era un vestuario de mucho nivel futbolístico, se mantuvo a casi la totalidad de la plantilla con un esfuerzo muy grande. No fue fácil convencer a determinados jugadores. Luego hay que reconocer que el estado anímico no era el mejor, venían de una situación traumática con el descenso, pero revertimos todo muy rápido, con una predisposición magnífica. Los jugadores nos ayudaron a que el cambio se produjera en poco tiempo. Un buen ambiente es básico para trabajar bien y para que los resultados lleguen.

Darder dijo esta semana que usted les cambió la mentalidad con cuatro charlas. ¿Cómo lo hace? ¿Tan importante es la mente? Escuchar esto de los jugadores se agradece, te da felicidad, te anima a seguir trabajando más si cabe. No es solo un trabajo mío, es de mucha gente, todo el mundo ha empujado en la misma dirección. La mente es lo más importante, gana y pierde partidos. La mesa se compone de una serie de patas para tener estabilidad. El tema de la cabeza es clave, son varias patas. Para mí, es una cuestión de ir de frente, de empatizar mucho con los jugadores, que vean que sientes como ellos, que todo lo que les dices y haces cada día es en beneficio del equipo, pero también de forma individual para cada uno de ellos. Los grandes protagonistas del ascenso han sido la afición, que nos ha ayudado mucho pese a no estar en el estadio y, sobre todo, de los jugadores.  

¿Cómo se ha manejado con Raúl de Tomás? Estoy encantado con él, me parece un tío fantástico. Como futbolista no hace falta definirlo, no lo voy a descubrir yo ahora. A nivel humano es un chaval genial, muy implicado, con muchas ganas de revertir la situación. Su actitud y su rendimiento han sido excelentes.

En marzo el equipo salió de los puestos de ascenso directo con una serie de empates y volvió cierto temor y pesimismo entre los pericos. ¿Percibió esa sensación? Estos temores son habituales en todos los equipos. Si le sumas que vienes de un año difícil, se entiende que sean algo pesimistas y negativos. Hay que darle naturalidad. Nosotros estuvimos siempre tranquilos, percibíamos lo que nos transmitía el equipo. Sabíamos que íbamos a llegar a buen puerto. Es una suerte estar en un club con tanta exigencia. Eso es bueno, quiere decir que estás en un sitio importante. Era tal la exigencia que dos derrotas y tres empates ya era considerado como una racha muy muy negativa. En Segunda le puedo asegurar que una racha negativa de verdad consta de muchos más tropiezos.  

"La cabeza es clave para la estabilidad. Para mí, es una cuestión de ir de frente, de empatizar mucho con tus jugadores, que vean que sientes como ellos"

¿Se ha valorado poco el ascenso al lograrse con la plantilla más cara? Las estadísticas dicen que en los últimos 15 o 16 años somos el primer club que asciende en el primer intento con el presupuesto más alto. Tan fácil no debe ser. Es verdad que con buenos jugadores el porcentaje de posibilidades aumenta, pero nadie te lo regala. Hay que trabajar mucho y aquí del primero al último lo han hecho. Solo con el presupuesto no lo habríamos conseguido.

El Atlético, por ejemplo, no lo consiguió hace dos décadas y ahora pinta a campeón en Primera. Cierto, lo viví de cerca. El descenso del Atlético me pilló como jugador del Xerez y peleamos con ellos hasta el final por el ascenso en 2002. Sé bien de qué va esto. Ellos estuvieron luchando en su primer año en Segunda y al final subieron el Tenerife, el Betis y el Sevilla, al que nosotros eliminamos de la Copa estando en Segunda B. Luego subimos a Segunda y peleamos con el Atlético, que ascendió junto al Racing y el Recreativo. Nosotros quedamos cuartos.

Vicente Moreno posa para El Periódico en Sant Adrià.

Vicente Moreno posa para El Periódico en Sant Adrià. / Carlos Mira / RCDE

Vivió dos ascensos como jugador con el Xerez y lleva cuatro como técnico. ¿Cómo se disfruta más? ¿En el campo o en el banquillo? Yo he disfrutado todos mucho, cada uno con su particularidad. Como jugador tienes la suerte de estar en el terreno de juego, incluso metí un gol en el ascenso a Primera con el Xerez. Te sientes más protagonista al estar sobre el césped. Tantos ascensos es señal de que han ido bien las cosas, pero también me llevé alguna decepción. Con el Nàstic jugué un 'play-off' de Segunda B a Segunda A y lo perdimos en Llagostera. Y de Segunda A a Primera nos quedamos en el camino ante Osasuna.

"De jugador ya me saqué todas las titulaciones de entrenador. Soy un friki del fútbol, disfruto horrores. Le dedico mil horas"

En su etapa de jugador ya se sacó el carnet de entrenador y la titulación de director deportivo. ¿Tan claro tenía que quería ser técnico? Lo tenía claro, sin duda. No sabía si como entrenador profesional o del fútbol base, pero me atraía, notaba que me llamaba. Arranqué con los infantiles, disfruté muchísimo y me di cuenta de que quería entrenar a nivel profesional. Con los chavales jugamos 'play-off' y subimos de categoría. Se creó el infantil del Xerez y ascendimos. Yo fui muy cercano siempre al entrenador cuando jugaba, empatizaba mucho con los técnicos. Ya siendo jugador me saqué todas las titulaciones de entrenador sin saber por dónde iba a tirar. Con contrato en vigor renuncié al último año y me pasé a entrenar.

¿Tiene algún referente? Me gustan todos los entrenadores. Al final a todos nos gusta el buen fútbol. Lo importante es saber manejar todos los registros y adaptarse a las diversas circunstancias. En un mismo partido se necesitan cosas diferentes, hay que tener elementos de todos los estilos. No me encasillo en ningún perfil. Mi aspiración es poder hacer bien lo que nos propongamos y necesitemos en cada momento.

"Veo un Espanyol con mucho potencial. El Atlético, el Valencia o el Sevilla pasaron por Segunda. Hay que darle la vuelta a la situación, crecer, mejorar y volver más fuerte"

¿Cuántas horas de fútbol consume? ¿Se considera un friki de su deporte? Eso sí, debo reconocerlo. Soy un friki del fútbol, me gusta mucho mi trabajo, disfruto horrores, le dedico mil horas. Mucho tiempo. Ya no son las horas que trabajas in situ en la ciudad deportiva, que son muchas. Te vas a casa y estás de cuerpo, pero no de mente. Esto absorbe mucho. Si quieres dedicarte a esta profesión es lo que hay. Me gusta toda clase de fútbol, también el femenino. Veo de todo. Me gustan los partidos de las ligas internacionales, pero los sigo menos de lo que quisiera. Cuando estoy trabajando me centro más en la categoría en la que estoy. Si no pierdes tiempo viendo otras cosas que en el día a día no utilizas. Intento tener todo controlado .

¿Qué futuro le ve al Espanyol en Primera? Es pronto, lo primero es terminar bien la temporada. Tenemos la opción de ser campeones, es una posibilidad bonita. A partir de ahí ya veremos. Veo un club con mucho potencial, considero que el proyecto que lleva entre manos Rufete tiene muy buena pinta. A corto y medio plazo auguro un futuro bueno. El Atlético, el Valencia, el Sevilla... pasaron por Segunda. Al final casi nadie se escapa de esa posibilidad. Pocos son los que no han sufrido ese accidente. Lo que hay que hacer es darle la vuelta a la situación, crecer, mejorar y volver más fuerte. 

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